?Cu¨¢ndo volver¨¢n las auroras boreales a Espa?a? ?Son peligrosas? Preguntas y respuestas sobre las tormentas solares que las provocan

Mayo de 2024 ya ha demostrado ser un mes agitado para el Sol. Durante la primera semana, una serie de grandes erupciones solares y eyecciones de masa coronal crearon una tormenta geomagn¨¦tica en la Tierra, dejando un espect¨¢culo de auroras boreales. Sus v¨ªvidos colores se observaron en latitudes nada habituales en la madrugada del pasado d¨ªa 10: en Espa?a aparecieron ...

Mayo de 2024 ya ha demostrado ser un mes agitado para el Sol. Durante la primera semana, una serie de grandes erupciones solares y eyecciones de masa coronal crearon una tormenta geomagn¨¦tica en la Tierra, dejando un espect¨¢culo de auroras boreales. Sus v¨ªvidos colores se observaron en latitudes nada habituales en la madrugada del pasado d¨ªa 10: en Espa?a aparecieron desde Andaluc¨ªa hasta Catalu?a, as¨ª como en Arag¨®n y Galicia. Y tambi¨¦n en regiones todav¨ªa m¨¢s alejadas de la zona polar, como Canarias, el sur de Estados Unidos o M¨¦xico. Desde entonces, las erupciones contin¨²an en la misma regi¨®n solar.

Para los cient¨ªficos del clima espacial, las tormentas son una evidencia esperable ¡ªaunque de una intensidad exagerada¡ª de que el Sol est¨¢ en un pico de actividad y esperan que lleguen m¨¢s. Por otro lado, los operadores de sat¨¦lites y los gestores de redes el¨¦ctricas y otras infraestructuras tecnol¨®gicas cruciales est¨¢n evaluando los impactos del evento. Para quienes no son expertos, su aparici¨®n emocion¨® y dej¨® impresionantes fotograf¨ªas. Pero tambi¨¦n muchas dudas. Expertos en astrof¨ªsica y clima espacial aclaran algunos de los interrogantes y lo que podemos esperar en los pr¨®ximos meses.

?Por qu¨¦ sucede esto ahora?

El Sol est¨¢ en una fase de m¨¢xima actividad. Las auroras aparecen por la interacci¨®n entre el viento solar y el campo magn¨¦tico de la Tierra, y en este momento del ciclo del Sol ¡ªque dura 11 a?os¡ª, el viento es m¨¢s fuerte. ¡°De vez en cuando, como en toda meteorolog¨ªa, el viento solar puede provocar lo que llamamos tormentas magn¨¦ticas solares¡±, explica Javier Rodriguez-Pacheco, catedr¨¢tico de Astronom¨ªa y Astrof¨ªsica en la Universidad de Alcal¨¢.

La causa inmediata es un grupo de manchas en el Sol, conocidas como regi¨®n activa, que tiene un tama?o de aproximadamente 17 veces m¨¢s ancho que la Tierra. A partir del 8 de mayo, esa regi¨®n envi¨® al menos siete explosiones en direcci¨®n a la Tierra a velocidades de hasta 1.800 kil¨®metros por segundo. En junio de 2023, este peri¨®dico ya informaba de un prematuro e intenso pico de actividad solar.

?C¨®mo de grande fue la tormenta?

Aunque se trate del ciclo ya conocido y esperado, ¡°la intensidad no es habitual¡±, explica Javier Armentia, astrof¨ªsico y director del Planetario de Pamplona. ¡°Es normal que tengamos tormentas solares y geomagn¨¦ticas, pero no es com¨²n ver auroras boreales como las del viernes 10. La tormenta es una de las m¨¢s grandes que se han registrado, pero no solo por su intensidad. Algunas veces el material que expulsa el Sol tiene la llave, por as¨ª decirlo, para abrir las capas m¨¢s altas de la atm¨®sfera terrestre¡±, complementa Rodr¨ªguez Pacheco. La NASA la califica como la tormenta m¨¢s fuerte que ha llegado a la Tierra desde hace 20 a?os.

En cambio, Consuelo Cid, que dirige el Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa Espacial, prefiere no calificarla de mucha o poca inmensidad. Para ponerla en perspectiva, compara esta tormenta con una de 2003, que seg¨²n las unidades que se utilizan para medir la intensidad, tuvo el doble que la de este mayo.

?Son peligrosas?

