Juan O¡¯Gorman contra s¨ª mismo
M¨¦xico rehabilita la joya iniciadora de la arquitectura funcionalista en Am¨¦rica Latina Su autor fue un genio precoz de la modernidad. Luego dio un volantazo hacia el surrealismo El legendario arquitecto acab¨® sumido en una depresi¨®n y se suicid¨® a los 77 a?os
¡°Era tan puro como un ni?o. No pudo madurar¡±, dijo sobre Juan O¡¯Gorman en 1998 un estudioso de su carrera, el arquitecto mexicano V¨ªctor Jim¨¦nez.
Juan O¡¯Gorman fue un genio precoz. Con 24 a?os hizo la primera casa funcionalista de Am¨¦rica Latina. Luego abjur¨® de esta corriente moderna y racional de la arquitectura y a mediados del siglo XX se mont¨® una casa surrealista dentro de una cueva que adorn¨® por fuera con figuras de dioses aztecas. El 18 de enero de 1982 se suicid¨®. Apareci¨® colgado de la rama de un ¨¢rbol y se hab¨ªa dado un balazo. Adem¨¢s hab¨ªa ingerido alg¨²n pigmento venenoso que usaba para preparar los colores con los que pintaba.
Este viernes M¨¦xico vuelve sobre la leyenda de este autor con un acto que reaviva y contrapone los dos polos de su trayectoria. La Casa O¡¯Gorman, la joya iniciadora de la arquitectura moderna latinoamericana que construy¨® entre 1929 y 1931, ha sido rehabilitada despu¨¦s de d¨¦cadas de abandono y se inaugura como museo; y la exposici¨®n de apertura trata sobre esa otra vivienda-exabrupto, ya desaparecida, que hizo en 1949 aprovechando una gruta natural de origen volc¨¢nico: la Casa-estudio de San Jer¨®nimo, n¨¦mesis art¨ªstica de su obra maestra de juventud, o Juan O¡¯Gorman contra s¨ª mismo.
El arquitecto, pintor y muralista naci¨® en la Ciudad de M¨¦xico en 1905. Los primeros a?os de su infancia vivi¨® en el Estado de Guanajuato, a donde fue destinado su padre para dirigir una mina. Durante la Revoluci¨®n mexicana, en 1913, la familia volvi¨® a la capital y se asent¨® en el barrio de San ?ngel, en el sur de la ciudad. En la guerra vivieron con apuros. O¡¯Gorman cont¨® que una noche su padre y una sirvienta llegaron a casa arrastrando una mula que hab¨ªan dejado muerta en la calle los zapatistas. La desollaron, la ahumaron y tuvieron carne para varios meses. La gente se mor¨ªa de hambre. A veces en los postes y en los ¨¢rboles se ve¨ªan cad¨¢veres colgando. En ese mismo lugar de atraso y de barbarie, quince a?os m¨¢s tarde, aparece una vivienda llegada del futuro.
La Casa O¡¯Gorman es una caja de dos plantas. La estructura es de hormig¨®n y est¨¢ a la vista. En la planta de arriba hay un estudio cubierto por tres ventanales que crean unas sensaci¨®n de continuidad entre el interior de la casa y el exterior. En un costado hay una escalera helicoidal que sube al estudio haciendo un giro de caracol. En vez de un muro que cierre el terreno hay una cerca de cactus. La casa est¨¢ enfrente de una hacienda de estilo colonial. Muchos vecinos se indignaron porque se hubiese puesto aquel cuerpo extra?o delante de un edificio noble. O¡¯Gorman dijo en sus memorias que hab¨ªa quien ¡°volteaba la cara¡± cuando pasaba junto a su casa para no verla. ¡°Le deber¨ªan quitar el t¨ªtulo para que no siga haciendo casas horribles como esa¡±, se o¨ªa entre los vecinos de San ?ngel.
Dos a?os despu¨¦s de hacerse su propia casa con el poco dinero que ten¨ªa, O¡¯Gorman recibi¨® el encargo de Diego Rivera de construirle otras dos similares para ¨¦l y para su esposa, Frida Kahlo, en un espacio libre que quedaba en ese mismo terreno. O¡¯Gorman era amigo ¨ªntimo del matrimonio, en especial de Frida, a quien conoc¨ªa desde que eran adolescentes. Cuando le ense?¨® su casa a Rivera este le dijo que hab¨ªa construido una obra de arte funcional con potencial para la transformaci¨®n social. Rivera, patriarca de la intelectualidad socialista mexicana y principal influencia en la definici¨®n ideol¨®gica y est¨¦tica de Juan O¡¯Gorman, entendi¨® que la propuesta de su amigo arquitecto, desarrollada a partir de las recientes teor¨ªas de Le Corbusier, ten¨ªa dos cualidades revolucionarias: romp¨ªa con el gusto tradicional y ofrec¨ªa un modelo de vivienda econ¨®mico para las clases populares.
