Los j¨®venes reclaman su sitio en la mesa de negociaci¨®n de la cumbre del clima
La primera enviada especial de la juventud de la historia de las COP, la egipcia Omnia el Omrani, pide una cuota para que los menores de 35 a?os est¨¦n representados. ¡°Queremos m¨¢s ambici¨®n¡±, dice una activista
¡°Mientras otros deciden nuestro futuro, querr¨ªamos tener una voz¡±, dice ir¨®nica la activista medioambiental Mar¨ªa Serra mientras sobrevuelan por la cabeza decenas de aviones ensordecedores que van a aterrizar al aeropuerto de Sharm el Sheij, la tur¨ªstica ciudad egipcia que acoge la Cumbre del Clima, COP27. ¡°Hemos creado un sistema capitalista, consumista, y explotador de otras regiones del mundo. Y a la vez nos hemos acostumbrado a vivir en ¨¦l, pero estamos precarizados y deprimidos. Todo necesita cambios radicales y l...
¡°Mientras otros deciden nuestro futuro, querr¨ªamos tener una voz¡±, dice ir¨®nica la activista medioambiental Mar¨ªa Serra mientras sobrevuelan por la cabeza decenas de aviones ensordecedores que van a aterrizar al aeropuerto de Sharm el Sheij, la tur¨ªstica ciudad egipcia que acoge la Cumbre del Clima, COP27. ¡°Hemos creado un sistema capitalista, consumista, y explotador de otras regiones del mundo. Y a la vez nos hemos acostumbrado a vivir en ¨¦l, pero estamos precarizados y deprimidos. Todo necesita cambios radicales y la juventud es m¨¢s propensa a ello¡±, resume esta catalana de 20 a?os y de afilada ret¨®rica en su tercera COP.
Esta cumbre es la primera que cuenta con una enviada especial de la juventud designada por la presidencia de la COP, la egipcia Omnia el Omrani, de 27 a?os, una residente de cirug¨ªa pl¨¢stica elegida para promover la inclusi¨®n de los j¨®venes en la conferencia. Cree que hay que hacer hueco a las nuevas generaciones: ¡°si [yo] fuera parte de las negociaciones, la prioridad ser¨ªa reclamar una cuota espec¨ªfica para que los j¨®venes de menos de 35 a?os est¨¦n representados en las delegaciones oficiales de los pa¨ªses y en los procesos de negociaci¨®n¡±.
En el complejo sistema de toma de decisiones de la COP, algunas delegaciones apenas consideran a los j¨®venes en sus procesos. Otras, como la de Espa?a, los incluyen para que acudan al encuentro, pero como observadores. Y otras, como la de Chile, permiten que los j¨®venes participen en las mesas nacionales. Ya los siguientes niveles, extremadamente t¨¦cnicos y pol¨ªticos, se van convirtiendo cada vez en m¨¢s inaccesibles para ellos. ¡°Saben que tienen que incluirnos en las decisiones finales, pero no les interesa porque somos dif¨ªciles de controlar y m¨¢s radicales¡±, considera Serra. La activista recuerda que su preocupaci¨®n por el cambio clim¨¢tico surgi¨® cuando ten¨ªa 16 a?os y vio en Netflix el documental Antes de que sea tarde, de Leonardo Di Caprio, y alucin¨® con la inacci¨®n ante la emergencia clim¨¢tica. Ahora es embajadora del pacto clim¨¢tico europeo y, ante las puertas cerradas que se encuentra, persigue a pol¨ªticos por los pabellones y las reuniones de la cumbre junto a sus compa?eras de la plataforma internacional Earth Uprising, para que escuchen lo que les tienen que decir y tomen en cuenta su perspectiva: ¡°Queremos m¨¢s ambici¨®n, que se hable m¨¢s de p¨¦rdidas y da?os para los pa¨ªses en desarrollo y que no se rindan en conseguir los 1,5 grados de calentamiento global, que ya ser¨ªa una cat¨¢strofe¡±, resume. ¡°Que no sea as¨ª es como si nos condenaran a muerte, pero como si fuera por casualidad¡±, ilustra. ¡°Queremos que nos miren a la cara porque nosotros llevamos un tono diferente. ?Qu¨¦ dices a los j¨®venes cuando los tienes delante? Tenemos que cambiar¡±, exhorta.
El documento de la Declaraci¨®n global de la Juventud de la COP recoge en varios puntos la demanda de una participaci¨®n juvenil m¨¢s significativa en los procesos de negociaci¨®n, los definitivos. Y en el mensaje de apertura del texto destacan: ¡°En este momento cr¨ªtico, la COP27 debe demostrar un progreso tangible en el cumplimiento de los compromisos y promesas hechas en Par¨ªs y Glasgow. En primer lugar, debe comprometerse con un mecanismo de financiaci¨®n dedicado para p¨¦rdidas y da?os (...)¡±, se lee. En segundo lugar, piden una transici¨®n justa en los modelos de desarrollo; y en tercero, facilitar la cooperaci¨®n y el di¨¢logo internacional. Despu¨¦s dedican una veintena de apartados para temas que consideran prioritarios como gestionar el mercado de la energ¨ªa o abandonar los combustibles f¨®siles, siempre con el respeto a los derechos humanos en el centro de toda acci¨®n, y sin olvidar las medidas para no superar los 1,5 grados de calentamiento global.
