La biodiversidad ha ca¨ªdo entre un 2% y un 6% por d¨¦cada durante los ¨²ltimos 50 a?os
El ¨²ltimo informe de IPBES, un grupo de expertos de la ONU, advierte de que las crisis medioambientales, sociales y econ¨®micas interact¨²an y se agravan mutuamente
La p¨¦rdida de biodiversidad, la escasez del agua, la seguridad alimentaria, la salud y el cambio clim¨¢tico est¨¢n interrelacionados hasta tal punto que la mala situaci¨®n de uno arrastra al resto en una reacci¨®n en cascada. No solo eso, son capaces de retroalimentarse en esos efectos adversos. Para evitar esas consecuencias indeseadas es fundamental que las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos y organizaciones no se tomen de forma aislada, una pr¨¢ctica com¨²n en la actualidad, porque ¡°los esfuerzos por separado resultan ineficaces y contraproducentes, solucionan un problema y provocan otro¡±, indica un informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) publicado este martes. Este informe proporciona evidencias cient¨ªficas a los pa¨ªses de una situaci¨®n que no era desconocida, pero no se hab¨ªa estudiado de forma global.
La biodiversidad ¨Dtodos los tipos de vida de en la Tierra, incluidos los ecosistemas¨D est¨¢ disminuyendo a todos los niveles, desde el mundial al local y en todas las regiones. Teniendo en cuenta los indicadores evaluados en el informe, la biodiversidad por d¨¦cada ha disminuido entre un 2 y un 6% durante los ¨²ltimos 30-50 a?os. En este escenario, un mill¨®n de especies est¨¢n expuestas a la extinci¨®n. El valor de la naturaleza que se est¨¢ destruyendo es tal que m¨¢s de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial (m¨¢s de 50 billones de d¨®lares de actividad econ¨®mica anual) depende en gran medida de ella y alrededor de 1.000 millones de personas est¨¢n vinculadas a los bosques para su subsistencia.
En 2019, esta plataforma de la ONU ya identific¨® los principales motores de esta p¨¦rdida de vida: el cambio de uso de la tierra y del mar, la explotaci¨®n insostenible, las especies ex¨®ticas invasoras y la contaminaci¨®n. Este informe da un paso m¨¢s e incorpora los elementos socioecon¨®micos indirectos, como el aumento de los residuos, el consumo excesivo, el suministro global de alimentos o el crecimiento de la poblaci¨®n, que empeoran las repercusiones en todas las piezas del puzle.
El estudio resalta que el impacto de estas p¨¦rdidas es desigual: ¡°M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial vive en ¨¢reas que experimentan los mayores impactos derivados del declive de la biodiversidad, la disponibilidad y calidad del agua, la seguridad alimentaria, as¨ª como el aumento de los riesgos para la salud y los efectos negativos del cambio clim¨¢tico¡±. Y, por supuesto, son los pa¨ªses en desarrollo, los pueblos ind¨ªgenas y las comunidades locales los m¨¢s expuestos.
Se eval¨²an, adem¨¢s, los escenarios futuros y las nefastas consecuencias de implementar actuaciones pensando en un solo elemento de los que interact¨²an entre s¨ª. Por ejemplo, un enfoque de ¡°primero comida¡± prioriza la producci¨®n de alimentos con beneficios positivos desde el punto de vista nutricional, pero que se cultivan de una forma intensiva e insostenible, que incrementa el consumo de agua. La medida acaba provocando impactos negativos en la biodiversidad, el agua y el cambio clim¨¢tico.
Los resultados positivos provendr¨¢n en este caso de ¡°acciones centradas en la producci¨®n y el consumo sostenible en combinaci¨®n con la conservaci¨®n y restauraci¨®n de los ecosistemas, la reducci¨®n de la contaminaci¨®n y la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico, adem¨¢s de la adaptaci¨®n al mismo¡±, indica en un comunicado Paula Harrison, copresidenta de esta evaluaci¨®n. Hay que tener en cuenta que aproximadamente el 80% de la demanda de agua dulce de la humanidad es para producir alimentos.
En este sentido, la agricultura regenerativa se presenta como uno de los m¨¦todos m¨¢s sostenibles. ¡°Combina t¨¦cnicas para aumentar la producci¨®n de alimentos con la conservaci¨®n del suelo, la mejora de la calidad del agua y la reducci¨®n de emisiones de carbono, contribuyendo a la biodiversidad y a una mayor sostenibilidad alimentaria y resiliencia clim¨¢tica¡±, indica la responsable de interacci¨®n pol¨ªtica del CREAF (Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales) Alicia P¨¦rez-Porro. ¡°Este informe es especialmente relevante porque a menudo hablamos del cambio clim¨¢tico, la producci¨®n de alimentos o los oc¨¦anos como si estuviese todo desconectado, pero no es as¨ª, hay que construir sinergias¡±, a?ade. Tambi¨¦n resalta las dificultades de las negociaciones con los 147 pa¨ªses participantes, por el pulso que se ha mantenido con algunos de ellos para que aceptaran la evidencia cient¨ªfica.
Los autores presentan m¨¢s de 70 opciones que se pueden adoptar con efectos ¡°ampliamente positivos¡± en todos los elementos implicados en esta crisis de la naturaleza. Entre ellas, la restauraci¨®n de ecosistemas ricos en carbono como bosques, suelos o manglares; la gesti¨®n de la biodiversidad para reducir el riesgo de propagaci¨®n de enfermedades de animales a humanos; la mejora de la gesti¨®n del paisaje; soluciones urbanas basadas en la naturaleza; dietas saludables y sostenibles; y el apoyo a los sistemas alimentarios ind¨ªgenas. Otras opciones, igual de importantes, pueden no aportar beneficios a todos los elementos sino se aplican con cuidado, como la energ¨ªa e¨®lica marina y las presas.