Toyo Ito se qued¨® mudo de asombro cuando visit¨® por primera vez una obra de O'Gorman
Primero la Casa O¡¯Gorman estuvo habitada por un hermano del arquitecto. En 1968 la compr¨® un artista ruso y en adelante sufri¨® una serie de modificaciones que fueron deformando su aspecto original. La casa qued¨® irreconocible y nunca pudo tener el lugar que le correspond¨ªa en la historia de la arquitectura contempor¨¢nea. Hasta hoy la referencia de la obra arquitect¨®nica de O¡¯Gorman hab¨ªan sido las casas de Rivera y Kahlo, rehabilitadas en 1996 por V¨ªctor Jim¨¦nez, actual director de la Fundaci¨®n Juan Rulfo, y encumbradas en 1998 por el japon¨¦s Toyo Ito, que desde el pasado domingo es el nuevo premio Pritzker, el Nobel de los arquitectos.
Toyo Ito visit¨® en aquel tiempo las casas del matrimonio de artistas y se qued¨® mudo de asombro. Poco despu¨¦s, en colaboraci¨®n con Jim¨¦nez, organiz¨® en Tokio una exposici¨®n sobre estas viviendas y escribi¨® un texto en el que coloc¨® a O¡¯Gorman en el altar del Movimiento Moderno. ¡°Desde el fregadero de la cocina hasta las llaves de la regadera todo es sencillo y bello. Se puede decir que en esto igualan estas casas a las primeras de Le Corbusier, pero a mi juicio la sencillez de las que ahora ve¨ªa aventajaba a las del arquitecto franc¨¦s¡±. Ahora le toca el turno de la revisi¨®n hist¨®rica en retrospectiva a la Casa O¡¯Gorman, comprada por el Instituto Nacional de Bellas Artes mexicano y rehabilitada tambi¨¦n por Jim¨¦nez, que la define como una ¡°versi¨®n extrema de la primera modernidad mexicana y mundial¡±.
El Juan O¡¯Gorman funcionalista dur¨® hasta mediados de los a?os treinta, momento en el que se revolvi¨® contra la arquitectura moderna. Al parecer se dio cuenta de que las construcciones funcionalistas, basadas en el principio del m¨¢ximo de eficiencia por el m¨ªnimo de esfuerzo, eran una excelente oportunidad de ahorro para los promotores inmobiliarios, para los capitalistas. Su desenga?o de la modernidad se fue ahondando en los a?os treinta y cuarenta. Empez¨® a concentrarse en la pintura de caballete y su gusto arquitect¨®nico gir¨® hacia una mezcla de regionalismo, ecologismo y un fondo moderno del que en la pr¨¢ctica nunca se desprendi¨®. Daniel Garza, comisario de la muestra sobre el otro O¡¯Gorman que se inaugura este viernes, titulada Una protesta en contra de la 'civilizaci¨®n', define ese h¨ªbrido como ¡°arquitectura moderna regional¡±.
Es probable que hoy Juan O¡¯Gorman hubiese preferido que solo se hablase de esa cara B de su carrera, la de los cuadros surreales, la de los innovadores mosaicos de piedras de colores ¨Ccomo el mural gigante que recubre la biblioteca de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico¨C, la de su arquitectura fant¨¢stica, ejemplificada en la entra?able Casa de San Jer¨®nimo, inspirada en la arquitectura org¨¢nica de Frank Lloyd Wright y en la libertad figurativa de Gaud¨ª. Vivi¨® en esa casa con su segunda esposa, Helen Fowler, pintora abstracta y experta en orqu¨ªdeas, desde principios de los a?os cincuenta hasta 1969, cuando, necesitado de dinero, la vendi¨® a una escultora a la que le dio por reducirla a escombros.
Por entonces el talento arquitect¨®nico m¨¢s peculiar del siglo XX en M¨¦xico ya hab¨ªa entrado en un barranco psicol¨®gico de depresiones que, seg¨²n sus memorias, empez¨® en 1954 con la muerte de su adorada Frida Kahlo y que pas¨® por fases estramb¨®ticas como una purga psicosom¨¢tica para la que hizo un ayuno de 39 d¨ªas en el que se limit¨® a beber agua destilada y a leer libros de Tolstoi.
Los ¨²ltimos a?os de su vida los pas¨® en otra casa funcionalista que se hab¨ªa hecho en los a?os treinta y de la que hablaba con una c¨®mica condescendencia: ¡°Considero que es algo fea, pero c¨®moda y extremadamente funcional. Podr¨ªa compararse a las pantuflas viejas, c¨®modas, feas, pero ¨²tiles¡±. En esa vivienda funcional el complejo artista mexicano Juan O¡¯Gorman se quit¨® la vida con su triste suicidio en tres actos.
La exposici¨®n Una protesta contra la 'civilizaci¨®n' se podr¨¢ visitar del 22 de marzo al 9 de junio en el Museo Estudio Diego Rivera y en la Casa O'Gorman.
Babelia
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