Las emisiones de CO? de China bajan un 8%, la mayor ca¨ªda en una d¨¦cada
Los confinamientos de la pol¨ªtica de covid cero, el par¨®n inmobiliario y la inversi¨®n en energ¨ªas renovables est¨¢n detr¨¢s del descenso
Una buena noticia en medio de tanto catastrofismo: las emisiones de di¨®xido de carbono (CO?) de China ¡ªel mayor emisor del mundo de este gas causante del cambio clim¨¢tico (en cifras globales, no per capita)¡ª, descendieron un 8% en el segundo trimestre de 2022. El dato supone una reducci¨®n de 230 millones de toneladas de CO?, la mayor ca¨ªda en al menos una d¨¦cada. El descenso se encuentra en parte relacionado con fen¨®menos poco o nada ligados a la lucha contra el cambio clim¨¢tico, como ...
Una buena noticia en medio de tanto catastrofismo: las emisiones de di¨®xido de carbono (CO?) de China ¡ªel mayor emisor del mundo de este gas causante del cambio clim¨¢tico (en cifras globales, no per capita)¡ª, descendieron un 8% en el segundo trimestre de 2022. El dato supone una reducci¨®n de 230 millones de toneladas de CO?, la mayor ca¨ªda en al menos una d¨¦cada. El descenso se encuentra en parte relacionado con fen¨®menos poco o nada ligados a la lucha contra el cambio clim¨¢tico, como la estricta pol¨ªtica de covid cero del pa¨ªs, las estrecheces de liquidez en el sector de la construcci¨®n (que suma en torno a un tercio de la econom¨ªa china) y el bajo crecimiento de la demanda de electricidad. Pero en el recorte tambi¨¦n ha influido el aumento de la energ¨ªa procedente de tecnolog¨ªas renovables, seg¨²n afirma un estudio publicado en septiembre en Carbon Brief, un medio digital con sede en el Reino Unido especializado en pol¨ªtica clim¨¢tica.
El informe, que parte de cifras oficiales y datos comerciales, muestra que las emisiones de China han disminuido en t¨¦rminos anuales durante cuatro trimestres consecutivos. Y desgrana en detalle los componentes de esa ca¨ªda. Entre otros: ¡°El consumo de petr¨®leo para el transporte se redujo significativamente debido a las medidas de control de covid¡±, se?ala el art¨ªculo, firmado por Lauri Myllyvirta, analista principal del Centre for Research on Energy and Clean Air (CREA).
En primavera, con la llegada de la variante ¨®micron a China, Pek¨ªn decret¨® el cierre de megaurbes como Shangh¨¢i, paralizando los movimientos y tambi¨¦n la econom¨ªa. El confinamiento en esta ciudad se prolong¨® m¨¢s de dos meses, y se extendi¨® a otras localidades y provincias, provocando entre otras cosas que el rendimiento de las refiner¨ªas de petr¨®leo cayera entre abril y junio un 11% y contribuyendo a una reducci¨®n de la demanda de gas del 5%, un tijeretazo ¡°notable¡±, se?ala el informe, ¡°porque la demanda de este combustible ha estado aumentando de forma continua desde principios de la d¨¦cada pasada¡å. Mientras gran parte del mundo ha decidido convivir con el virus, China sigue siendo la ¨²nica de las grandes potencias que persiste en la pol¨ªtica de mantener a cero los casos positivos de coronavirus, mediante testeos masivos de la poblaci¨®n y confinamientos en cuanto se detectan unas pocas infecciones.
Adem¨¢s, la crisis inmobiliaria que zarandea al gigante asi¨¢tico y mantiene numerosas obras paralizadas provoc¨® una ca¨ªda del 18% en la producci¨®n de acero y cemento. ¡°Los inicios y las finalizaciones de la construcci¨®n inmobiliaria cayeron un 44% y un 33% en el segundo trimestre, hasta el nivel m¨¢s bajo desde 2009, al intensificarse las dificultades financieras del sector¡±, se?ala el art¨ªculo.
Y cay¨® tambi¨¦n un 6% el uso del carb¨®n en la producci¨®n de energ¨ªa, como resultado del lento crecimiento del consumo el¨¦ctrico y del fuerte aumento de la generaci¨®n mediante tecnolog¨ªas renovables. Pero fue solo un espejismo: en verano sufri¨® un repunte, cuando China se enfrent¨® a la peor ola de calor en seis d¨¦cadas, lo que provoc¨® una dura sequ¨ªa en el sudeste del pa¨ªs. Se interrumpi¨® el suministro de agua y de la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica y oblig¨® a las autoridades a quemar m¨¢s carb¨®n para garantizar el abastecimiento de luz. Esta sequ¨ªa, sugiere el art¨ªculo, podr¨ªa reavivar el inter¨¦s por las fuentes de generaci¨®n no renovables, como el carb¨®n y el gas, cuyo suministro no corre el mismo riesgo ante fen¨®menos similares.
