La terrible pesadilla de la maravillosa ¡®The Handmaid¡¯s Tale¡¯

Los ojos de Elisabeth Moss lo son todo. Ya lo eran en Mad Men y lo son m¨¢s todav¨ªa en The Handmaid's Tale, la serie de Hulu que en Espa?a se puede ver (ya completa) en la plataforma de HBO. Con su mirada, Moss te hace sentir el miedo de verte privada, casi de la noche a la ma?ana, de todos esos derechos fundamentales que damos por supuestos, separada de tu familia, usada como ganado con el ¨²nico fin de servir como veh¨ªculo para la reproducci¨®n de la pareja a la que te asignan dentro de un r¨¦gimen mis¨®gino y fundamentalista. La desesperaci¨®n grita a trav¨¦s de sus ojos. Pero la mirada de Elisabeth Moss transmite mucho m¨¢s. Inteligencia, valent¨ªa y decisi¨®n. Porque Offred (Defred en espa?ol, June en una vida pasada), no est¨¢ dispuesta a rendirse.

The Handmaid's Tale es ya una de las series del a?o. Esta adaptaci¨®n de una novela de Margaret Atwood escrita en 1985 (y, sin embargo, escalofriantemente actual) es aterradora en su fondo, en esa propuesta de un mundo que no tiene por qu¨¦ estar tan lejos del actual y que, seg¨²n qui¨¦n tenga el poder, podr¨ªa ocurrir en cualquier momento. Pero, al mismo tiempo, aprovecha ese fondo terrible, de personas sin futuro y mujeres esclavas sexuales, para dejar paso a la rebeli¨®n y a la esperanza. La historia, contada a trav¨¦s de los ojos de Offred/Elisabeth Moss pero tambi¨¦n de los de otras mujeres (la dura y casi impenetrable Serena Joy, la fr¨¢gil Janine, la rebelde Ofglen o la valiente Moira), se muestra en pantalla con una apuesta estil¨ªstica que da identidad visual a la serie, con un cuidado detallado en la luz o en los colores.

Estamos ante una historia de terror, feminista, una historia pol¨ªtica y reivindicativa, y todo desde la desesperanza m¨¢s profunda de no ver salida a la situaci¨®n a la que se ha llegado. Una historia que no se corta en mostrar violencia extrema y el sexo m¨¢s terrible. Puede sorprender que, en la ficci¨®n, se llegue a una situaci¨®n as¨ª en tan corto plazo de tiempo, pero qui¨¦n sabe lo que los radicalismos pueden llegar a hacer en cuesti¨®n de meses.

Por suerte hay unos rayos de esperanza. Los tiene Offred en su mirada. Porque los ojos de Elisabeth Moss lo son todo.