La muerte de Jes¨²s: un hecho sobre el que no sabemos casi nada
La ¨²nica certeza que rodea la crucifixi¨®n de Cristo, que se conmemora en Semana Santa, es que fue "una operaci¨®n romana"
La muerte de Jes¨²s en la cruz, que se conmemora en Semana Santa, es uno de los acontecimientos m¨¢s importantes de la historia. Sin embargo apenas sabemos nada sobre ¨¦l. Casi ning¨²n investigador niega que el fundador del cristianismo fuese un personaje hist¨®rico, crucificado por Roma en Jerusal¨¦n. El resto se mueve en un enorme espacio en el que confluyen la fe, la historia y el misterio. Cada nuevo hallazgo arqueol¨®gico relacionado con ese momento es analizado a fondo. El descubrimiento en una tumba de aquella ¨¦poca del cad¨¢ver de un reo crucificado, que recibi¨® sepultura en vez de dejar que se pudriese a la vista de todos como sol¨ªa ser habitual, hace plausible el entierro de Jes¨²s. Una inscripci¨®n hallada en Caesarea Maritima confirma la existencia de Poncio Pilatos como gobernador romano en ¨¦poca de Tiberio. Pero el relato b¨ªblico sigue muy alejado de cualquier confirmaci¨®n hist¨®rica. Como escribi¨® el periodista de EL PA?S Juan Arias, uno de los grandes conocedores de la figura de Cristo, autor del libro Jes¨²s. Ese gran desconocido, "a¨²n no sabemos qui¨¦nes, ni por qu¨¦ mataron a Jes¨²s".
"Los testimonios b¨ªblicos que acusan a los jud¨ªos son una distracci¨®n que trata de lanzar a los historiadores por el camino equivocado"
Una de las pocas certezas que comparten los historiadores es que la muerte de Jes¨²s tuvo lugar durante la Pascua jud¨ªa (P¨¦saj), en la que se conmemora la liberaci¨®n de la esclavitud en Egipto y que es una de las fiestas m¨¢s importantes del calendario hebreo. Como la Semana Santa cristiana, P¨¦saj depende de las fases lunares y el equinoccio de primavera. "Existe una conexi¨®n muy s¨®lida entre la Pascua jud¨ªa y la pasi¨®n", asegura Carl Savage, profesor de arqueolog¨ªa b¨ªblica en la Universidad de Drew (Estados Unidos) y que ha trabajado en diferentes yacimientos como Bethsaida, en Galilea. "Es muy plausible que ocurriese durante ese periodo, aunque incluso los propios Evangelios aportan calendarios ligeramente diferentes sobre los acontecimientos de la ¨²ltima semana de vida de Jes¨²s", prosigue.
?Cu¨¢ndo muri¨®?
Preguntado sobre las certezas hist¨®ricas que rodean la muerte de Jes¨²s, Douglas Boin, investigador de la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos), que acaba de publicar un estudio sobre los cristianos bajo el imperio romano, Coming Out Christian in the Roman World: How the Followers of Jesus Made a Place in Caesar's Empire, responde: "No muchas. Jes¨²s fue ejecutado en la provincia romana de Judea por el prefecto de la provincia, Poncio Pilatos. Eso es todo. Incluso la fecha, probablemente en torno al 28 despu¨¦s de Cristo, es una suposici¨®n informada". Muchos investigadores barajan la fecha del 14 de Nis¨¢n, esto es, el viernes 3 de abril. Pero ni siquiera los Evangelios se ponen de acuerdo: Marcos, Lucas y Mateo hablan de un d¨ªa y Juan de otro. En su libro sobre Jes¨²s, el papa Benedicto XVI apoya la tesis de Juan, lo que adelantar¨ªa un d¨ªa la condena y la muerte.
Son las fuentes no cristianas, sobre todo T¨¢cito, las que permiten establecer un calendario m¨¢s o menos preciso. El historiador romano habla de la muerte en la cruz de una persona a la que su gente llamaba Mes¨ªas bajo el reinado de Tiberio por el gobernador Poncio Pilatos. "Estas fechas son especialmente ¨²tiles para los historiadores", explica Savage. "El emperador Tiberio gobern¨® Roma entre el 14 y 37 despu¨¦s de Cristo, sabemos que Jes¨²s naci¨® entre el 7 y 4 antes de nuestra era al final del reinado de Herodes. Sabiendo que vivi¨® unos 30 a?os, podemos fechar su muerte entre el 26 y el 28". Flavio Josefo tambi¨¦n habla de la condena de Cristo a la cruz por Pilatos, pero la autenticidad del pasaje, conocido como testimonium Flavianum, ha sido puesta en duda por numerosos eruditos. Como explica la historiadora Mireille Hadas-Lebel en su biograf¨ªa Flavio Josefo, algunos estudiosos creen que todo el pasaje es falso, mientras que otros opinan que "alg¨²n piadoso lector cristiano de principios del siglo IV" agreg¨® algunas frases.