China aspira, en cualquier caso, a que en 2030 un cuarto de su consumo energ¨¦tico provenga de fuentes no f¨®siles, seg¨²n los compromisos clim¨¢ticos presentados por este pa¨ªs en octubre antes de la ¨²ltima cumbre del clima de la ONU en Glasgow. Para entonces, Pek¨ªn pretende contar con una capacidad e¨®lica y solar de 1.200 gigavatios, casi el doble de la cifra de finales de 2021 (306 gigavatios de capacidad de energ¨ªa solar y 328 gigavatios de capacidad e¨®lica, seg¨²n Reuters). El pa¨ªs tiene previsto alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2060.
La segunda econom¨ªa del planeta y el pa¨ªs m¨¢s poblado es tambi¨¦n el mayor inversor en energ¨ªas limpias del globo. Su apuesta verde alcanz¨® en 2021 los 380.000 millones de d¨®lares (una cantidad casi equivalente euros), seguida de la Uni¨®n Europea (260.000 millones de d¨®lares) y de Estados Unidos (215.000 millones de d¨®lares), seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa. Este organismo augura, adem¨¢s, el liderazgo mundial de Pek¨ªn en la expansi¨®n de ¡°capacidad renovable¡± en sus proyecciones a 2026, con una contribuci¨®n del 43% al crecimiento global de la producci¨®n energ¨¦tica mediante tecnolog¨ªas limpias; es decir: m¨¢s que EE UU, la UE, India y los pa¨ªses del sudeste asi¨¢tico juntos.
El carb¨®n es uno de sus talones de Aquiles en esta carrera. Pese a que Pek¨ªn ha fijado que su pico de consumo deber¨ªa alcanzarse antes de 2030, en los primeros seis meses de este 2022 ya ha concedido permisos para poner en marcha proyectos de este combustible equivalentes a 21 gigavatios, la mayor cantidad desde 2016, seg¨²n Carbon Brief. Esta medida, aparentemente contradictoria, sigue una l¨®gica habitual del Gobierno del pa¨ªs, opina Christoph Nedopil Wang, director del Centro de finanzas y desarrollo verde de la Universidad de Fudan, en Shangh¨¢i: ¡°China invierte fuertemente en renovables, pero tambi¨¦n en carb¨®n¡±, se?ala. ¡°Trata de equilibrar ambas cosas¡±.
La reciente ola de calor es un ejemplo de la paradoja, que este analista suele atribuir a las dos caras de China, ¡°el panda y el drag¨®n¡±, lo llama ¨¦l. Por un lado, el fen¨®meno de clima extremo, que ha provocado sequ¨ªas, drenado reservas de agua, da?ado cosechas y provocado cortes y racionamientos energ¨¦ticos, se asocia al cambio clim¨¢tico y supone una llamada a que las autoridades inviertan en tecnolog¨ªas verdes; por otro, los cortes de suministro hacen pensar que algunas tecnolog¨ªas renovables, como la hidroel¨¦ctrica, no son tan fiables. El resultado, resume el art¨ªculo de Carbon Brief: ¡°Es probable que la respuesta a estos cortes implique m¨¢s proyectos de energ¨ªa de carb¨®n en el centro de China y podr¨ªa allanar el camino para los proyectos de energ¨ªa nuclear en el interior, estancados durante m¨¢s de una d¨¦cada¡±.
La apuesta at¨®mica es otra de las baldosas con las que China proyecta el camino a la descarbonizaci¨®n: el pa¨ªs tiene en funcionamiento 53 reactores nucleares y otros 23 en fase de construcci¨®n. Desde 2021, se han puesto en marcha cinco nuevas unidades de energ¨ªa nuclear y se ha iniciado la construcci¨®n de otras nueve, seg¨²n ha recogido este viernes un art¨ªculo del diario oficialista China Daily. En 2022, Pek¨ªn ha dado luz verde a cinco proyectos, impulsados por 10 reactores nucleares, un r¨¦cord desde 2011. Los planes de Pek¨ªn pretenden elevar la capacidad de generaci¨®n nuclear de los 51 gigavatios de 2020 a 70 gigavatios en 2025.
El analista de la Universidad de Fudan alerta adem¨¢s de que la creciente tensi¨®n geopol¨ªtica podr¨ªa entorpecer la agenda clim¨¢tica. En agosto, tras la visita a Taiw¨¢n de Nancy Pelosi, presidenta de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, Pek¨ªn respondi¨® de forma enfurecida sacando al Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Popular al Estrecho de Formosa y suspendiendo la colaboraci¨®n con Washington en temas clave, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Gran parte de la reducci¨®n de emisiones globales, apunta Nedopil Wang, tiene mucho que ver con un di¨¢logo m¨¢s bien rutinario, en el que se acuerdan est¨¢ndares en campos como las finanzas verdes o los cargadores de los coches el¨¦ctricos. Esa cooperaci¨®n ha saltado por los aires y podr¨ªa suponer ¡°un paso atr¨¢s en las negociaciones¡± entre las dos potencias.