En general, no. El peligro es bajo. Sin embargo, nuestra actual dependencia de tecnolog¨ªas espaciales puede incrementar el riesgo. Las tormentas geomagn¨¦ticas provocan cambios en la estructura de la ionosfera ¡ªla parte externa de la atm¨®sfera terrestre¡ª que pueden alterar las redes o las estaciones el¨¦ctricas, y las l¨ªneas de tele y radiocomunicaciones, explica Armentia. Los aviones, por ejemplo, monitorean cuando hay estas tormentas para evitar fallos en las comunicaciones. Seg¨²n indica Rodr¨ªguez Pacheco, el riesgo es similar al que nos enfrentamos con otros fen¨®menos meteorol¨®gicos terrestres, como los huracanes, y depende de su intensidad.

Los tres expertos piden calma. ¡°Hay que vencer la psicosis. Me preocupan en mayor medida otros fen¨®menos m¨¢s pr¨®ximos a nosotros, como el cambio clim¨¢tico¡±, concluye Armentia.

?Provocaron da?os las ¨²ltimas tormentas?

S¨ª, pero no muy catastr¨®ficos. Se interrumpieron d¨¦bilmente las comunicaciones por radio y GPS en zonas de todo el mundo. La conexi¨®n de internet de banda ancha proporcionada por Starlink depende de m¨¢s de 5.000 sat¨¦lites. La empresa que pertenece a SpaceX de Elon Musk report¨® una degradaci¨®n temporal en la calidad de sus se?ales. Por precauci¨®n, algunos sat¨¦lites dejaron de hacer observaciones cient¨ªficas, como el Observatorio de Rayos X Chandra, de la NASA, que guard¨® sus instrumentos para protegerlos de la radiaci¨®n.

La NASA dijo el 10 de mayo que no preve¨ªa ninguna amenaza para los cuatro astronautas estadounidenses y los tres rusos a bordo de la Estaci¨®n Espacial Internacional. Tres personas est¨¢n a bordo de la estaci¨®n espacial china Tiangong, y tampoco ha habido informes de medidas de precauci¨®n tomadas all¨ª.

?C¨®mo se est¨¢n protegiendo las comunicaciones de la Tierra?

Despu¨¦s de la tormenta geomagn¨¦tica de 1989, que ocasion¨® grandes apagones en Quebec, o la de 2012, que dej¨® grandes p¨¦rdidas econ¨®micas en China, las instituciones han aumentado los esfuerzos por mejorar la protecci¨®n ante estos fen¨®menos solares. Seg¨²n explica Armentia, para disminuir los da?os se necesitan dos cosas: predicci¨®n y prevenci¨®n. ¡°A partir de 2010 ha habido un gran avance tecnol¨®gico que nos permite mejorar las predicciones solares. La prevenci¨®n funciona¡±.

Esa es precisamente el ¨¢rea de investigaci¨®n de Rodriguez-Pacheco, quien es investigador principal del instrumento Detector de Part¨ªculas Energ¨¦ticas de la misi¨®n espacial Solar Orbiter, de la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboraci¨®n con la NASA. Seg¨²n relata, este proyecto de cooperaci¨®n internacional trabaja con instrumentos que miran al Sol para responder a las grandes preguntas de la ciencia sobre el astro. Uno de sus objetivos es entender c¨®mo el viento que emite influye en los planetas del sistema solar, particularmente en la Tierra, y as¨ª mejorar la predicci¨®n y prevenci¨®n de estos fen¨®menos.

?Cu¨¢ndo ocurrir¨¢ la siguiente?

Puede suceder en cualquier momento. Aunque se mantiene al margen de hacer predicciones con fechas exactas, el Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa Espacial que dirige Cid, explica que ahora mismo la regi¨®n activa del Sol est¨¢ en la cara que no podemos ver, aunque estima que en la primera semana de junio se puede dar una pr¨®xima tormenta geomagn¨¦tica. Y advierte que se seguir¨¢n repitiendo, al menos, durante dos a?os m¨¢s. Por el momento, no es posible predecir si esas tormentas provocar¨¢n auroras.

Los cient¨ªficos esperan que el ciclo solar actual alcance su pico de m¨¢xima actividad en alg¨²n momento de este a?o, debido a la cantidad de manchas solares que est¨¢n observando. Las tormentas m¨¢s intensas ocurren habitualmente meses o a?os despu¨¦s de este pico.

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