El C¨®dice Calixtino recuperado estaba en una bolsa de pl¨¢stico
La joya medieval robada de la Catedral de Santiago ha sido encontrada en Milladoiro Cuatro personas permanecen arrestadas Al parecer el volumen se encuentra en buen estado
En un garaje de O Milladoiro, una ciudad dormitorio a cinco kil¨®metros de Santiago, envuelto en bolsas de basura y cartones junto a una pila de ladrillos. As¨ª se ha encontrado, en perfecto estado seg¨²n la Brigada de Patrimonio Hist¨®rico de la polic¨ªa, el C¨®dice Calixtino, una gu¨ªa de viajes del siglo XII que falt¨® de la catedral compostelana hace exactamente ma?ana un a?o. Los agentes hab¨ªan detenido al que fue desde el primer momento (cuando a comienzos de a?o se descart¨® la hip¨®tesis del tr¨¢fico de arte internacional) el principal sospechoso, Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras, un electricista que hab¨ªa salido de mala manera del templo despu¨¦s de realizar labores de mantenimiento durante 25 a?os. Junto a ¨¦l fueron detenidos su esposa, su hijo y la pareja de este ¨²ltimo.
Tras registrar varios domicilios de esta familia en Santiago, O Milladoiro y Negreira (A Coru?a) y otra casa en la localidad de O Grove (Pontevedra), los investigadores hallaron 1,2 millones de euros y una colecci¨®n de libros y objetos de car¨¢cter sacro, incluidos ocho facs¨ªmiles del propio C¨®dice. El tesoro medieval ha sido trasladado bajo escolta de cinco veh¨ªculos a la Catedral de Santiago para un reconocimiento exhaustivo, y a las cinco y media de la tarde el arzobispo, Juli¨¢n Barrio, confirmaba la autenticidad posando para la prensa.
La polic¨ªa tambi¨¦n descubri¨® durante los registros un juego de llaves del templo. No fue gracias a la ayuda de los detenidos, que seg¨²n fuentes conocedoras del caso se resistieron a colaborar durante los interrogatorios, sin ofrecer una sola pista acerca del destino del C¨®dice. A media ma?ana, cuando ya hab¨ªan escuchado a todos los detenidos, algunos investigadores perdieron la esperanza de recuperarlo y se centraban en desvelar la procedencia del mill¨®n de euros, imposible de justificar para un aut¨®nomo con un peque?o negocio de electricidad que incluy¨® hasta hace unos a?os las chapuzas en la Catedral.
Tras peinar todas sus propiedades, el hijo del hombre al que apuntan todos los focos y que hoy prestar¨¢ declaraci¨®n en el juzgado habl¨® de un garaje de O Milladoiro situado en la calle A Curuxa, a 200 metros de la vivienda familiar. Y all¨ª los polic¨ªas, que persegu¨ªan nuevos fajos de billetes, se toparon con la pieza. Testigos que colaboraron en la investigaci¨®n contaron a los periodistas que el juez encargado del caso, Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, a punto estuvo de llorar en cuanto supo del hallazgo.
Hace unos meses que la tensi¨®n provocada por la investigaci¨®n le caus¨® una ¨²lcera. ¡°Es de los casos m¨¢s dif¨ªciles y de los mejor hechos que me han tocado¡±, lleg¨® a comentar el magistrado en una ocasi¨®n. ¡°Se cuentan muchas cosas, pero la verdad solo la sabemos tres personas. Estamos luchando contra todo y no confiamos en nadie. Hubo expectativas de culminar la operaci¨®n en Semana Santa, pero no pudo ser, porque lo que no se puede hacer es poner en peligro la integridad del C¨®dice. Algunas declaraciones que salen por ah¨ª son un suicidio absoluto¡±. Como si se tratase de una operaci¨®n de dise?o, el culmen ha llegado 365 d¨ªas despu¨¦s de que el de¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, primer responsable del C¨®dice por ser can¨®nigo archivero, se percatase de su ausencia.
Atr¨¢s quedan horas y horas de pinchazos telef¨®nicos a los principales sospechosos, el relato de medio centenar de testigos que la polic¨ªa visitaba de vez en cuando en la Catedral para aclarar las numerosas contradicciones en que todos iban incurriendo, y el intento a la desesperada del juez, la polic¨ªa y el fiscal para que el presunto autor del robo devolviese por las buenas esta joya literaria. Tambi¨¦n son muchos los misterios que subsisten en torno a las circunstancias, m¨®vil y colaboraci¨®n de terceros en la sustracci¨®n de hace un a?o, que sin duda opta ya al t¨ªtulo oficioso de robo del siglo en lo que a Edad Media se refiere, con permiso de los esmaltes de Aralar.
