El modelo de ciudad compacta ideal para el medio ambiente muestra mayores tasas de mortalidad
Los resultados de un estudio con 919 urbes europeas no reflejan las supuestas ventajas para la salud de las localidades con mayor densidad de poblaci¨®n, donde se necesita menos el coche y se puede caminar m¨¢s
Una ciudad compacta se caracteriza por concentrar m¨¢s poblaci¨®n en menos espacio por medio de grandes edificios. Es el caso de Barcelona, Par¨ªs o Basilea. Te¨®ricamente, este tipo de urbanismo com¨²n en ciudades antiguas del Mediterr¨¢neo resulta m¨¢s eficiente, acorta la distancia de los desplazamientos y favorece ir a los sitios caminando o en bici. El modelo opuesto es el de las urbes que ocupan grandes extensiones con una densidad reducida, como Helsinki, Rennes o Estocolmo. Estas suelen tener ...
Una ciudad compacta se caracteriza por concentrar m¨¢s poblaci¨®n en menos espacio por medio de grandes edificios. Es el caso de Barcelona, Par¨ªs o Basilea. Te¨®ricamente, este tipo de urbanismo com¨²n en ciudades antiguas del Mediterr¨¢neo resulta m¨¢s eficiente, acorta la distancia de los desplazamientos y favorece ir a los sitios caminando o en bici. El modelo opuesto es el de las urbes que ocupan grandes extensiones con una densidad reducida, como Helsinki, Rennes o Estocolmo. Estas suelen tener m¨¢s zonas verdes, pero tambi¨¦n aumentan la dependencia del coche privado y crean m¨¢s distancias entre los vecinos. Por todo ello, en Europa se suele considerar que la ciudad compacta es el dise?o ¨®ptimo para promover un urbanismo m¨¢s saludable y sostenible. O al menos as¨ª es en la teor¨ªa. Un estudio publicado ahora en The Lancet Planetary Health, a partir de datos reales de 919 ciudades europeas, encuentra que estas urbes con m¨¢s densidad de poblaci¨®n s¨ª muestran una menor huella ambiental, pero tambi¨¦n exponen a la gente a una peor calidad del aire y a un mayor efecto isla de calor, arrojando mayores tasas de mortalidad. En las ciudades compactas la media es de 1.124 muertes no accidentales al a?o por cada 100.000 habitantes, frente a los 1.003 fallecimientos de las de menor densidad.
¡°La verdad, ha sido una sorpresa, esper¨¢bamos que en las ciudades compactas hubiera menores tasas de mortalidad porque pens¨¢bamos que la gente har¨ªa m¨¢s actividad f¨ªsica caminando¡±, comenta Mark Nieuwenhuijsen, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), entidad impulsada por la Fundaci¨®n La Caixa que ha liderado el trabajo cient¨ªfico. Como explica, una cosa es que el dise?o de estas ciudades permita caminar m¨¢s o usar m¨¢s el transporte p¨²blico y otra que los ciudadanos est¨¦n realmente usando menos el coche privado. ¡°Se siguen viendo muchos autom¨®viles en estas urbes, lo que causa mucha contaminaci¨®n del aire y ocupa mucho espacio que se podr¨ªa dedicar a zonas verdes¡±, recalca Nieuwenhuijsen.
La investigaci¨®n analiza 919 ciudades europeas clasific¨¢ndolas de cuatro formas distintas: ciudades compactas de alta densidad, ciudades abiertas de baja altura y densidad media, ciudades abiertas de baja altura y baja densidad y ciudades verdes de baja densidad. Los resultados confirman que las urbes compactas con m¨¢s densidad de poblaci¨®n generan menores emisiones de CO? per c¨¢pita, dado que las distancias de desplazamiento son menores y los servicios utilizados por los ciudadanos (recogida de residuos, agua, electricidad...) pueden proporcionarse de forma m¨¢s eficiente.
