El pelo de los bisontes, detector del cambio global en el ¨²ltimo bosque virgen de Europa
Un estudio de los pelos de 50 especies de Bialowieza (Polonia), recogidos en siete d¨¦cadas, revela los efectos invisibles de la emisi¨®n de combustibles f¨®siles
Hace m¨¢s de una d¨¦cada, un grupo de cient¨ªficos comenz¨® a buscar pelos de los animales que viven en el bosque de llanura de Bialowieza (Polonia), el ¨²ltimo que se conserva virgen en Europa. El equipo rastreaba si las modificaciones asociadas al cambio global hab¨ªan alcanzado a este tipo de ecosistemas naturales, todav¨ªa primigenios, y las encontraron: all¨ª estaban impresas en los is¨®topos de carbono y nitr¨®geno de los pelos de 50 especies de mam¨ªferos recogidos entre 1946 y 2011. Para lo...
Hace m¨¢s de una d¨¦cada, un grupo de cient¨ªficos comenz¨® a buscar pelos de los animales que viven en el bosque de llanura de Bialowieza (Polonia), el ¨²ltimo que se conserva virgen en Europa. El equipo rastreaba si las modificaciones asociadas al cambio global hab¨ªan alcanzado a este tipo de ecosistemas naturales, todav¨ªa primigenios, y las encontraron: all¨ª estaban impresas en los is¨®topos de carbono y nitr¨®geno de los pelos de 50 especies de mam¨ªferos recogidos entre 1946 y 2011. Para localizar esas valiosas muestras de bisontes, linces, lobos, musara?as, topillos o murci¨¦lagos (los ¨²nicos mam¨ªferos voladores), entre otros, los cient¨ªficos indagaron en colecciones de museos y particulares, incluso llamaron a la puerta de viviendas privadas.
Con paciencia y meticulosidad han demostrado que los animales que viven en lugares bien conservados pueden ¡°actuar como canarios en una mina, proporcionando se?ales de advertencia de los cambios ambientales y convertirse en centinelas que ayuden a detectar impactos invisibles del cambio global de una forma m¨¢s hol¨ªstica¡±, indican. Los resultados de la investigaci¨®n se han publicado en Global Change Biology. Los cient¨ªficos consideran, adem¨¢s, que estos par¨¢metros se deber¨ªan controlar y monitorear de forma habitual.
¡°Hay zonas del bosque que no se han tocado jam¨¢s y hemos conseguido unas muestras imposibles de encontrar en otro lugar de Europa¡±, se?ala Nuria Selva, investigadora de la Academia de Ciencias de Polonia y autora principal del documento en el que tambi¨¦n han participado cient¨ªficos del CSIC y de las universidades de Sevilla, Huelva y de la de Ontario (Canad¨¢). ¡°Si no es por el an¨¢lisis de los pelos¡±, puntualiza, nunca se habr¨ªan percatado de lo que estaba sucediendo. El examen concluye que la proporci¨®n de is¨®topos de carbono del pelaje, por ejemplo, de un bisonte de una colecci¨®n de hace 70 a?os es distinta de la de uno de los que viven en la actualidad. Esto se debe al incremento de di¨®xido de carbono (CO?) ¨Del principal gas de efecto invernadero¨D en la atm¨®sfera, que se incorpora a la vegetaci¨®n del bosque de Bialowieza y de ah¨ª pasa a los animales cuando se alimentan. ¡°Aunque las emisiones de combustibles f¨®siles se emitan en China, llegan hasta aqu¨ª¡±, reflexiona Selva.