El hecho de que el electricista Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras manejase las llaves del templo y algunas de las conversaciones grabadas han convencido a los investigadores de que entre ¨¦l y el de¨¢n hubo en tiempos una estrecha relaci¨®n personal. Pero un desencuentro, seg¨²n las mismas fuentes, los enemist¨® para siempre. La polic¨ªa sospecha que el arrestado actu¨® para vengarse. Su conocimiento al mil¨ªmetro del templo y los agujeros en la seguridad se lo pusieron en bandeja. Seg¨²n un investigador, el de¨¢n, que ya supera los 80 a?os de edad, ¨²ltimamente hab¨ªa bajado la guardia e introduc¨ªa en lugares prohibidos a peregrinos y visitantes con los que empatizaba. Los elegidos pod¨ªan ver el Codex Calixtinus, el resto de la gente no. ¡°Si el de¨¢n hubiera velado por el C¨®dice en vez de cuidar otras cuestiones¡±, coment¨® la misma persona relacionada con el caso, ¡°puede que el robo nunca se hubiese producido¡±.
La hipot¨¦sis que maneja la polic¨ªa ¡ªen una investigaci¨®n que han realizado la mencionada Brigada de Patrimonio Hist¨®rico y la Brigada Central de Delincuencia Organizada¡ª para explicar el mill¨®n largo de euros que encontraron en la vivienda del extrabajador de la Catedral es que el electricista estuvo apropi¨¢ndose de dinero del cepillo y de otros objetos de valor en la iglesia durante m¨¢s de dos d¨¦cadas. La propia c¨²pula eclesial hab¨ªa contado que ese fue el verdadero motivo para despedir a su operario de toda la vida.
En realidad, hace a?os que falta dinero de los cepillos de la catedral. Se lo comentaba hace algo menos de un lustro un can¨®nigo a este diario. Faltaban una y otra vez generosas d¨¢divas de las muchas que entran en este centro universal de peregrinaje cat¨®lico que encabeza a?o tras a?o la lista de los templos m¨¢s visitados de Espa?a. Y no solo dinero, tambi¨¦n piezas de arte sacro de las que nunca m¨¢s se supo y cuya desaparici¨®n tampoco fue denunciada porque no se echaban en falta. La ausencia del Libro de las Horas hallado en casa del electricista, en cambio, s¨ª que hab¨ªa sido comunicada.
Los investigadores creen que no solo eran responsables de los hurtos el electricista y la familia que lo encubr¨ªa. Durante las pesquisas comprobaron que hab¨ªa personajes habituales del entorno eclesi¨¢stico con muchas cosas que ocultar. ¡°Algunos ment¨ªan como cosacos, y otros se escabull¨ªan¡±, recuerda un miembro del equipo que rescat¨® el C¨®dice, ¡°por una cuesti¨®n o por otra, consideraban que ten¨ªan algo que esconder, que eran sospechosos de primera y se cerraban en banda¡±.
Salvo durante el ¨²ltimo A?o Santo Compostelano, en 2010, la seguridad en la catedral brill¨® por su ausencia. A¨²n hoy, doce meses despu¨¦s del robo del siglo, no escolta el templo, generoso en puertas y escondrijos, m¨¢s que un vigilante profesional.
Despu¨¦s de ser despedido, Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras, de algo m¨¢s de 60 a?os, sigui¨® yendo a diario a misa a la seo compostelana. Esta era su costumbre: de lunes a viernes tomaba un caf¨¦ con leche en la cafeter¨ªa La Quintana, a la que acuden otros trabajadores de la bas¨ªlica, y se encaminaba a la catedral. Aunque su conversaci¨®n de bar favorita, mientras le¨ªa la prensa, era la corrupci¨®n pol¨ªtica, hablaba muchas veces del robo del C¨®dice y llegaba a decir que le extra?aba que no se lo hubieran ¡°llevado antes¡± por lo ¡°desprotegido¡± que estaba. Tambi¨¦n hablaba de los miembros del cabildo, que seg¨²n ¨¦l le deb¨ªan unos 40.000 euros. ¡°Se llevaba bien con sus excompa?eros, los empleados de la catedral, pero contra los curas despotricaba, dec¨ªa que eran unos ladrones¡±, contaba un camarero. El martes, horas antes de su detenci¨®n, el electricista todav¨ªa cumpli¨® con su rutina y fue a la catedral.
Tras conocer el desenlace de este abracadabrante suceso, el de¨¢n se present¨® como la principal ¡°v¨ªctima¡± de la desaparici¨®n del C¨®dice. Ratific¨® sus sospechas que no dej¨® de hacer p¨²blicas durante este ¨²ltimo a?o y que siempre apuntaron al ahora detenido. Tras lamentar ¡°lo sufrido¡± durante 12 meses se congratul¨® de que el pr¨®ximo viernes el libro vuelva al templo, y anuncio para tal evento la visita del ¡°ministro de la Gobernaci¨®n¡±.
Babelia
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