La garrapata del virus Crimea-Congo se desplaza hacia el norte de Espa?a y Europa por el cambio clim¨¢tico
El artr¨®podo abandona lugares del centro y suroeste peninsular que se han vuelto demasiado secos y llega a la falda de los Pirineos. Se han hallado ejemplares en lugares como Alemania, Reino Unido o Noruega
En Espa?a existen m¨¢s de 50 especies de garrapatas, pero hay una especialmente peligrosa del g¨¦nero Hyalomma que transmite el virus de la fiebre hemorr¨¢gica de Crimea-Congo, una enfermedad que es mortal para una media de entre el 10% y 15% de los infectados. En 2016, saltaron las alarmas cuando muri¨® un hombre de 62 a?os al que le hab¨ªa picado una garrapata en la provincia de ?vila. Este peligroso par¨¢sito, que era muy abundante en el centro y suroeste peninsular, est¨¢ cambiando su ubicaci¨®n, ...
En Espa?a existen m¨¢s de 50 especies de garrapatas, pero hay una especialmente peligrosa del g¨¦nero Hyalomma que transmite el virus de la fiebre hemorr¨¢gica de Crimea-Congo, una enfermedad que es mortal para una media de entre el 10% y 15% de los infectados. En 2016, saltaron las alarmas cuando muri¨® un hombre de 62 a?os al que le hab¨ªa picado una garrapata en la provincia de ?vila. Este peligroso par¨¢sito, que era muy abundante en el centro y suroeste peninsular, est¨¢ cambiando su ubicaci¨®n, empujado por el cambio clim¨¢tico. Ha desaparecido de lugares en los que viv¨ªa hace 50 a?os, al volverse estos demasiado c¨¢lidos o secos, y est¨¢ escalando hacia el norte de Espa?a y Europa, donde las temperaturas se han suavizado.
Una investigaci¨®n serol¨®gica del Ministerio de Sanidad de 2018 en animales silvestres y dom¨¦sticos corrobora la expansi¨®n de la especie, que ¡°circula en Espa?a en m¨¢s regiones de las que se sospechaba inicialmente¡±, por lo que es necesario ¡°realizar nuevos estudios¡± para identificar esas zonas. La dispersi¨®n de la especie va acompa?ada de un crecimiento exponencial de la poblaci¨®n, debido a que los ejemplares viven m¨¢s con inviernos m¨¢s cortos y primaveras tempranas. A pesar de su expansi¨®n, el ministerio considera el impacto de la enfermedad ¡°bajo¡±, porque aunque puede ser grave, el n¨²mero de personas a las que afectar¨ªa no ser¨ªa elevado y se disponen de los medios para su aislamiento y control.
Estos artr¨®podos se desplazan entre Europa y ?frica (donde la enfermedad es end¨¦mica) a lomos de los millones de p¨¢jaros que migran entre ambos continentes, y en el ganado que se mueve entre fronteras. El virus se encuentra tambi¨¦n en Asia central. ¡°Antes llegaban hasta Centroeuropa, pero no pasaba nada porque no sobreviv¨ªan a las bajas temperaturas del invierno. Ahora, con el calentamiento global, pueden colonizar lugares cada vez m¨¢s al norte¡±, explica Agust¨ªn Estrada-Pe?a, catedr¨¢tico de Patolog¨ªa Animal de la Universidad de Zaragoza y experto en el artr¨®podo.
Se han hallado ejemplares en ¡°lugares tan disparatados como Alemania, Austria, Rep¨²blica Checa, Reino Unido y este a?o hasta en Noruega¡±, concreta el cient¨ªfico. Entre 1970 y 1980, la especie Hyalomma marginatum se distribu¨ªa por las zonas m¨¢s c¨¢lidas de Espa?a. El cambio se comienza a apreciar en la d¨¦cada siguiente, de 1991 a 2000, cuando la garrapata hab¨ªa disminuido en muchos lugares de Andaluc¨ªa, Extremadura y Castilla-La Mancha, conquistando ¨¢reas del norte peninsular. Los ¨²ltimos datos recogidos por Estrada-Pe?a apuntan a que, en la ¨²ltima d¨¦cada, de 2011 a 2020, estos artr¨®podos se encuentran por casi todo el norte, quedando libres las zonas monta?osas m¨¢s fr¨ªas entre Asturias y Castilla-Le¨®n y, en los Pirineos, los territorios que se encuentran por encima de los 800 metros. Lo que no se ha constatado en estos nuevos refugios de la especie es la existencia del virus. La garrapata transmite la fiebre de Crimea-Congo solo cuando est¨¢ contagiada y esto ocurre al alimentarse de animales infectados.
