Javier Garc¨ªa Mart¨ªnez, qu¨ªmico: ¡°Es un error dividir el mundo entre empresa e investigaci¨®n¡±
El reciente Premio Nacional de Investigaci¨®n y expresidente de la IUPAC incide en los desaf¨ªos para situar a Espa?a a la vanguardia de la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa
Javier Garc¨ªa Mart¨ªnez (Logro?o, 1973) es uno de los qu¨ªmicos espa?oles m¨¢s reconocidos en el mundo. Reciente Premio Nacional de Investigaci¨®n, ha ocupado la presidencia de la Uni¨®n Internacional de la Qu¨ªmica Pura y Aplicada (IUPAC, en sus siglas en ingl¨¦s) entre 2021 y 2023, y fue el primer espa?ol y el m¨¢s joven en hacerlo en los 100 a?os en la organizaci¨®n mundial de la qu¨ªmica. Este puesto lo ha compaginado con su labor inves...
Javier Garc¨ªa Mart¨ªnez (Logro?o, 1973) es uno de los qu¨ªmicos espa?oles m¨¢s reconocidos en el mundo. Reciente Premio Nacional de Investigaci¨®n, ha ocupado la presidencia de la Uni¨®n Internacional de la Qu¨ªmica Pura y Aplicada (IUPAC, en sus siglas en ingl¨¦s) entre 2021 y 2023, y fue el primer espa?ol y el m¨¢s joven en hacerlo en los 100 a?os en la organizaci¨®n mundial de la qu¨ªmica. Este puesto lo ha compaginado con su labor investigadora como catedr¨¢tico de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica y director del Laboratorio en Nanotecnolog¨ªa Molecular en la Universidad de Alicante. En esta entrevista con EL PA?S desgrana su experiencia, y los desaf¨ªos que tiene Espa?a para situarse a la vanguardia de la innovaci¨®n.
Pregunta. A lo largo de su carrera ha tocado todos los palos, desde el laboratorio hasta la empresa, ya que durante su estancia postdoctoral en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, constituy¨® una firma, Rive Technology, orientada al sector de la energ¨ªa. ?Por qu¨¦?
Respuesta. En mi experiencia, no hay diferencia entre un cient¨ªfico en un laboratorio y transferir ese conocimiento a la sociedad. Es un error dividir el mundo entre empresa e investigaci¨®n. Parte de la mejor investigaci¨®n se hace en la empresa, donde se encuentran algunos de los mejores profesionales. Muchos premios Nobel son fundadores de empresas. Muchos cient¨ªficos hemos comprobado que la mejor manera de acercar nuestros descubrimientos al mercado es acompa?arlos desde el laboratorio hasta la industria. Las empresas tecnol¨®gicas que est¨¢n cambiando el mundo tienen la ciencia en su ADN. Hay una tercera v¨ªa y hay que desmontar el mito de la industria o la academia.
P. ?C¨®mo se puede aplicar este nuevo modelo?
R. Esa era mi principal preocupaci¨®n al volver de Estados Unidos. Por eso, constitu¨ª Celera gracias a la Fundaci¨®n Rafael del Pino. Una comunidad de j¨®venes con intereses diferentes, pero que se acompa?an y se apoyan unos a otros. En diez a?os hemos ayudado a 100 j¨®venes, que, de otra forma, no hubieran emprendido e investigado y que, en cambio, han podido hacer descubrimientos extraordinarios o crear empresas valoradas en m¨¢s de 550 millones de euros. Es un cambio natural, no se puede imponer por decreto ley, sino empoderando a los j¨®venes. La ciencia debe avanzar en comunidad.
P. Por tanto, ?no es solo cuesti¨®n de dinero?
R. Efectivamente. El dinero es necesario para mejorar las condiciones, pero es un cambio cultural. Hablamos de crear comunidades, redes de personas, espacios de trabajo¡ y el lugar para hacerlo deber¨ªa ser la universidad, donde se acumula el mayor talento joven en Espa?a. Otro ejemplo es la Academia Joven de Espa?a [ostenta la presidencia], de donde surgi¨® el primer respirador para atender a los enfermos de covid. Con ayuda, colaboraci¨®n y recursos, los j¨®venes pueden hacer grandes cosas. El cambio lo hacen las personas y sus buenas ideas.
