La tragic¨®mica y perversa historia de un mir¨®n
El protagonista de 'El autor' est¨¢ obsesionado con escribir una novela y su profesor le recomienda que se fije en la gente
El autor
Direcci¨®n: Manuel Mart¨ªn Cuenca.
Int¨¦rpretes: Javier Guti¨¦rrez, Mar¨ªa Le¨®n, Antonio de la Torre.
G¨¦nero: suspense. Espa?a, 2017.
Duraci¨®n: 112 minutos.
Las definiciones m¨¢s l¨²cidas que el le¨ªdo sobre el fracaso, el fin de las ilusiones, los sue?os que jam¨¢s se cumplieron, le pertenecen a Scott Fitzgerald, aquel ser tan vulnerable, aquel escritor inmenso. Tambi¨¦n sobre el efecto que provoca el alcohol. Creo que era en su relato El derrumbe. O tal vez fuera en otro. El personaje aseguraba que cuando beb¨ªa ocurr¨ªan cosas. No especificaba qu¨¦ cosas, no destacaba obviedades como el alivio provisional del sufrimiento y la soledad, desinhibici¨®n, enso?aci¨®n, fiesta del deseo, ni falta que hace. Solo que ocurren cosas. Que cada bebedor lo interprete como quiera.
En la pel¨ªcula El autor, el protagonista est¨¢ obsesionado con escribir una novela. Su profesor en un taller de escritura, un caradura presuntamente sincero y corrosivo en sus juicios sobre los elementos con los que se construye la gran literatura le da feroz bronca a su afligido alumno asegur¨¢ndole que solo dotar¨¢ de arte e inyectar¨¢ vida y veracidad a su escritura si fija su vista y su o¨ªdo en la gente, si plasma con sentimiento la aut¨¦ntica realidad. O sea, retornando a la certidumbre de Fitzgerald sobre el bebercio, si al escribir ocurren cosas.
El protagonista, cornudo relativamente tranquilo de una esposa que fabrica best sellers, currante desganado en una notar¨ªa y con un compa?ero que le da la gran brasa con infatigables t¨®picos, frases y lugares comunes, decide abandonar sus ataduras de vida tan gris¨¢cea y dedicarse desde el aislamiento en una nueva casa y desde las sombras a observar lo que hacen y dicen los vecinos. El escayolado fot¨®grafo de La ventana indiscreta tambi¨¦n ejerc¨ªa de voyeur en la intimidad del pr¨®jimo para no aburrirse, pero se encontr¨® con las tinieblas. Aqu¨ª, el inquietante mir¨®n ejerce de manipulador del pr¨®jimo para encontrar material literario, seduce a la pantojiana portera, despierta la tentaci¨®n y la codicia en inmigrantes desesperados, descubre los amenazantes secretos de un anciano fascista, hace florecer deseos y sombras de la naturaleza humana, provoca que ocurran cosas trascendentes para crear un universo apasionante, complejo y cre¨ªble en esas p¨¢ginas que otorgaran sentido y plenitud a su antes vac¨ªa existencia. Esta peligrosa partida de ajedrez ofrece riesgos, las piezas se pueden rebelar contra el cerebro que las mueve, que algunas cosas no sean lo que parecen.
El director Martin Cuenca narra historia tan sorprendente con talento, sentido del esperpento, complejidad, sarcasmo, mala leche de primera calidad. Lo que cuenta posee un tono siniestro pero tambi¨¦n c¨®mico, logra que mantengas la sonrisa y en varias secuencias que estalle la carcajada. La relaci¨®n entre el aprendiz de Hemingway (incluido algo tan surrealista como escribir con los genitales sobre la mesa), su deslenguado y c¨ªnico maestro y la portera inicialmente entregada y ferozmente resentida en su abandono, est¨¢ descrita con situaciones, im¨¢genes y di¨¢logos memorables. Y constatas que ese guion est¨¢ muy trabajado. Y las interpretaciones del turbio protagonista que hace Javier Guti¨¦rrez, o la de secundarios en posesi¨®n de fuerza y gracia, como Antonio de la Torre y Adelfa Calvo, son mod¨¦licas. Es una pel¨ªcula original, perversa, inteligente.
Babelia
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