Sin embargo, estas urbes tambi¨¦n registran mayores niveles de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y un mayor efecto isla de calor, as¨ª como una mayor tasa de mortalidad. En el lado opuesto, las urbes de baja densidad formadas por viviendas bajas y m¨¢s zonas verdes son peores para el medio ambiente desde el punto de vista de las emisiones per c¨¢pita, por requerirse m¨¢s el uso del coche privado y generar distancias m¨¢s largas. En cambio, muestran unos mejores indicadores en calidad del aire, efecto isla de calor y mortalidad.
Las ciudades tienen una gran importancia para el medio ambiente, pues el 55% de la poblaci¨®n mundial vive ya en zonas urbanas, un porcentaje que alcanza el 75% en Europa. Es desde estos espacios donde se demanda una mayor cantidad de recursos (energ¨ªa, agua, materiales, comida...). De hecho, las zonas urbanas est¨¢n detr¨¢s del 75% de las emisiones mundiales que causan la crisis clim¨¢tica. As¨ª pues, c¨®mo se dise?en estos espacios urbanos puede traducirse en un aumento significativo o una reducci¨®n de la huella humana en el conjunto del planeta.
A pesar de los resultados de este estudio, los investigadores de este trabajo siguen considerando a la ciudad compacta como la m¨¢s adecuada, pues consideran que desde un punto de vista conceptual tienen importantes beneficios, como reducir la dependencia del coche, aumentar la actividad f¨ªsica, acercar el acceso a los servicios, incrementar las interacciones sociales o reforzar el sentimiento de comunidad. No obstante, inciden tambi¨¦n en que las ciudades compactas deben superar una transici¨®n para que estas te¨®ricas ventajas se traduzcan en resultados reales en la calidad del aire o la mortalidad.
¡°Es el mejor modelo de ciudad¡±, recalca Nieuwenhuijsen. ¡°La mayor parte de la poblaci¨®n vive en urbes compactas, all¨ª se generan menos emisiones de CO? per c¨¢pita, hay m¨¢s transporte p¨²blico, la gente usa m¨¢s la bicicleta. Por supuesto, el problema son los niveles de contaminaci¨®n del aire y hay menos espacios verdes, pero es m¨¢s sencillo cambiar las ciudades compactas para que sean m¨¢s saludables que intentar transformar las ciudades con menor densidad de poblaci¨®n para que sean m¨¢s densas¡±, recalca el investigador. El estudio recomienda mejorar el transporte p¨²blico para reducir el uso del autom¨®vil privado y promover algunos dise?os innovadores de ciudad como las supermanzanas de Barcelona, los barrios de tr¨¢fico lento en Londres o los vecindarios libres de coches como el de Friburgo. A este respecto, si bien el estudio no lo menciona, es destacable el retraso de las ciudades espa?olas para poner en marcha las zonas de bajas emisiones.
De las 919 urbes analizadas, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n resid¨ªa en ciudades compactas de alta densidad (68 millones de personas) y ciudades abiertas de baja altura y densidad media (56 millones), en comparaci¨®n con los tipos de ciudades abiertas de baja altura y baja densidad (38 millones) y con las ciudades verdes de baja densidad (27 millones).
Aunque el estudio relaciona las tasas de mortalidad con la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, la existencia de espacios verdes o el efecto isla de calor, el propio trabajo advierte que no se han tenido en cuenta otros posibles factores como el nivel socioecon¨®mico, los h¨¢bitos de la poblaci¨®n o los servicios de atenci¨®n m¨¦dica. ¡°Las ciudades analizadas est¨¢n bastante bien repartidas por Europa, por lo que esto no deber¨ªa ser un problema importante, pero est¨¢ claro que es una limitaci¨®n a tener en cuenta¡±, reconoce Nieuwenhuijsen. ¡°Sabemos que el nivel socioecon¨®mico es muy relevante para la mortalidad, puede haber una diferencia de 10 a?os en la esperanza de vida entre unos vecindarios pobres y otros ricos, pero no hay datos buenos sobre este aspecto para poder incluirlos¡±.
Puedes seguir a Clima y Medio Ambiente en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal