Esp¨ªas en las marchas y falsos avisos a la Guardia Civil: las artima?as para desactivar a los ecologistas
Las defensas de los cuatro acusados de meter coca¨ªna en el coche del activista Juan Clavero para destruir su reputaci¨®n consiguen que solo se dirima si cometieron denuncia falsa y que quede fuera la organizaci¨®n criminal y la detenci¨®n ilegal
En una realidad alternativa que a punto estuvo de materializarse, el hist¨®rico ecologista gaditano Juan Clavero habr¨ªa comparecido este martes de pie como acusado y no sentado como testigo ante en la Secci¨®n Octava de la Audiencia Provincial de C¨¢diz en Jerez de la Frontera. Apenas ha podido contener la emoci¨®n al recordar ante el tribunal ese 26 de agosto de 2017 en el que acab¨® engrilletado y acusado de portar en su furgoneta una bolsa con 47 gramos de coca¨ªna. ¡°El titular [de prensa] era ¡®un dirigente ecologista detenido por tr¨¢fico de drogas¡¯. Estaba claro que el objetivo era destruirme¡±, ha explicado el tambi¨¦n bi¨®logo con voz entrecortada. Pero ese universo alternativo no prosper¨® y los cuatro supuestos art¨ªfices de esa trampa, que consist¨ªa en colocar droga en el coche del ecologista, han comparecido como investigados en un juicio en el que est¨¢n acusados de denuncia falsa y simulaci¨®n de delito.
Todos los acusados estaban vinculados en el momento de la denuncia a la gesti¨®n de la finca La Bre?a del Agua, ubicada de la Sierra de C¨¢diz y atravesada por caminos de dominio p¨²blico en disputa. El fiscal Francisco Garc¨ªa Cantero pide un a?o y medio de prisi¨®n para cada uno y el pago de una indemnizaci¨®n de 20.000 euros a Clavero, pero podr¨ªa haber sido mucho peor para ellos. La primera de las dos sesiones ¡ªest¨¢ previsto que la causa quede ma?ana vista para sentencia¡ª comenz¨® con Jos¨¦ Miguel Herrera, entonces administrador de la Bre?a del Agua; Manuel Alcaide, art¨ªfice de colocar la droga; ?scar Gonz¨¢lez, se?alado por dar el falso aviso a la Guardia Civil, y Juan Luis P¨¦rez, capataz de la finca, acusados de detenci¨®n ilegal y organizaci¨®n criminal, delitos por los que la acusaci¨®n particular popular les ped¨ªan hasta siete a?os de c¨¢rcel. Hasta que la magistrada presidenta del tribunal, Lourdes Mar¨ªn, acept¨® la cuesti¨®n previa planteada por una de las abogadas de las defensas, Carmen Oteo, en la que plante¨® que esos dos delitos a?adidos constitu¨ªan una acusaci¨®n ¡°sorpresiva¡±, dado que se produjeron a posteriori del auto de incoaci¨®n de procedimiento abreviado en el que solo qued¨® fijada la investigaci¨®n por denuncia falsa.
Los cuatro est¨¢n acusados desde 2017 de urdir una supuesta trampa a Clavero, hartos de que ¨¦l y otros miembros de Ecologistas en Acci¨®n organizasen marchas y caminatas para reivindicar el libre paso por el camino p¨²blico que va de Benamahoma a Zahara de la Sierra por La Bre?a del Agua, una finca privada de 1.600 hect¨¢reas propiedad del millonario belga Marnix Galle que cerr¨® el paso por esa v¨ªa. Grabaciones de c¨¢maras de seguridad y de llamadas telef¨®nicas, mensajes de WhatsApp y testigos les ubican como supuestos organizadores de la colocaci¨®n de la droga. En estos siete a?os nunca se hab¨ªa escuchado su versi¨®n de los hechos, despu¨¦s que se negasen a declarar ante la Guardia Civil y el juzgado de Ubrique que instruy¨® la causa. Pero este jueves, a preguntas ¨²nicamente de sus abogados, han perfilado un relato en el que solo han reconocido que Alcaide acudi¨® a la marcha haci¨¦ndose pasar por ecologista como infiltrado contratado por Bre?a del Agua Investments S.L., mercantil que en el proceso judicial figura como responsable civil subsidiaria de lo ocurrido.
¡°Era costumbre poner [infiltrados] en todas las marchas para que nos dijesen el objeto de la marcha y el camino¡±, ha declarado Herrera, que ha asegurado que tomaban esas medidas por los enfrentamientos que se produc¨ªan con los ecologistas en esas caminatas. Pero la tarde de ese 26 de agosto, terminada la marcha por el camino, el artificio supuestamente escal¨® a delito, despu¨¦s de que el administrador diese aviso a las 15.20 a un cabo del Seprona de Ubrique para advertirle que la furgoneta blanca de Clavero llevaba ¡°bastante cantidad de droga¡± y darle las coordenadas de d¨®nde poder encontrarla. Poco despu¨¦s, a las 15.40, ?scar Gonz¨¢lez tambi¨¦n lanz¨® el mismo aviso al centro de operaciones de C¨¢diz desde una cabina de El Bosque. La llamada qued¨® grabada y una camarera de la zona, testigo este jueves, ha corroborado que era la voz de Gonz¨¢lez, pese a que ¨¦l ha defendido que para el d¨ªa de los hechos ya hab¨ªa sido despedido de la finca por problemas personales.
