¡°?Ll¨¦venselos al sur!¡±
El artista Yoshua Ok¨®n se adentra en el furor est¨¦ril de las 'milicias' antimigrantes de EE UU
En funci¨®n del contexto, una bandera ¨Chasta la de Estados Unidos¨C puede resultar rid¨ªcula. El artista Yoshua Ok¨®n (M¨¦xico DF, 1970) lo ha logrado con un grupo de milicianos antimigrantes que en el verano de 2014 orquestaron protestas contra la llegada de ni?os centroamericanos y a la primavera siguiente aceptaron recrear para el autor sus acciones del a?o anterior. El resultado es un h¨ªbrido de documental y autoparodia (inconsciente) titulado?Oracle.
La obra se expone en cuatro v¨ªdeos alternos en una sala del ASU Art Museum de Arizona, Estado fronterizo con M¨¦xico en el que se encuentra el pueblo de Oracle, donde Ok¨®n localiz¨® a los protagonistas de su v¨ªdeo y cuyo nombre es el mismo que el de una compa?¨ªa trasnacional de software que empez¨® haciendo programas para la CIA, agencia que a su vez?¨Crecodos hist¨®ricos de la obra¨C apoy¨® en 1954 a una con la United Fruit Company el golpe de Estado contra el gobierno progresista de Jacobo Arbenz en Guatemala, pa¨ªs de origen de muchos de los ni?os que seg¨²n los milicianos?estaban ahora "invadiendo" Estados Unidos.
Jugando con esa triste iron¨ªa Ok¨®n comienza el v¨ªdeo con un coro de nueve ni?os guatemaltecos recluidos en un centro para menores de la propia localidad de Oracle cantando el himno conquistador de la Marina de EE UU con su primera l¨ªnea literal y las dem¨¢s inventadas?ad hoc: ¡°De los palacios de Moctezuma / a las junglas de Ixc¨¢n / invaden a pa¨ªses / destruyendo el tejido social. / La United Fruit Company / y la CIA / invadieron Guatemala / y por eso estamos aqu¨ª¡±.
Para el artista los patriotas de Oracle son individuos de terru?o aferrados a una idea de Naci¨®n que hace tiempo que fue superada por las din¨¢micas trasnacionales. Parad¨®jicamente su anacr¨®nico furor patri¨®tico los emparenta de manera indirecta, en cuanto marginales ignorados por el sistema, con los menores que huyen de la miseria de los pa¨ªses paria de la globalizaci¨®n ¨Ccon la diferencia insoslayable de lo que padecen unos y otros¨C. "Esos tipos en ¨²ltimo t¨¦rmino son v¨ªctima de las mismas fuerzas de las que son v¨ªctima los ni?os de Guatemala, y sin embargo lo canalizan por el nacionalismo y convierten a los ni?os en sus enemigos", razona Ok¨®n.
Las acciones que el artista le pide recrear a los fan¨¢ticos de la frontera los exhiben como xen¨®fobos pero tambi¨¦n como personajes lastimosos. En un fragmento del v¨ªdeo un expolic¨ªa sesenta?ero conduce su camioneta en c¨ªrculos haciendo sonar la bocina y pegando balazos al aire por la ventana, todo ello sin prop¨®sito alguno, sin diana, en medio del desierto, como una met¨¢fora de la inutilidad de su lucha.?A medida que da vueltas el se?or resolla cada vez m¨¢s pero no deja de emitir una media carcajada obcecada; y luego m¨¢s balazos, ahora con metralleta, y un yihaaaa de vaquero de chiste cuyas radicales convicciones no influyen en nada sino que ¨²nicamente levantan polvo.
¡°Yo amo a mi pa¨ªs¡±, dice entre ahogos, ¡°¡ los Estados Unidos de Am¨¦rica¡ Y no me gusta¡ lo que le est¨¢ pasando¡ Lo que est¨¢ permitiendo el Gobierno¡ acabando con nuestras fronteras¡ dejando entrar a toda esa gente ilegalmente¡±.
Otra toma: una pista de tierra, viento soplando. Al fondo asoman unas banderas que a lo lejos se mueven peque?itas, agit¨¢ndose como diminutas ferocidades, acerc¨¢ndose, ganando tama?o, hasta que se ve tambi¨¦n a los hombrecillos que las vienen portando, con sus viseras de granjero hacendoso y sus carteles de "Stop a la Invasi¨®n¡±. M¨¢s adelante tres milicianos fijan entre unas rocas la ense?a de Estados Unidos. De fondo se oye el zumbido de una mosca, lo que vuelve irrisoria una escena que en teor¨ªa deb¨ªa imitar la gloriosa imagen de los soldados que izaron la bandera de las barras y las estrellas entre los restos de la batalla de Iwo Jima.
El colmo de lo obtuso llega cuando los manifestantes aparecen en un camino sentados en sillas soltando imprecaciones contra los ¡°ilegales¡± y en un momento determinado se escucha a uno de ellos decir en perfecto espa?ol ¡°?Ll¨¦venselos al sur!¡±. Es el grito de un mexicano que ha conseguido los papeles y est¨¢ dispuesto a defender a Estados Unidos de los que vienen de abajo.
Babelia
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