Una de las pocas certezas que comparten los historiadores es que la muerte de Jes¨²s tuvo lugar durante la Pascua jud¨ªa
"Aquellos que hemos sido educados en la tradici¨®n cat¨®lica imaginamos el recorrido a trav¨¦s de Jerusal¨¦n, el enfrentamiento con los l¨ªderes jud¨ªos, las palabras pronunciadas en la cruz", prosigue Boin. "Muchos de estos detalles provienen del relato de los autores de los Evangelios, que se gu¨ªan por agendas teol¨®gicas. Como historiador los considero importantes, pero deben ser analizados con cautela". El huerto de Getseman¨ª, la traici¨®n de Judas, la ¨²ltima cena, la negaci¨®n de Pedro, Poncio Pilatos dando a elegir entre Barrab¨¢s y Jes¨²s o lav¨¢ndose las manos: ninguno de estos episodios est¨¢n confirmados y, en el caso de los dos ¨²ltimos, son una clara manipulaci¨®n a juicio de la mayor¨ªa de los investigadores.
"La respuesta corta es que no sabemos nada m¨¢s all¨¢ de lo que cuentan los Evangelios y algunas otras referencias", explica Carl Savage. "Sin embargo, s¨ª sabemos algunas cosas que hacen plausibles por lo menos algunas partes del relato b¨ªblico. Por ejemplo, fue encontrado un hueso de tal¨®n con un clavo en una tumba del ¨¢rea de Jerusal¨¦n. Eso nos permite confirmar que la crucifixi¨®n era practicada como forma de ejecuci¨®n en Judea en la ¨¦poca de Jes¨²s. Tambi¨¦n que la forma de enterramiento descrita en los Evangelios coincide con evidencias hist¨®ricas. Por lo tanto, estas evidencias nos permiten pensar en la muerte de Jes¨²s como un evento real y no como una construcci¨®n teol¨®gica".
?Por qu¨¦? ?Qui¨¦n?
Sin embargo, la clave no est¨¢ en c¨®mo fue ejecutado, sino en el por qu¨¦ y por qui¨¦n. Los Evangelios acusan a los jud¨ªos, una afirmaci¨®n que ha propiciado 2.000 a?os de antisemitismo, una de las m¨¢s violentas, tr¨¢gicas y perdurables lacras de la historia de la humanidad. Como recuerda Juan Arias, "fue el papa Juan XXIII quien en 1959 mand¨® quitar de la oraci¨®n de Viernes Santo la expresi¨®n 'p¨¦rfidos jud¨ªos' y la de 'obcecaci¨®n de aquel pueblo' que se negaba a reconocer la divinidad de Jes¨²s".
Son las fuentes no cristianas, sobre todo T¨¢cito, las que permiten establecer un calendario m¨¢s o menos preciso
Reza Aslan argumenta en El Zelote, una biograf¨ªa de Jes¨²s que se convirti¨® en 2014 en una ¨¦xito internacional, que los Evangelistas exculparon a los romanos porque "Roma se hab¨ªa convertido en el principal p¨²blico del evangelismo cristiano". Paul Winter (1904-1969) escribe por su parte en su cl¨¢sico Sobre el proceso a Jes¨²s que "el tribunal jud¨ªo ten¨ªa autoridad para dictar y aplicar penas capitales, pero que, a pesar de ello, a Jes¨²s no le conden¨® a muerte el Sanedr¨ªn".
Para Douglas Boin, "los testimonios b¨ªblicos que acusan a los jud¨ªos son una distracci¨®n que trata de lanzar a los historiadores por el camino equivocado". De nuevo existe un consenso entre los investigadores: si Jes¨²s fue condenado a la cruz, tuvo que ser por los delitos que provocaban un m¨¦todo de ejecuci¨®n tan extremo: sedici¨®n, desaf¨ªo al poder de Roma, insurrecci¨®n contra el Estado. Y un gobernante romano como Poncio Pilatos no dudar¨ªa un instante en aplicar ese castigo. El hecho de que, seg¨²n alguno de los Evangelios, fuese ejecutado junto ladrones, "podemos hablar tambi¨¦n de rebeldes" precisa Savage, no hace m¨¢s que confirmar esta tesis. Simon Sebag Montefiore escribe en su monumental historia de la ciudad de las tres religiones, Jerusal¨¦n. Una biograf¨ªa: "Los Evangelios, escritos o enmendados despu¨¦s de la destrucci¨®n del Templo en 70, acusan a los jud¨ªos y absuelven a los romanos, deseosos de mostrar su lealtad al imperio. Sin embargo, los cargos contra Jes¨²s y el castigo en s¨ª cuentan su propia historia: fue una operaci¨®n romana".
Babelia
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