Fuente Ovejuna, no tantos a una
Alberto Conejero ha creado una versi¨®n del cl¨¢sico de Lope que incide en sus aspectos m¨¢s sombr¨ªos. La Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico estrena ma?ana el montaje
No es solo un pueblo que se levanta en armas contra el tirano. Hay nobleza s¨ª, pero tambi¨¦n ruindad, en esos ciudadanos que deciden vengarse de un comendador solo cuando la mujer ultrajada es la hija del alcalde. Antes, con las labradoras apenas hab¨ªan levantado la voz. La Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico se enfrenta a un Fuente Ovejuna alejado del romanticismo y centrado en el lado m¨¢s oscuro de ese pueblo que ha quedado para la historia como ejemplo de hero¨ªsmo y valent¨ªa contra las injusticias del poder. En versi¨®n de Alberto Conejero y dirigida por Javier Hern¨¢ndez-Sim¨®n, los 22 actores de la IV promoci¨®n de esta compa?¨ªa de j¨®venes int¨¦rpretes, junto con el ya reconocido Jacobo Dicenta, en el papel del comendador Fern¨¢n G¨®mez, estrenan ma?ana el gran cl¨¢sico de Lope de Vega en el Teatro de la Comedia de Madrid, escrito a principios del siglo XVII y basado en hechos reales acontecidos en ese municipio de la provincia de C¨®rdoba en tiempos de los Reyes Cat¨®licos.
La obra, con la que viajar¨¢n a los festivales de Almagro, C¨¢ceres, Olmedo y otras plazas, es la primera tragedia del repertorio de La Joven, el proyecto creado hace diez a?os por Eduardo Vasco, y que ya se ha convertido en una gran cantera de profesionales en torno al teatro cl¨¢sico. ¡°Apostar con estos j¨®venes con un texto tan gigante como ¨¦ste es un acto de valent¨ªa y una garant¨ªa en torno al trabajo sobre el verso y el Siglo de Oro¡±, asegura Hern¨¢ndez-Sim¨®n, bilba¨ªno de 39 a?os, en un palco de La Comedia, susurrando, a la espera de uno de los ¨²ltimos ensayos, y mientras los actores se afanan en unos intensos trabajos de calentamiento.
La labradora y la burguesa
S¨®lo cuando Laurencia, esa mujer burguesa, hija del alcalde de Fuenteovejuna (en esta versi¨®n hermana), es ultrajada por el comendador, es cuando el pueblo decide levantarse contra el dictador y acabar con su vida. Los abusos y violaciones soportadas por Jacinta, una humilde labradora, y otras tantas mujeres del pueblo hab¨ªan pasado hasta entonces casi desapercibidos. Las dos mujeres humilladas, interpretadas por Paula Iwasaki (Laurencia) y Loreto Maule¨®n (Jacinta), est¨¢n acompa?adas en este reparto por otras ocho actrices de la IV promoci¨®n de La Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. Se enfrentan como actrices en el cl¨¢sico con su primera tragedia en el teatro.
Paula Iwasaki, sevillana de 26 a?os, y Loreto Maule¨®n, nacida en San Sebasti¨¢n hace 28 a?os, est¨¢n fascinadas con la historia que cuenta esta obra de Lope de Vega. Han interiorizado la reflexi¨®n que subyace en el texto sobre la responsabilidad del pueblo, de este y de otros muchos a lo largo de la historia, frente a las injusticias de los poderosos. "Este Fuente Ovejuna enfatiza sobre las contradicciones de los personajes, que son al mismo tiempo cobardes y h¨¦roes", explica Iwasaki, licenciada en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico). "No hay buenos y malos. Muestra al ser humano tal y como es, sin juicios, ni justificaciones" a?ade por su parte Maule¨®n, que resalta como esta versi¨®n ahonda en la cobard¨ªa de muchos ciudadanos que miran hacia otro lado cuando la injusticia no se ejerce contra ellos. En este sentido, son tan importantes las miradas y los silencios de algunos de los actores, como las palabras de sus compa?eros.
La labradora frente a la burguesa de clase alta. "Laurencia es un personaje complejo, cobarde, arrogante y soberbia pero con mucho coraje, que intenta ser coherente en todo momento apelando a la dignidad", asegura Iwasaki sobre su personaje en la obra. "Jacinta es un peque?o punto de luz en este pueblo oscuro. Es la voz del pueblo humilde y llano", dice Maule¨®n sobre el papel que representa en la versi¨®n de Alberto Conejero. Casi al un¨ªsono, interrumpi¨¦ndose de manera amable, las dos int¨¦rpretes resaltan el aut¨¦ntico retrato sobre la realidad que refleja Fuente Ovejuna. "Nos ha hecho reflexionar y pensar sobre la gran responsabilidad que como ciudadanos tenemos para que los d¨¦spotas lleguen y se instalen en el poder".
Una plaza de toros, de esas m¨®viles que se ponen y se quitan por los pueblos, un lugar donde habita la belleza pero tambi¨¦n la crueldad, es el espacio donde se desarrolla la trama de la obra. Un perfecto ejemplo de lo que narra esta historia de luchas y violencias, donde unos pocos est¨¢n en la arena peleando, mientras otros observan la situaci¨®n desde la barrera. ¡°Busc¨¢bamos un espacio din¨¢mico donde poder desarrollar mucho trabajo f¨ªsico, con los 23 actores de manera permanente en escena, y que juegan con alturas, velocidades y mucho ritmo¡±, va explicando el director, absolutamente compenetrado con la versi¨®n elaborada por Alberto Conejero.
¡°He sido escrupuloso con lo que me contaba a m¨ª Fuente Ovejuna y no lo que ha dictado y relatado la tradici¨®n. He descubierto un texto con las contradicciones m¨¢s nobles y ruines del ser humano. El texto de Lope de Vega es mucho m¨¢s oscuro que esa visi¨®n heredada del romanticismo. Va mucho m¨¢s all¨¢ del pueblo heroico que se levanta contra el tirano. Es una radiograf¨ªa lacerante de la complejidad de cada grupo humano y c¨®mo reaccionamos ante los excesos del poder seg¨²n nuestros propios intereses¡±, explica Conejero, el autor de La piedra oscura, desde Barcelona.
Son tantas las preguntas que lanza Fuente Ovejuna y tan universales y actuales que su director tiene la sensaci¨®n de estar sumergido en un torrente, con el que quiere convertir, una vez, m¨¢s el teatro en una asamblea en la que, junto a los espectadores, reflexionar sobre la violencia o la complicidad, por omisi¨®n o cobard¨ªa, de los pueblos oprimidos. ¡°?Son la violencia y la venganza los cimientos sobre los que poder construir un mundo mejor?¡±, se pregunta Hern¨¢ndez-Sim¨®n. ¡°Fuente Ovejuna demuestra lo contrario. Es una obra que nos pone ante el espejo de entender las razones de porqu¨¦ los ciudadanos repetimos a lo largo de la historia el error de permitir ser gobernados de forma desp¨®tica, adem¨¢s de abordar la facilidad de muchos de mirar hacia otro lado cuando la injusticia no nos toca directamente¡±.
Babelia
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