Madurar o no madurar
Madurar o no madurar. He ah¨ª la cuesti¨®n. En un cap¨ªtulo de Community, Jeff Winger ven¨ªa a decir algo as¨ª (la cita no es textual) como que, en el siglo XXI, en muchos aspectos, a los 40 todav¨ªa somos adolescentes. Ese era parte del encanto de Community, protagonizada por un grupo de personas que hab¨ªan superado los 30 (algunos lo hab¨ªan hecho hace mucho tiempo) pero que se comportaban como si tuvieran 15. Seg¨²n avanzaban los cap¨ªtulos, y cuando con el final de la sexta temporada empezaba a parecer cada vez m¨¢s claro que no habr¨ªa m¨¢s all¨¢ para los estudiantes y profesores de Greendale, se empez¨® a plantear el dilema. ?Madurar o no madurar?
Es la cuesti¨®n a la que se llevan enfrentando Hannah y sus amigas (y amigos) en Girls desde sus comienzos. Sus cuatro protagonistas tratan de abrirse paso en la jungla crey¨¦ndose m¨¢s modernas que la propia sociedad y d¨¢ndose de bruces contra la realidad una y otra vez. En realidad, madurar es un poco eso, tomar una mala decisi¨®n tras otra hasta que en uno de esos tropiezos caes de pie y aciertas.
La serie de Lena Dunham ha madurado. Ha ido dejando un poco de lado el egocentrismo de su creadora y protagonista para repartir juego entre m¨¢s personajes. Ahora, con una de las amigas casada entre infinitas dudas, otra disfrutando de la vida que siempre ha so?ado en Jap¨®n, otra enamor¨¢ndose de quien no deber¨ªa y otra siendo Hannah, que ya suficiente tiene con eso, Girls se ha vuelto quiz¨¢ m¨¢s convencional que en sus comienzos, cuando polariz¨® la conversaci¨®n entre amantes de la serie y haters. Pero lo ha hecho sin abandonar su tono personal, esa mezcla de comedia y drama que, a trav¨¦s de personajes tantas veces odiosos, refleja sentimientos comunes a toda una generaci¨®n, aunque a veces nos cueste admitirlo.
Otra generaci¨®n diferente pero que tambi¨¦n tiene problemas para madurar es la de los protagonistas de Togetherness. La serie creada por los hermanos Duplass se sube al carro de las dramedias para seguir la vida de dos parejas que rondan los cuarenta y que se encuentran en plena crisis existencial. En su segunda temporada, Togetherness es una serie que ha crecido, se ha asentado y empieza a apostar por un tono m¨¢s cercano al drama, tocando la fibra de unos espectadores que ya han sintonizado con los personajes y conocen sus debilidades (muchas) y sus fortalezas (escasas, pero alguna tienen, como todos). Togetherness no hace apenas ruido. Es peque?a, aparentemente sencilla. Pero consigue mostrar las flaquezas de unos personajes que, a pesar de ser de una generaci¨®n posterior a los de Girls, emocionalmente est¨¢n tan perdidos o m¨¢s.
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