Ra¨²l Ar¨¦valo toca el cielo sin despegarse del suelo
El actor que venci¨® su timidez se consagra como director con su primera pel¨ªcula
Ra¨²l Ar¨¦valo es un tipo pegado a la tierra. Conviene recordarlo ahora que toca las estrellas del cielo del cine espa?ol con los cuatro goyas que ha logrado este s¨¢bado su primer filme como director, Tarde para la ira (mejor pel¨ªcula, mejor director novel, mejor gui¨®n original y mejor actor de reparto, Manolo Solo). Se crio entre los desechos del serr¨ªn y los ¨®rdagos del mus en el bar que sus padres ten¨ªan en el barrio madrile?o de Chamber¨ª. Y all¨ª debi¨® aprender a socializarse, a hablar con unos y con otros, a superar la extrema timidez de su ni?ez.
¡°La verdad es que era muy t¨ªmido; muchos actores lo son, y actuar es como una terapia¡±, explica el propio actor, que empez¨® destacando, sin embargo, por su morro y desparpajo. Antonio Banderas se qued¨® prendado de ellos y lo eligi¨®, pese a que se equivoc¨® de papel en la prueba, para su pel¨ªcula El camino de los ingleses. Fue la confirmaci¨®n del talento de un joven actor, nacido en M¨®stoles en 1979, que acababa de despuntar en el cine gracias a AzulOscuroCasiNegro, dirigida por su colega Daniel S¨¢nchez-Ar¨¦valo. De eso hace poco m¨¢s de 10 a?os.
El actor, que empez¨® a baquetearse en series de televisi¨®n como Compa?eros siendo a¨²n estudiante de la academia de Cristina Rota, no ha dejado de aprender de unos y otros (Pedro Almod¨®var, Gracia Querejeta, Jos¨¦ Luis Cuerda, Alberto Rodr¨ªguez¡). Al tiempo que se labraba una s¨®lida trayectoria como int¨¦rprete (Goya al mejor actor de reparto por Gordos, en 2009), se preparaba para dar el gran salto de los cortos gore que rodaba de adolescente en el Instituto a dirigir un largo en el cine profesional. Casi nueve a?os le ha costado sacar adelante su pel¨ªcula.?
Dicen que para evitar inseguridades y dudas a?adidas es aconsejable, cuando se acomete una ¨®pera prima, contar una historia pr¨®xima, recrear un ambiente conocido. Ra¨²l Ar¨¦valo extrajo del bar familiar la atm¨®sfera y buena parte de los escenarios de Una tarde para la ira, incluso rod¨® en el pueblo de sus padres, el segoviano Mart¨ªn Mu?oz de las Posadas. Lo dem¨¢s, el opresivo thriller resultante, que bebe tanto del cine quinqui espa?ol de los 80 como de las pel¨ªculas de Jacques Audiard, Sam Peckinpah o Quentin Tarantino, es fruto del talento y de las horas y horas delante y detr¨¢s de las c¨¢maras de un joven que lleg¨® a matricularse en la Facultad de Historia y que hoy intenta despachar el ¨¦xito apelando a la ¡°austeridad¡± de sus padres ¡°castellanos¡±, ya jubilados. Habla con tranquilidad, horas antes de la gala en la que se mostr¨® tambi¨¦n contenido.
Que si es el Sean Penn espa?ol ¡ª¡°ojal¨¢ tuviera la mitad de su talento¡±, comenta¡ª, que si es el debut m¨¢s deslumbrante en la direcci¨®n desde¡ Los elogios se acumulan aunque parece que Ar¨¦valo sigue aquella premisa de S¨¢nchez Ferlosio de ¡®vendr¨¢n m¨¢s a?os malos que nos har¨¢n m¨¢s ciegos¡¯. ?Y los celos de sus compa?eros en una profesi¨®n del ego? ¡°Te das cuenta de que se habla mucho del ego de los actores, pero no dir¨ªa que hay m¨¢s que en los guionistas o en los periodistas, por ejemplo. Y eso de la vida golfa de los actores tambi¨¦n es un poco mito: conozco banqueros y ejecutivos mucho m¨¢s golfos. En fin, en todos lados hay ego¡±, asegura.
Igual que en todos lados hay preocupaci¨®n por la ¡°confusa¡± coyuntura internacional, que ¡°se sigue con p¨¢nico¡±, tras el triunfo de Donad Trump, apunta Ar¨¦valo, quien sostiene que ¡°los pol¨ªticos no han hecho nada para confiar en ellos¡±. Y recuerda que las buenas palabras del ministro de Cultura, ??igo M¨¦ndez de Vigo, se las lleva el viento si no van acompa?adas de hechos. ¡°El cine ha dado m¨¢s a las arcas del Estado que este a la cultura. Ya es hora de que esa forma de gestionar se acabe¡±. Palabra de aprendiz de historiador que ha hecho historia en el cine espa?ol.