Periodismo, innovaci¨®n, confianza

Hace ya unas semanas que EL PA?S super¨® los 400.000 suscriptores, una cifra importante y muy simb¨®lica contra el escepticismo o el derrotismo ambiental: hoy ya est¨¢n dispuestos a pagar por este peri¨®dico el mismo n¨²mero de personas que lo hicieron en el momento de mayor ¨¦xito de su apabullante etapa anal¨®gica, seg¨²n los datos de difusi¨®n media de lunes a s¨¢bado de aquel tiempo. Una ¨¦poca anterior a las tormentas tecnol¨®gica, econ¨®mica y de credibilidad, que se han abatido sobre la prensa escrita en este siglo XXI hasta poner en riesgo su sostenimiento. Es una se?al que nos llena de optimismo ante un futuro en el que tenemos la obligaci¨®n no solo de existir sino de continuar siendo relevantes, influyentes y, sobre todo, ¨²tiles a sociedades enfrentadas como nunca a la confusi¨®n entre realidad y ficci¨®n. Nuestros 400.000 suscriptores se?alan a un n¨²mero creciente de ciudadanos que consideran el periodismo digital de calidad ¡ªhecho por profesionales que conservan todos los protocolos del oficio pero que apuestan con fuerza por la innovaci¨®n¡ª el mejor instrumento para conocer la realidad en medio de la nube t¨®xica en la que se ha convertido la comunicaci¨®n en la era hiperconectada. Buena noticia para EL PA?S, para el periodismo en espa?ol y para todo el sector.

Tan importante como la cifra es que, por fin, estos n¨²meros que hoy contamos est¨¢n auditados por la Oficina de Justificaci¨®n de la Difusi¨®n, la OJD. Una garant¨ªa de transparencia aunque solo tres medios espa?oles nos hemos acogido a esta verificaci¨®n de suscripciones ¡ªEL PA?S, La Vanguardia y eldiario.es¡ª.

Llegar hasta aqu¨ª en poco m¨¢s de cuatro a?os y medio es el resultado de un trabajo coral que ha implicado a centenares de profesionales de distintas disciplinas de EL PA?S y de Prisa. Todos ellos han estado enfocados en hacer un trabajo que diera motivos a los lectores para sostener y defender el periodismo del conocimiento, el hecho contrastado y el respeto al diferente. Como escribe hoy Sol Gallego-D¨ªaz, la directora que inici¨® el camino de la suscripci¨®n digital, ¡°hacer EL PA?S no es f¨¢cil¡±. No lo fue en su nacimiento ¡ªel a?o pr¨®ximo cumplimos 50 a?os¡ª; no lo fue en 2020, cuando ella emprendi¨® esta senda en plena pandemia; no lo era en 2021 cuando me puse al frente de la direcci¨®n del peri¨®dico y empezaron a encadenarse nuevos cisnes negros: la guerra en Ucrania, la crisis energ¨¦tica, los ataques de Ham¨¢s y la operaci¨®n israel¨ª de limpieza ¨¦tnica en Gaza y, finalmente, la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump y sus oligarcas tecnol¨®gicos, que inician juntos este lunes un mandato lleno de inc¨®gnitas y tienen al periodismo profesional en la diana. Sin olvidar la dana en Valencia. En cada uno de estos acontecimientos extraordinarios ¡ªincluidos los avatares pol¨ªticos en Espa?a y Latinoam¨¦rica¡ª hemos visto premiada nuestra cobertura con el incremento de suscriptores. Pero tambi¨¦n en el seguimiento de los temas de la vida cotidiana, que nuestros periodistas han contado en noticias urgentes, grandes reportajes, en podcast o en programas de v¨ªdeo en streaming. Ahora, la inteligencia artificial nos obliga a sortear sus peligros y a no perdernos ninguna de sus posibilidades. En ello estamos, con el compromiso, recogido ya en el Libro de estilo de EL PA?S, de que siempre habr¨¢ un periodista responsable de su uso y de su contenido.

Acabamos de superar una meta volante. Seguimos, sin un gramo de autocomplacencia. Gracias por la confianza.