Cuando un grupo de curas grit¨® su antifranquismo en Roma
Recuperada ¡®L¡¯altra Chiesa¡¯, una pel¨ªcula perdida de Joaquim Jord¨¤ de1969, que recoge el testimonio de sacerdotes disidentes de la Iglesia espa?ola
Filmograf¨ªa selecta
Dante no es ¨²nicamente severo, con Jacinto Esteva (1966).
Numax presenta (1980).
El encargo del cazador (1990).
Un cuerpo en el bosque (1996).
Monos como Becky (1999).
De ni?os (2003).
Veinte a?os no es nada (2004).
M¨¢s all¨¢ del espejo (2006).
Figura sustancial de la historia del cine espa?ol y autor de documentales tan importantes como De ni?os (2003) y Monos como Becky (1999) Joaquim Jord¨¤ (Santa Coloma de Farn¨¦s, 1935-Barcelona, 2006) huy¨® en los a?os sesenta de la Espa?a franquista para vivir lo que en su filmograf¨ªa se conoce como la etapa del exilio italiano. En Roma rod¨® media docena de peque?as pel¨ªculas. Todas, menos dos, fueron recuperadas con el tiempo. Spezziamo le catene, obra colectiva, sigue extraviada, pero L¡¯altra Chiesa ha sido hallada 50 a?os despu¨¦s por el historiador Luis E. Par¨¦s. Digitalizada por la Filmoteca Espa?ola, esta semana vio la luz en el cine Dor¨¦.
La cinta, un mediometraje en blanco y negro, rodado en dos d¨ªas con ese aire clandestino y febril de muchos documentos de la ¨¦poca, recoge la reuni¨®n en Roma de un grupo de curas disidentes, ferozmente cr¨ªticos con la Iglesia franquista. Como explica Par¨¦s, el fin de la pel¨ªcula era documentar ¡°la asistencia de curas espa?oles a la Asamblea de Sacerdotes Europeos¡±, una reuni¨®n bautizada por la prensa de la ¨¦poca como ¡°Asamblea de Sacerdotes Contestatarios¡±. ¡°Una respuesta¡±, a?ade, ¡°al s¨ªnodo de los obispos que iba a tener lugar esos mismos d¨ªas y que representaba la l¨ªnea oficial, conservadora y dogm¨¢tica de la Iglesia¡±.
El cine de Jord¨¤, hombre dotado de una inteligencia y un coraje poco comunes, cuya fe en la verdad, que no en la objetividad, sigue iluminando a espectadores y cineastas, se curti¨® en esta etapa de su vida abiertamente militante. Conducidos por su mirada, libre y provocadora, vemos a un grupo de hombres sentados en corro, con corbata, con traje, con gafas de pasta y jersey de cuello vuelto, con aire de intelectuales desafiantes que sueltan frases lapidarias (¡°Iremos hasta el final, hasta el exilio, hasta la muerte si fuese necesario¡±) para hablar de ¡°opresi¨®n¡±, de ¡°falta de democracia interna¡± y de sus ¡°obligaciones¡± con ¡°la gente¡±.
¡°Ante una realidad de explotaci¨®n, de despido, de maltrato, de abusos y mentiras, yo debo transmitir una conciencia cristiana para ayudar a la gente a comprender la realidad, a conocer sus derechos, a aprender c¨®mo defenderse. Debo unirme a la gente. Es aqu¨ª donde empieza el compromiso del sacerdote¡±, asegura uno; ¡°Para m¨ª, la Iglesia espa?ola va a ser siempre reaccionaria, porque no tuvimos la experiencia de la reforma luterana ni la de la Ilustraci¨®n¡±, a?ade otro. En un momento, Jord¨¤, entrevistador fuera de campo, pregunta si se puede ser cura y revolucionario, y los hombres an¨®nimos responden sonriendo: ¡°Estamos aqu¨ª. Somos curas y en gran parte revolucionarios¡±.
¡°Esta pel¨ªcula, como la pr¨¢ctica totalidad de los trabajos italianos de Jord¨¤, estaba en el Archivio Audiovisivo del Movimento Operaio e Democratico (AAMOD) de Roma, una filmoteca especializada en cine militante que hered¨® los fondos del Partido Comunista italiano¡±, explica Par¨¦s, para quien L¡¯altra Chiesa es una pel¨ªcula ¡°urgente, r¨¢pida, de testimonio¡±, cuyo valor radica en dar la palabra a esos sacerdotes disconformes. ¡°El filme se convierte as¨ª en el levantamiento de acta de la existencia de esa disidencia dentro de la Iglesia espa?ola. Su valor testimonial es enorme¡±.
Babelia
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