¡®El Pr¨ªncipe¡¯, un helado de lim¨®n y chocolate
Uno de los creadores de la serie de Telecinco, que este mi¨¦rcoles llega a su fin, escribe sobre sus primeros pasos y su recorrido
En una de las primeras reuniones que tuvimos en Mediaset para hablar de El Pr¨ªncipe, Paolo Vasile compar¨® la serie con un helado de lim¨®n y chocolate. El lim¨®n, lo ¨¢cido, era el barrio y todos sus problemas de delincuencia, narcotr¨¢fico, yihadismo¡ y el chocolate, lo dulce, la historia de amor imposible entre F¨¢tima, una joven musulmana espa?ola, y Morey, un agente del CNI. Hoy que la serie termina, siento que la realidad destila esa misma mezcla de sabores. Es dulce el ¨¦xito. Pero es ¨¢cido, incluso amargo, haberlo tenido con una serie inspirada en una terrible realidad. Un barrio marginal, abandonado a su suerte. Donde la polic¨ªa no quiere entrar. Donde un cr¨ªo puede comprar una pistola por 200 euros. Un barrio con el mayor ¨ªndice de paro y absentismo escolar de todo el pa¨ªs y en cuya ladera, durante el tiempo que la serie ha estado en emisi¨®n, han construido una c¨¢rcel. No un polideportivo. No un centro cultural. No. Una c¨¢rcel.
Desde el principio no he parado de preguntarme si est¨¢bamos haciendo bien convirtiendo en entretenimiento una realidad tan cruda. En una de las primeras entrevistas que me hicieron tras el estreno de la serie, una periodista me reproch¨® el haber edulcorado la realidad. El barrio no es tan bonito ni los narcotraficantes son tan guapos, me dijo. Qu¨¦ pena que no hay¨¢is hecho como en The Wire, donde realmente te muestran el aut¨¦ntico Baltimore y sus miserias. ?Zasca! No le dije nada. No le quise aburrir con las diferencias entre ambas series, ambas cadenas, ambos pa¨ªses¡ pero su injusto reproche me hizo pensar que ni esa periodista ni su medio hab¨ªan ido nunca al Pr¨ªncipe hasta el ¨¦xito de la serie. Y El Pr¨ªncipe estaba all¨ª. Y sus miserias tambi¨¦n. ?Por qu¨¦ no hab¨ªan ido nunca? Ellos son los periodistas. Nosotros s¨®lo somos contadores de historias. Entretenedores.
La ficci¨®n (televisiva) espa?ola ha dado un gran paso adelante en los ¨²ltimos a?os. Est¨¢ viva, conectada con la realidad y eso disipa mis dudas sobre si hab¨ªa que hacerla o no. Hab¨ªa que hacerla. Hab¨ªa que recrear en la ficci¨®n esa realidad que nadie parec¨ªa querer ver. Contar que hay musulmanes en Espa?a. Y tambi¨¦n chavales sin recursos que son pasto de los integristas. Ha estado bien contar que El Pr¨ªncipe es nuestro Molenbeek. Que en esas callejas se cuece la injusticia y el resentimiento social que luego nos estalla en aeropuertos, en estaciones de tren o en centros comerciales. En la noche de los atentados de Par¨ªs, no paramos de mandarnos whatsapps. ?Hab¨¦is visto? Es lo mismo que en la serie. ?Joder, c¨®mo se parece! Heriremos muchas sensibilidades. ?Y si lo cambiamos? Deber¨ªamos cambiarlo. S¨ª, s¨ª, hay que cambiarlo¡
Al final no cambiamos nada. Porque lo que deber¨ªa cambiar es la realidad y no la ficci¨®n. Y eso no est¨¢ en nuestras manos. Eso s¨ª, todos los que hemos hecho El Pr¨ªncipe estamos orgullosos de haber situado esa barriada en el mapa. Ojal¨¢ sirva de algo.
Aitor Gabilondo es creador, guionista y productor ejecutivo de la serie de Telecinco El Pr¨ªncipe.
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