Una aurora boreal ilumina los cielos de Espa?a y podr¨ªa volver a ser observable este fin de semana

Una aurora boreal, un fen¨®meno denominado electrometeoro y propio de regiones polares septentrionales, ha sido observada la pasada noche en gran parte de Espa?a. Las auroras son efectos luminosos que se generan en las capas superiores de la atm¨®sfera y tienen forma de arcos, bandas o cortinas. Se forman por la interacci¨®n del viento solar y el campo magn¨¦tico de la Tierra. No es la primera vez, aunque s¨ª es poco habitual. La gran actividad solar que se registra durante estos d¨ªas puede favorecer que vuelvan a ser observables este fin de semana en zonas meridionales.

La Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet) ha informado de observaciones de la aurora boreal en la costa Este espa?ola, desde Andaluc¨ªa a Catalu?a, as¨ª como en Arag¨®n y Galicia, ¡°en latitudes muy bajas¡±, ya que suele ser un fen¨®meno m¨¢s com¨²n en los polos. El Observatorio de Torremocha del Jiloca, en Teruel, y el astron¨®mico de Almer¨ªa, tambi¨¦n han informado del fen¨®meno: ¡°De nuevo nos honra con su presencia una aurora boreal en Calar Alto¡±, ha publicado en X el centro almeriense.

La observaci¨®n de la aurora en latitudes tan bajas ha sido favorecida por una gran tormenta geomagn¨¦tica a una distancia entre 90 y 150 kil¨®metros de altitud, m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la trosposfera, donde se forman los fen¨®menos meteorol¨®gicos comunes. ¡°El viento solar es m¨¢s fuerte en momentos cercanos a la m¨¢xima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 a?os¡±, ha explicado la Aemet. Ahora se est¨¢ generando uno de estos ciclos, de acuerdo con las manchas solares observadas, que indican una gran actividad magn¨¦tica, erupciones solares atmosf¨¦ricas y eyecciones de masa coronal.

Esta gran actividad de la estrella de nuestro sistema emite part¨ªculas cargadas el¨¦ctricamente que se dirigen a la Tierra gracias al viento solar. Al acercarse a la termosfera y exoesfera (las capas superiores), los electrones y protones colisionan con los ¨¢tomos de los gases, seg¨²n explica la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial. Esas colisiones provocan que los electrones de los ¨¢tomos de nitr¨®geno y de ox¨ªgeno asciendan temporalmente a un estado energ¨¦tico superior, excitado, y vuelven a recuperar los niveles normales. En el proceso, se emiten fotones de luz con distintas longitudes de onda que conforman las auroras.

Los arcos m¨¢s pr¨®ximos a los polos magn¨¦ticos de la Tierra (¨®valos aurorales) son los lugares m¨¢s propicios para observar el fen¨®meno, pero la actual intensidad solar ha permitido que este ¨®valo se haya ensanchado temporalmente y que se haya percibido la aurora desde latitudes tan meridionales del hemisferio norte.

Condiciones geomagn¨¦ticas extremas

El hecho de que este fen¨®meno haya sido visto en latitudes tan al sur evidencia tambi¨¦n que se est¨¢n dando ¡°condiciones geomagn¨¦ticas extremas¡±, seg¨²n ha informado la Oficina Nacional de Administraci¨®n Oce¨¢nica y Atmosf¨¦rica de EE.UU. (NOAA, en ingl¨¦s).

Adem¨¢s de generar auroras, estas tormentas geomagn¨¦ticas tienen potencial para perjudicar severamente al suministro energ¨¦tico y de electricidad en diferentes puntos de la Tierra. La NOAA ha emitido una alerta G5 (la m¨¢xima en un baremo de cinco puntos). Esta se establece cuando la tormenta puede causar problemas generalizados de control de tensi¨®n en la red el¨¦ctrica, da?ar transformadores e incluso provocar apagones completos.

¡°Las tormentas geomagn¨¦ticas pueden afectar a la infraestructura en ¨®rbita cercana a la Tierra y en la superficie, interrumpiendo potencialmente las comunicaciones, la red de energ¨ªa el¨¦ctrica, la navegaci¨®n, la radio y las operaciones por sat¨¦lite¡±, detalla la agencia.

La ¨²ltima vez que se produjo una tormenta geomagn¨¦tica G5 ¡°extrema¡± fue en octubre de 2003, cuando provoc¨® cortes de electricidad en Suecia y da?¨® de transformadores en Sud¨¢frica.

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