Alcaide ha reconocido tambi¨¦n que fue ¨¦l el que compr¨® y escondi¨® la bolsa con papelinas de coca¨ªna ¡ªsali¨® de una colecta de varios amigos para comprarla, seg¨²n su testimonio¡ª tras el asiento del copiloto de la furgoneta de Clavero, pero ha desmentido que lo hiciese a encargo de Herrera: ¡°Nadie me dijo que la dejase¡±. Seg¨²n su relato, se puso nervioso despu¨¦s de escuchar a los ecologistas comentar durante la marcha que esas caminatas a veces terminaban con llamadas a la Guardia Civil para que mediasen en los encontronazos con los trabajadores de la finca. ¡°Me cago [de miedo] y dejo la droga en el veh¨ªculo (¡). A Jos¨¦ Miguel [Herrera] para quedar bien le dije que hab¨ªa visto una bolsa blanca en el coche que me parec¨ªa sospechosa¡±, ha a?adido a preguntas de su abogada.
Pero Alcaide no ha llegado a explicar porqu¨¦ no arroj¨® la droga en el campo justo cuando le hablan de la Guardia Civil y no horas despu¨¦s, acabada la marcha y despu¨¦s de que argumentase haber perdido unas gafas para acabar montado en la furgoneta de Clavero, como ha explicado este y han corroborado dos ecologistas m¨¢s como testigos. Herrera ha alimentado esa tesis de defensa, esbozada a duras penas por Alcaide, al asegurar que avis¨® al cabo del Instituto Armado de la presencia de droga, despu¨¦s de la alerta de su infiltrado y no porque ¨¦l lo orquestase: ¡°No hice eso nunca ni a ¨¦l ni a nadie¡±.
La voz de alarma de Herrera y Gonz¨¢lez surti¨® efecto. Despu¨¦s de la err¨¢tica y sospechosa actitud de Alcaide ¡ªcon cambios de argumentos y llamadas constantes a Herrera camufladas diciendo que eran a su mujer¡ª y de que ¨¦ste se bajase pocos minutos antes, una patrulla de la Guardia Civil dio el alto a Clavero, pasadas las cinco de la tarde de ese d¨ªa. ¡°Se pusieron a registrar. Les pregunt¨¦ qu¨¦ estaban buscando. El cabo me peg¨® un grito para que me alejase 100 metros. Vi que ten¨ªa un tel¨¦fono en sus manos (¡). Uno me ense?¨® una bolsa y sin abrir me dijo ¡®?Esto es tuyo? Esto es droga, es coca¨ªna¡¯ y me pusieron los grilletes¡±, ha explicado el testigo.
Esa escena tiene el respaldo de los mensajes de WhatsApp que Herrera se intercambi¨® con el cabo. Primero, advirti¨® al guardia civil de la llegada del veh¨ªculo. Luego el agente lleg¨® a llamarle para decir que no encontraban la droga. El administrador telefone¨® entonces a Alcaide y le precis¨® a¨²n m¨¢s por un mensaje referido por el fiscal en su escrito de calificaci¨®n: ¡°Detr¨¢s del asiento del copiloto. Borra esto¡±. El administrador ¡ªcuyo padre antes era due?o de la finca y que se qued¨® trabajando para el empresario belga cuatro a?os m¨¢s desde que este la compr¨® en 2014¡ª ha asegurado en la sala que lo de eliminar el mensaje solo era para no verse implicado con los ecologistas, con los que no ten¨ªa una buena relaci¨®n.
Clavero estuvo m¨¢s de 20 horas detenido, en ese lapso siete agentes registraron su casa de Benamahoma ante la at¨®nita mirada de su mujer y su hija y de ¨¦l mismo esposado, seg¨²n ha explicado visiblemente emocionado. ¡°El juez [de Instrucci¨®n] sobresey¨® el caso diciendo que todo hab¨ªa sido una trampa. Despu¨¦s de una vida dedicada a la ense?anza y al derecho de la defensa de lo p¨²blico que me vea implicado en un caso de droga¡¡±, ha apuntado el ecologista, poco antes de terminar su intervenci¨®n como testigo. Este mi¨¦rcoles est¨¢ previsto que declaren los guardias civiles que participaron en ese operativo y que investigaron la trampa que enred¨® a Clavero que, en la primera sesi¨®n, ha respirado aliviado porque el caso, aunque tarde, por fin llegue a juicio. ¡°Espero que a los mafiosos que intenten cargarse los movimientos sociales, como en este caso, se les combata con ideas¡±, ha exclamado orgulloso poco antes de comenzar.