Carlos Vermut: ¡°Si llego a tener Twitter, arruino mi carrera¡±
Ni se llama Vermut ni iba para cineasta, pero as¨ª de prosaica es la vida: unas pegatinas y un ¡®bombazo¡¯, ¡®Magical girl¡¯, cambiaron su vida.
Ni se llama Vermut ni iba para director de cine. En su DNI pone Carlos L¨®pez del Rey, y era un dibujante de c¨®mics cuya carrera empez¨® en 2006 con El bany¨¢n rojo y prosigui¨® con Psicosoda y la serie animada para televisi¨®n Jelly Jamm. Una colecci¨®n de pegatinas de marcas de vermut de su abuelo y el triunfo en el festival Notodofilmfest en 2009 con su corto Maquetas le cambiaron la vida y la identidad. El pasado mes de septiembre su segundo largometraje, Magical Girl, gan¨® la Concha de Oro a la mejor pel¨ªcula y la Concha de Plata a la mejor direcci¨®n en el Festival de San Sebasti¨¢n.
La entrevista se celebra en la Academia de Cine. Vermut llega atufado de calor. El verano madrile?o no da tregua. M¨¢s a¨²n a tipos p¨¢lidos y con barba que parecen no convivir bien con la can¨ªcula.
Pregunta. ?Quer¨ªa hacer cine desde ni?o?
Respuesta. Para nada. Yo dibujaba c¨®mic. Cog¨ª una c¨¢mara de v¨ªdeo, empec¨¦ a grabar a mi hermano, a mis amigos, a probar. He ido pasando etapas: primero aprend¨ª a hacer un plano-contraplano, luego un travelling, luego rod¨¦ mi primer corto¡
P. Su primer largo, Diamond flash, lleg¨® el 8 de junio de 2011. Hab¨ªa una pel¨ªcula que la gente quer¨ªa ver y de la que todo el mundo hablaba, y solo se pod¨ªa encontrar en una web. Carne de trending topic.
R. Me plante¨¦ tres cortos para hacerlos por mi cuenta, y fusionados sal¨ªa una pel¨ªcula. Nadie quiso mi guion, y no me qued¨® otra salida. Sin embargo, una pel¨ªcula no son las redes sociales ni los trending topics: una pel¨ªcula es una pel¨ªcula.
P. ?Siempre hizo lo que quiso?
R. Por suerte he trabajado poco por encargo. Cuando ganaba poco dinero, viv¨ªa con lo que ten¨ªa. Sacrificaba cierto bienestar por ello. Hace diez a?os viv¨ªa en la que fue la casa de mis abuelos en Carabanchel, compartiendo gastos con un amigo. No sal¨ªa tanto como ahora. Solo dibujaba encargos y cosas que me interesaban. Mi plan era dibujar una novela gr¨¢fica cada dos a?os. Pero¡
P. Del c¨®mic al cine ha cambiado la forma, no su fondo.
R. Hablo de relaciones humanas con elementos y gente al l¨ªmite, situaciones inusuales en un contexto realista¡
P. ?Tiene miedo ahora a no cumplir las expectativas?
R. No, lucho por no perder la ilusi¨®n de por qu¨¦ empec¨¦ a hacer cine. Si nunca he trabajado para agradar a los dem¨¢s, ahora menos a¨²n.
P. ?Y de qu¨¦ va su nueva pel¨ªcula?
R. Cada pel¨ªcula ha nacido de una necesidad. Hace tres a?os me preocupaba una relaci¨®n con una persona, y surgi¨® Magical girl. Ahora estoy a tope con la ciencia y las sociedades movidas por las pasiones. Como el Estado Isl¨¢mico o la actualidad pol¨ªtica espa?ola: no funcionamos racionalmente, siempre disculpamos a los nuestros. Por ejemplo, no soporto el tema de la izquierda rom¨¢ntica. Defiendo la izquierda racional, en contraposici¨®n a esa derecha cat¨®lica que se mueve por fe, sin plantearse cuestiones. Plante¨¦mosnos racionalmente c¨®mo vivir en mitad de este capitalismo, c¨®mo hacer crecer los derechos humanos. Si no, no avanzamos como sociedad.
P. Pero, ?de eso va su nueva pel¨ªcula?
R. Pues no, porque se ha disociado esa preocupaci¨®n de mis emociones. A nivel personal no tengo grandes problemas: no estoy enamorado de nadie, ni sufro traumas. Cuando redact¨¦ los otros guiones, estaba en mitad de momentos vitales complicados. Eso me ayud¨® a escribir. Ahora soy feliz y, joder, tengo menos cosas que contar. He escrito una historia que me encanta, aunque debo llevarla a lo personal. Me estoy centrando en la imagen p¨²blica: c¨®mo te ve la gente no tiene que ver con c¨®mo eres. Y adem¨¢s es imposible luchar contra ello: no lo intentes ni en las redes sociales que son un arma de doble filo. Si llego a tener Twitter, arruino mi carrera.
Hablo de relaciones humanas con elementos y gente al l¨ªmite, situaciones inusuales en un contexto realista
P. Acaba de pasar varios meses en Jap¨®n. ?Qu¨¦ ha estado haciendo?
R. Escribir el borrador del guion, salir con amigos, ver pel¨ªculas. Me siento c¨®modo con ellos. Cuando los japoneses se abren, la relaci¨®n es m¨¢s intensa que con los espa?oles. All¨ª tambi¨¦n escrib¨ª Diamond flash.
P. Usted no tiene casi relaci¨®n con el mundo del cine.
R. Y espero seguir as¨ª. Me gusta charlar de pel¨ªculas, me flipa el cine; no quiero hablar de subvenciones, ni que mis pel¨ªculas sean homenajes a filmes a analizar en escuelas de cine. No soy ecl¨¦ctico en mis gustos, ni me voy a esforzar en cambiar.
P. Por llevarle la contraria, en su cine hay mucho japon¨¦s, pero tambi¨¦n sutileza, Saura y Bu?uel, referencias poco habituales.
R. Las generaciones oscilan. Y cada una quiere matar a su padre. El grupo de Bayona, Amen¨¢bar, Paco Plaza (mi mejor amigo) o Balaguer¨® apuesta por un cine comercial, olvidado por sus precedentes. Me parece perfecto, necesario. Pero a su vez nos olvidamos de Edgar Neville, Saura y Bu?uel, y yo vuelvo a ellos para contar historias a su estilo, no para homenajearles. Yo admiro a mis padres y a mis abuelos.
P. ?De d¨®nde sac¨® su nombre art¨ªstico?
R. Cuando hac¨ªa fanzines, hace 20 a?os, mi abuelo ten¨ªa una bodega en Ciudad Real. Hab¨ªa etiquetas de vermut que me parec¨ªan muy elegantes, de dise?o. Puse una pegatina de aquellas en la contraportada de un fanzine detr¨¢s de mi nombre. Y hasta hoy. Puede que por eso mi pel¨ªcula hable tambi¨¦n de los seud¨®nimos. [RISAS] Pero no quiero matar a mi padre.
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