Uno de los hallazgos m¨¢s notables del estudio fue la clara disminuci¨®n de la proporci¨®n de los is¨®topos de nitr¨®geno en los pelos de los animales testados. Este resultado coincide con la bajada observada en la concentraci¨®n de nitr¨®geno en las hojas de los ¨¢rboles del bosque de Bialowieza, explica Keith Hobson, otro de los autores del estudio y experto en ecolog¨ªa de is¨®topos estables. Lo que, al mismo tiempo, se alinea con otras investigaciones que han llegado a conclusiones semejantes en bosques naturales. Por ejemplo, un estudio de los saltamontes de las praderas de Norteam¨¦rica confirm¨® que la disponibilidad de nitr¨®geno est¨¢ disminuyendo en las plantas. ¡°Eso puede tener un efecto a largo plazo, sobre todo en los herb¨ªvoros, porque baja la tasa reproductiva de las especies, que comen la misma cantidad de hojas, pero de peor calidad nutricional¡±, a?ade.
Lo que teme Selva es que se produzcan cambios importantes sobre las redes tr¨®ficas [conjunto de cadenas alimentarias de un ecosistema interconectadas entre s¨ª mediante relaciones de alimentaci¨®n]. ¡°Si cambian los ciclos b¨¢sicos del nitr¨®geno, afecta a los cimientos de esa red, y ser¨ªa un efecto en cascada cuyas consecuencias desconocemos¡±, comenta.
En la localizaci¨®n de los pelos jug¨® un papel fundamental la colecci¨®n que atesora el Instituto de Investigaciones de Mam¨ªferos de la Academia de Ciencia Polaca, que comenz¨® a tomar muestras de animales de forma sistem¨¢tica desde el final de la II Guerra Mundial y a llevar a cabo estudios sobre la dieta a trav¨¦s de los excrementos. ¡°Nos encontramos cajitas de cerillas de los a?os cuarenta o cincuenta del siglo pasado con muestras de una especie de musara?a nueva para el bosque¡±, explica Selva. El equipo cient¨ªfico tom¨® pelos de los mam¨ªferos disecados, pero les cost¨® encontrar de linces o de lobos. ¡°Nos dec¨ªan: ¡®ese cazador tiene un lince disecado en su casa? y all¨ª nos ¨ªbamos. Luego nos faltaban musara?as y hab¨ªa que encontrarlas¡±, relata Selva, que conoce bien el terreno y a los cazadores y lugare?os al haber vivido all¨ª 22 a?os. Tambi¨¦n se toparon con problemas para localizar muestras de murci¨¦lagos, para lo que les ayud¨® un investigador local.
El bosque de Bialowieza abarca 150.000 hect¨¢reas, que comparten Polonia y Bielorrusia, de las cuales 10.000 forman el parque nacional y 6.000 el bosque primitivo, donde la intervenci¨®n humana es m¨ªnima. Su importancia se reconoci¨® hace d¨¦cadas, al ser declarado Reserva de la Biosfera en 1977 y Patrimonio Mundial de la Unesco en 1979. A pesar de las protecciones, el enclave ha sufrido diferentes agresiones. La ¨²ltima se produjo con la construcci¨®n de un enorme muro de 5,5 metros de altura y 186 kil¨®metros de longitud, que pretende impedir la afluencia de migrantes desde Bielorrusia. La barrera no solo ha sido denunciada por las organizaciones de derechos humanos, sino por grupos ecologistas y cient¨ªficos que advierten del atentado que constituye contra la fauna de este enclave ¨²nico. La barrera atraviesa la zona de reserva y bloquea las rutas migratorias de bisontes, lobos y ciervos, m¨¢s si se tiene en cuenta que la frontera entre ambos pa¨ªses es uno de los corredores utilizados por la fauna entre Europa del Este y Eurasia.
Ya en 2016 el Gobierno polaco llev¨® a cabo una tala masiva de ¨¢rboles en varias zonas de la reserva ¡ªlim¨ªtrofes con el parque nacional¡ª con el pretexto de hacer frente a una plaga de escarabajos que estaba matando a la con¨ªfera m¨¢s abundante del bosque. Polonia suspendi¨® los trabajos en 2018 tras una orden del Tribunal de Justicia de la UE y la amenaza de una multa de 100.000 euros por d¨ªa que incumpliese la sentencia.
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