Para conseguir estos objetivos, centenares de j¨®venes se mueven ¨¢giles entre la extrema complejidad de las agendas de los pol¨ªticos en la COP, las reuniones a puerta cerrada y de las delegaciones de los pa¨ªses, e incluso los encuentros elitistas que se celebran con invitaci¨®n en hoteles de lujo de la ciudad, fuera del recinto. La hispanocolombiana Irene Vivas, de la delegaci¨®n de j¨®venes verdes europeos, ha llegado a la COP en autob¨²s tras 10 horas de viaje desde El Cairo. Cuenta que se ha plantado por sorpresa delante del presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, y le ha preguntado qu¨¦ va a hacer para detener la extracci¨®n de combustibles f¨®siles. ¡°Se ha justificado diciendo que est¨¢n las sanciones de EE UU y que tiene que garantizar las medicinas, la salud y la vivienda. Pero al final me ha dicho: ¡®vamos a seguir extrayendo petr¨®leo 50 a?os¡±, asegura la activista, que coincide en reclamar el objetivo de 1,5 grados y asumir la responsabilidad de las p¨¦rdidas y da?os ¡°por la explotaci¨®n de recursos de nuestro desarrollo. Quien contamina, paga¡±, apunta.
El joven Aubrei Joe, de Nigeria, constata c¨®mo les afecta ya el cambio clim¨¢tico: ¡°En mi pa¨ªs, cada uno tiene una experiencia de c¨®mo influyen los combustibles f¨®siles y la poluci¨®n en sus vidas. Por una cosa o por otra¡±, lamenta. Acaban de vivir una de las peores inundaciones de su historia con al menos 600 muertos. Pero no es solo eso. Tambi¨¦n sufren vertidos, aumento del nivel del mar, destrucci¨®n del medio ambiente...., enumera. ¡°Y afecta mucho a las tierras ancestrales y sus habitantes, que tienen que dejarlas¡±, detalla. Por eso cree firmemente que su pa¨ªs deber¨ªa desarrollarse solo con energ¨ªas renovables y no seguir las sendas de desarrollo de occidente, un debate que sobrevuela este encuentro internacional. ¡°Todo lo relacionado con gas y petr¨®leo tiene impacto¡±, reclama haci¨¦ndose eco de otras de las grandes protestas de los j¨®venes en el encuentro: parar todo desarrollo de los combustibles f¨®siles.
Empezar por la educaci¨®n ambiental
La chilena Gabriela Herrera, de 24 a?os, participa en un proyecto de voces juveniles para una constituci¨®n ecol¨®gica en su pa¨ªs. En el pabell¨®n de Chile presenta los resultados de una iniciativa en la que han colaborado 200 j¨®venes de una media de 22 a?os. Ante la pregunta de qu¨¦ tres propuestas deber¨ªa recoger el texto, la primera respuesta es alcanzar un derecho a una educaci¨®n socioambiental de calidad con enfoque territorial desde los seis a?os. ¡°No tenemos ninguna formaci¨®n en el medio ambiente, quiz¨¢s algo de biodiversidad. Necesitamos entender el entorno y el medio f¨ªsico, tomar conciencia, saber el funcionamiento de las regulaciones en el pa¨ªs. Y que sea transversal, no que sea un curso y que se olvide¡±, resume Herrera, que cuenta que van a mandar al ministerio de Educaci¨®n una propuesta de curr¨ªculum en este sentido.
Sus conclusiones coinciden con las que se pueden extrapolar al resto de pa¨ªses estudiadas por Won Byun, especialista en Educaci¨®n Sostenible de la Unesco. ¡°Cuando hablo con los j¨®venes, son inspiradores, claros y comprometidos. Quieren que se tomen en cuenta sus demandas, que haya contenido y pedagog¨ªa en lo que aprenden, que se capacite a los docentes, que se involucren las comunidades locales y los pol¨ªticos. Quieren entender el cambio clim¨¢tico en sus diferentes dimensiones: social, econ¨®mica, cultural y sanitaria, como la ecoansiedad. La preocupaci¨®n por estos aspectos es cada vez mayor¡±, apunta esta analista, que a?ade que aspiran a ser m¨¢s cr¨ªticos con la situaci¨®n. ¡°Y no solo en la escuela, sino tambi¨¦n en la sociedad civil, con campesinos, pol¨ªticos... Algo que les permita convertirse en ciudadanos involucrados en el cambio de la sociedad. Al principio, el cambio clim¨¢tico se trataba con carteles, dibujos y cosas as¨ª, una educaci¨®n muy pasiva¡±, contrapone.
La Declaraci¨®n global de la juventud en la COP recoge tambi¨¦n estas demandas y solicita a las partes y a la ONU proporcionar ¡°educaci¨®n sobre justicia clim¨¢tica universal, accesible, diversa en idiomas, espec¨ªfica para cada territorio, formal e informal y que est¨¦ vinculada con la agenda de educaci¨®n para el desarrollo sostenible¡±. Instan tambi¨¦n a promover el emprendimiento verde e impartir conocimiento sobre el impacto social y ambiental de la crisis. ¡°Pedimos educaci¨®n de calidad y sin lucro¡±, concluye Herrera.
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