P. ?Qu¨¦ salto puede dar la ciencia en Espa?a con este modelo?
R. Espa?a tiene un potencial enorme. Somos el duod¨¦cimo pa¨ªs en producci¨®n cient¨ªfica, por delante de nuestro PIB a escala mundial. La ciencia en Espa?a es de primera divisi¨®n, pero en innovaci¨®n estamos un poco m¨¢s retrasados, en la posici¨®n 29. Ese es el margen y el desaf¨ªo que tenemos por delante: reducir esta brecha entre ciencia e innovaci¨®n. Para ello debemos adentrarnos en lo que se denomina los oc¨¦anos azules, industrias nuevas que todav¨ªa no hemos explorado: inteligencia artificial, nanotecnolog¨ªa, edici¨®n gen¨¦tica¡
P. Sobre este asunto se habla en Innovaci¨®n con futuro, el ¨²ltimo libro que ha coordinado.
R. El objetivo de esta obra conjunta y de la C¨¢tedra de Ciencia y Sociedad de la Fundaci¨®n Rafael del Pino, que dirijo desde 2019, es dar la voz a los expertos para que respondan a la pregunta sobre en qu¨¦ tecnolog¨ªas debemos invertir para mejorar la calidad de vida y la econom¨ªa en Espa?a, c¨®mo y con qu¨¦ tecnolog¨ªa podemos solucionar los principales problemas. Hacen falta estas luces largas para ver por d¨®nde debemos caminar.
P. ?Para ser buen cient¨ªfico se debe salir fuera?
R. S¨ª, sin duda. Cualquier buen cient¨ªfico debe irse de Espa?a para conocer otras formas de entender y hacer ciencia. La experiencia de salir fuera enriquece no solo profesionalmente sino personalmente. Viajar es parte fundamental de la ciencia. Hay una competencia enorme por el talento y Espa?a debe competir en este escenario global y favorecer que nuestros investigadores aprendan en el extranjero y atraer talento de fuera y que seamos m¨¢s atractivos.
P. ?En Espa?a hay miedo al fracaso?
R. El problema no es tanto el miedo al fracaso, sino la envidia al ¨¦xito. No es una idea m¨ªa. La literatura espa?ola ya lo ha reiterado desde al menos el Siglo de Oro. Pero no me gustar¨ªa que fuera el titular de la entrevista...
P. Se cumplen 100 a?os del congreso internacional de la IUPAC celebrado en Madrid en 1934¡
R. En aquel momento la qu¨ªmica viv¨ªa su edad de plata en Espa?a, que trunc¨® la Guerra Civil. Nuestro pa¨ªs se ha incorporado tarde a la carrera cient¨ªfica, que es una prueba de fondo. Espa?a ha dado pasos de gigante en la ciencia en los ¨²ltimos a?os: de ser casi irrelevantes a convertirnos en una potencia mundial.
P. Otro de sus empe?os al frente de la IUPAC ha sido que la ciencia tambi¨¦n se hable en espa?ol.
R. No todo el mundo se siente invitado a la ciencia. Una certeza que he podido comprobar durante mi presidencia. Es algo que ocurre en los pa¨ªses que carecen de medios. En otros, como es el caso de Espa?a, donde s¨ª hay medios, el problema est¨¢ en que no hablamos el idioma de la ciencia, el ingl¨¦s. Por eso, se ha hecho un importante esfuerzo para traducir de una forma normativa los textos de la IUPAC al espa?ol y a otros muchos idiomas. Solo si la ciencia se habla en todos los idiomas, conseguiremos que sea algo global y que todo el mundo se sienta invitado para seguir avanzando todos juntos.
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