¡°Joder, Almudena. Tus lectores te echaremos de menos¡±
EL PA?S recibe decenas de cartas que homenajean el legado de la escritora Almudena Grandes tras su muerte
¡°Joder, Almudena. Tus lectores te echaremos de menos¡±. As¨ª empieza Jacinto Murillo una carta a la directora de EL PA?S con la que se despide de la escritora Almudena Grandes, fallecida el pasado 27 de noviembre. Con ese exabrupto resume el sentimiento de decenas de lectores que han escrito al diario para compartir su pesar por la p¨¦rdida de la tambi¨¦n columnista de EL PA?S.
De feria en feria del libro, la escritora ha dejado recuerdos entra?ables con sus lectores. A Murillo le regal¨® ¡°10 minutos maravillosos¡± en los que rememoraron un encuentro previo, 26 a?os antes. ¡°?Qu¨¦ fuerza! Mujer que pon¨ªa e impon¨ªa¡±, describe el lector desde Madrid.
Antonio Rodr¨ªguez la recuerda en Sevilla, compartiendo los pormenores de su delicado ?Adi¨®s, Mart¨ªnez!, un texto dirigido a los ni?os. ¡°Ese d¨ªa cont¨® tambi¨¦n que en su cole nunca hizo de pastorcita ni de angelita, porque era una ni?a gorda. Hizo de ¨¢rbol. Con la gracia que la distingu¨ªa, all¨ª mismo adopt¨® la postura de un ¨¢rbol. Y la gente rompi¨® a re¨ªr¡±, escribe, mientras se la imagina haciendo que otros se tronchen de risa all¨ª donde est¨¦.
Los lectores la encontraban y encuentran en sus libros y tambi¨¦n en sus art¨ªculos de Opini¨®n, los lunes, en EL PA?S y en su columna de El Pa¨ªs Semanal, los fines de semana. Celia Redondo comparte c¨®mo su madre esperaba por la cita de los lunes ¡°con ilusi¨®n¡±, igual que aguardaba sus nuevos libros. Al leerla dec¨ªa: ¡°Qu¨¦ raz¨®n tiene siempre¡±.
Tampoco faltaba al encuentro Jos¨¦ Miguel Grandal, de Cartagena: ¡°Los lunes que compraba el peri¨®dico siempre empezaba a leerlo por la columna de Almudena; tambi¨¦n, cuando viv¨ªa Forges, lo primero que buscaba era su vi?eta¡±, cuenta. Se?ala la coincidencia de que ambos hayan muerto de c¨¢ncer y, mientras los lectores los echan de menos, reflexiona sobre todo lo que queda ¡°por luchar contra esta enfermedad tan frecuente como temible¡±.
Alejandro Pedrosa la conoci¨®, en cambio, por su voz, que le llegaba a Ourense a trav¨¦s de la cadena SER, ¡°en un espacio de menos de un minuto radiof¨®nico en el que ni una sola palabra sobraba¡±. M¨¢s tarde se atrevi¨® con su obra y ahora Grandes comparte estanter¨ªa con Lorca. ¡°A ¨¦l no le pongo voz, pero me basta con que ella haya puesto la suya, y tambi¨¦n sus palabras, a aquellos que les fue arrebatada, a tantas mujeres y hombres ignorados en los libros de historia. De no repetirse el pasado Almudena tiene parte de culpa¡±, apunta.
Anna Lucas reivindica desde Matar¨®: ¡°Esta mujer ha representado y representar¨¢ gran parte de la historia de este pa¨ªs por los siglos de los siglos¡±. Se suma al reconocimiento Luis Checa, desde Colmenar Viejo, en la Comunidad de Madrid, defendiendo que ¡°Almudena Grandes, madrile?a, es y ser¨¢ siempre una escritora de prestigio mundial¡±, pues ha sido repetidamente galardonada tanto en Espa?a como en Italia, Francia e Iberoam¨¦rica y traducida a m¨¢s de 20 idiomas.
Los lectores tambi¨¦n se han dirigido a su marido, Luis Garc¨ªa Montero, intentando reconfortarlo. Elo¨ªsa Justo, desde Barcelona, cuenta que cuando piensa en Grandes, lo hace tambi¨¦n en las poes¨ªas de Garc¨ªa Montero. ¡°No solo en mi casa estaba presente ella, tambi¨¦n mi padre nos recitaba las poes¨ªas y yo le regal¨¦ en m¨¢s de un cumplea?os suyo, sus libros de poes¨ªas. Son como nuestros y por eso estoy hoy con ellos¡±.
Los grandes escritores son intergeneracionales y por eso Mar¨ªa Garc¨ªa, de San Fernando de C¨¢diz, ya era su seguidora con 17 a?os. La primera vez que la vio llevaba entre sus manos Los aires dif¨ªciles y se lo tendi¨® para que se lo firmara. ¡°Las vidas dif¨ªciles fabrican ni?os dif¨ªciles¡±, le escribi¨® Grandes en la primera p¨¢gina. M¨¢s tarde se apunt¨® a un curso que ofrec¨ªa EL PA?S y que ya hab¨ªa realizado solo porque ella asistir¨ªa a esa segunda edici¨®n. ¡°Nunca hab¨ªa llorado tanto por alguien a quien s¨®lo vi dos veces¡±, se despide en su carta.
Las gracias se suceden en las palabras de los lectores. ¡°Gracias por el regalo de tus p¨¢ginas¡±. ¡°Gracias por esa pluma atrevida y ese esp¨ªritu comprometido¡±. Pedro Solaz de Valencia le puso Malena a su ¨²nica hija por la obra Malena es un nombre de tango. ¡°Llevo tres d¨ªas llorando¡±, reconoci¨® en su escrito en el que le da las gracias ¡°por todo¡±.