A partir de ese momento, el artr¨®podo puede transmitirlo durante toda su vida y a su descendencia. Si pica a un humano, este puede desarrollar la enfermedad y, en los casos de mala evoluci¨®n, la muerte sobreviene generalmente durante la segunda semana de la infecci¨®n, a consecuencia de hemorragias, fallo multiorg¨¢nico o un choque. ¡°La tasa de letalidad es de entre el 10% y el 40%¡±, concreta el Ministerio de Sanidad, aunque en los ¨²ltimos brotes registrados en Bulgaria, Turqu¨ªa y Rusia ha estado entre el 3% y el 15%. Lo fundamental es evitar la picadura. Para ello, se debe vestir ropa que tape brazos y piernas, y usar repelentes. Si se produce una mordedura, hay que retirar la garrapata lo m¨¢s r¨¢pidamente posible (si no se conoce la forma, lo mejor es acudir a los servicios sanitarios) lavar la zona con agua y jab¨®n y aplicar un producto desinfectante, adem¨¢s de vigilar la aparici¨®n de fiebre o inflamaci¨®n en el punto de picadura.
En Europa ¡°est¨¢n seriamente preocupados, porque es una garrapata de la costa mediterr¨¢nea y existe el peligro de que se formen poblaciones permanentes en sus territorios con el consiguiente riesgo para la salud p¨²blica¡±, sostiene el cient¨ªfico. Por eso, ¡°se lo est¨¢n tomando muy en serio y llevan a?os prepar¨¢ndose para amortiguar su impacto¡±, a?ade.
El primer encuentro con el virus
Fue en 2010 cuando el equipo de Estrada-Pe?a detect¨® el virus por primera vez en Espa?a. Se encontraba en garrapatas enganchadas en ciervos en la provincia de C¨¢ceres, en una zona lim¨ªtrofe con Portugal. Desde entonces, se ha confirmado la presencia del virus en garrapatas del g¨¦nero Hyalomma capturadas en animales silvestres y en vegetaci¨®n en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n, Andaluc¨ªa y Madrid.
En Espa?a, el virus se detect¨® en 2016 y ha causado tres muertes. La primera fue la de un hombre que falleci¨® nueve d¨ªas despu¨¦s de que le picara una garrapata en agosto de aquel a?o, en San Juan del Molinillo (?vila). Tambi¨¦n se infect¨® una de las enfermeras que lo atendi¨®, que super¨® la enfermedad. En agosto de 2018 se detect¨® el tercer caso de un cazador de 74 a?os en Helechosa de los Montes (Badajoz), que tambi¨¦n falleci¨®. Ese mismo a?o, hubo otro contagio, pero se recuper¨®. En 2020 hubo tres casos en Salamanca, de los que uno muri¨®. Este a?o se han detectado dos contagios, un ganadero en Salamanca y una senderista en el Bierzo. Ambos sobrevivieron.
Lo normal es que las garrapatas vivan un a?o, pero si no encuentran a ning¨²n hospedador, en condiciones ideales, podr¨ªan sobrevivir unos dos o tres a?os esperando. La especie Hyalomma marginatum pone entre 6.000 y 8.000 huevos. ¡°La eclosi¨®n puede ser de un 90%, pero la supervivencia depende de las condiciones ambientales, si el clima es demasiado seco muchas no salen adelante¡±, explica. La Asociaci¨®n Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental indica que se pueden realizar labores preventivas con un biocida o reduciendo la cantidad de vegetaci¨®n, porque ya est¨¢ en zonas muy cercanas a las ciudades como en los parques urbanos y periurbanos.
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