Carta de despedida de Ricardo G¨®mez de ¡®Cu¨¦ntame¡¯

Estoy sentado en el suelo, tapado con una manta y un poco nervioso, para qu¨¦ nos vamos a enga?ar. Mi madre y mi hermano est¨¢n en el sof¨¢. Mientras me como un trozo de pizza, concesi¨®n extraordinaria por la ocasi¨®n especial, dan las diez. Pongo a grabar el VHS virgen que hemos comprado. Arranca. Nunca olvidar¨¦ esta noche. Es 13 de septiembre de 2001 y empieza el primer episodio de Cu¨¦ntame. Se titula 'El retorno del fugitivo' y supone mi primera vez delante de todos vosotros.

Han pasado diecisiete a?os, dos meses y diecis¨¦is d¨ªas desde entonces y hoy, la misma cadena (me encantar¨ªa poder decir que a la misma hora, pero ser¨¢ unos cuarenta minutos despu¨¦s), emitir¨¢ el episodio 348. Ha sido una larga traves¨ªa hasta aqu¨ª, visitando cada sal¨®n de cada casa semana tras semana, intentando contar una maravillosa historia, la nuestra.

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Un grupo de grand¨ªsimos profesionales, dej¨¢ndose la piel para que cada palabra de cada guion, cada plano, cada frase y cada imagen estuviesen tratadas con un mimo exquisito. Nos propusimos contar una historia y ya lo creo que la hemos contado. Y lo que os queda, compa?eros.

A lo largo de todos estos a?os he tenido la oportunidad de crecer cerca de algunas de las m¨¢s grandes actrices y de los m¨¢s grandes actores de este pa¨ªs, y siempre he intentado aprender todo lo que he podido. Pero si me tengo que quedar con una cosa es, sin duda, haber desarrollado un tremendo amor por esta mi profesi¨®n. Una profesi¨®n que me ha tratado muy bien desde que nos encontramos. Y por ello no quiero traicionarla.

Una de las cosas m¨¢s valiosas que he aprendido en todo este tiempo es que no existe mejor sensaci¨®n que la de la satisfacci¨®n de terminar un proyecto estando orgulloso de lo que has hecho. Y yo no puedo estar m¨¢s orgulloso de lo que para m¨ª ha sido Cu¨¦ntame, la mejor escuela posible que jam¨¢s podr¨ªa haber imaginado, donde he tenido la posibilidad de desarrollar y profundizar en un personaje tan rico como es Carlos Alc¨¢ntara y con el que he compartido algunos de los mejores momentos de mi vida. Un buen tipo.

Sobre todo, he tenido la suerte de estar rodeado, d¨ªa tras d¨ªa, del mejor equipo que uno se puede encontrar. Desde el primer d¨ªa me hab¨¦is tratado como a vuestro ni?o. El ni?o del rodaje. Hemos jugado al f¨²tbol por los pasillos de los camerinos, hemos llorado, hemos re¨ªdo, hab¨¦is aguantado mis continuos abrazos y mis mordiscos, me hab¨¦is cuidado, educado, corregido, protegido, ense?ado, rega?ado... Hab¨¦is puesto vuestro grano de arena para intentar que me convirtiese en una buena persona. Gracias a todas y a todos, de coraz¨®n.

Y a la audiencia, mejor dicho a la gente, a las personas que hab¨¦is dedicado alg¨²n momento de vuestra vida a echar un ojo a lo que hac¨ªamos, gracias por acompa?arnos y por acompa?arme.

El destino ha querido que esta misma noche, un rato antes de que este cap¨ªtulo para m¨ª tan especial salga a la luz, yo vaya a estar subido junto a mi querido y admirado Juan Echanove sobre las tablas del Teatro Espa?ol, estrenando Rojo, una funci¨®n que por encima de todo, habla del trasvase generacional, del mercantilismo en el arte y de la necesidad de "hacer algo nuevo".

As¨ª sea.