El camino para hacer EL PA?S

La decisi¨®n de convertir EL PA?S en un medio financiado por la suscripci¨®n de sus lectores fue compartida por todos los directores del diario y por responsables de la empresa desde muy pronto. En cuanto se comprob¨® que la publicidad no era capaz de mantener vivo a ning¨²n diario digital en el mundo y que, sin embargo, el futuro de los peri¨®dicos estaba ligado inevitablemente a su edici¨®n en la web. Solo el compromiso de sus lectores digitales, suscribi¨¦ndose y pagando sus cuotas, pod¨ªa garantizar la existencia de EL PA?S. Todos lo sab¨ªamos, pero la conversi¨®n fue un camino tecnol¨®gico y empresarial largo y complicado.

Me toc¨® a m¨ª, precisamente a m¨ª, que hab¨ªa conocido el arranque del peri¨®dico en papel, dar los ¨²ltimos pasos hacia la suscripci¨®n digital, cuando me hice cargo de la direcci¨®n. En 2020, ya estaba todo preparado para el D¨ªa D cuando estall¨® la epidemia de covid. En teor¨ªa, la imperiosa necesidad de informaci¨®n veraz en un momento tan grave hubiera sido el mejor empuj¨®n para pedir a los lectores que pagaran su suscripci¨®n, pero tanto la empresa, como la direcci¨®n, como la Redacci¨®n estuvimos de acuerdo en que, precisamente por eso, porque la informaci¨®n veraz sobre la epidemia se hab¨ªa convertido en un servicio p¨²blico vital, deb¨ªamos retrasar el lanzamiento del modelo de suscripci¨®n.

Cuando, superado lo peor de la epidemia, se puso finalmente en marcha, el d¨ªa en el que arrancamos, muchos ten¨ªamos el coraz¨®n en un pu?o porque ¨¦ramos conscientes de que se abr¨ªa una nueva e important¨ªsima etapa en el futuro de EL PA?S, la garant¨ªa de su desarrollo empresarial, pero tambi¨¦n de la independencia de su Redacci¨®n. Aquel d¨ªa, 1 de marzo de 2020, habl¨¦ con Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, que hab¨ªa sido tambi¨¦n director de EL PA?S y que me acompa?aba en aquella nueva aventura, y de aquella conversaci¨®n naci¨® el art¨ªculo que decid¨ª escribir para dirigirme a todos los lectores. Se llamaba ¡°Hacer EL PA?S no es f¨¢cil¡±, el mismo lema con el que se inici¨® la andadura del peri¨®dico en 1976. No iba a ser f¨¢cil hacer EL PA?S en 1976, en pleno arranque de la democracia y la Transici¨®n, y no iba a ser f¨¢cil hacer EL PA?S en 2020, en un pa¨ªs, Espa?a, que se hab¨ªa convertido en una democracia consolidada, pero que estaba sometido, como otros pa¨ªses del mundo occidental, a cambios extraordinarios y radicales.

Viv¨ªamos, vivimos, en una sociedad que se mira a s¨ª misma y mira al exterior con perplejidad e incertidumbre, a veces con miedo y a veces, tambi¨¦n, con esperanza. Pero las aspiraciones de los seres humanos son muy parecidas. ¡°La mayor¨ªa aspira a lo mismo ¡ªescrib¨ª entonces¡ª, ser razonablemente feliz, vivir en paz, en una sociedad que le proteja en la enfermedad y la vejez, donde poder disfrutar de la naturaleza y desarrollar sus propias habilidades: quiz¨¢s, amar y ser amado, quiz¨¢s, tener hijos¡±. Para lograr esos objetivos estoy firmemente convencida de que todos debemos mantener algo fundamental e irrenunciable: la libertad y los derechos civiles, y que para ello lo primero es disponer de informaci¨®n veraz y opiniones plurales. Necesitamos poder combatir contra los movimientos de distracci¨®n masiva que pretenden que los ciudadanos no tengan los datos ciertos necesarios para crear su propia opini¨®n. Eso es lo que ha venido defendiendo EL PA?S en formato digital y en papel, y eso es lo que han recompensado ustedes con 400.000 suscripciones en menos de cinco a?os. Gracias.