El incendio que este lunes devast¨® la cubierta de la catedral de Notre Dame en Par¨ªs ha afectado a distintos espacios del edificio. La mayor parte de los da?os interiores se concentra bajo el crucero del templo, que daba soporte a la espiga de madera que se derrumb¨® una hora despu¨¦s de declararse el fuego. Este es el balance de los desperfectos, cuya reparaci¨®n podr¨ªa alargarse hasta 20 a?os, seg¨²n los expertos.
1. La aguja
Estructura de madera cubierta de pizarra erigida en el siglo XIX. Se vino abajo envuelta en llamas y provoc¨® el colapso de parte de la cuarta b¨®veda sixpartita (dividida por seis nervios).
La aguja de Viollet-le-Duc, que se alzaba 93 metros sobre el suelo, y el campanario situado en la parte posterior de la nave desaparecieron una hora despu¨¦s del comienzo del incendio. La fl¨¨che, como es conocida, fue a?adida por el arquitecto Eug¨¨ne Viollet-le-Duc en 1859-1860. Las primeras informaciones apuntaban a que el fuego hab¨ªa consumido el gallo de cobre repujado que se encontraba en la cima del pin¨¢culo, pero finalmente ha podido ser recuperado. La escultura, que seg¨²n la Iglesia, alberga las reliquias de Santa Genoveva y San Denis, as¨ª como un fragmento de la Corona de Espinas de Cristo, ha sido encontrada entre los escombros.
2. El armaz¨®n de la cubierta
El conjunto que sujetaba la cubierta ha quedado destruido y la techumbre da?ada. El fuego se propag¨® muy r¨¢pidamente en contacto con la madera de la estructura.
El armaz¨®n del siglo XIII, conocido como la f?ret (el bosque) debido a las toneladas de troncos de roble que sirvieron para construirlo (1.300 robles talados en una superficie de 21 hect¨¢reas de bosque). Cada viga perteneci¨® a un ¨¢rbol diferente.
3. Los rosetones
Permanecen en su lugar, pero los altos presentan desperfectos a causa del fuego. En algunas vidrieras se ha fundido el plomo que un¨ªa los cristales
Aunque los tres rosetones principales, de 13 metros de di¨¢metro, no han sido destruidos, el fuego s¨ª ha afectado a los de menor tama?o situados en el nivel de la cubierta calcinada. Los andamios circundantes, instalados para facilitar las obras iniciadas en la catedral hace meses, resistieron las llamas y contribuyeron a proteger la estructura al amortiguar la ca¨ªda de la aguja. Las vidrieras, que representan pasajes b¨ªblicos, fueron construidas en el siglo XIII y renovadas en distintas ocasiones.
4. Las b¨®vedas
Tres b¨®vedas han sucumbido: Toda la confluencia del crucero (sobre la que estaba la aguja), parte de la cuarta (de las nueve que tiene la nave principal) y la mitad de otra del brazo sur del crucero.
Pese a que sigue de pie, las autoridades informaron de que se han identificado "vulnerabilidades" en la estructura del edificio, en particular en la b¨®veda y en una parte del transepto (nave transversal que forma el brazo corto en una iglesia de planta de cruz latina), lo que ha obligado a evacuar cinco edificios vecinos del monumento como medida de precauci¨®n.
5. Los ¨®rganos
La catedral tiene tres ¨®rganos: el principal (de 7.374 tubos), el del coro (de 1.840) y uno port¨¢til que se encontraba en el crucero y ha resultado destruido
De los tres ¨®rganos instalados en la catedral, el de mayor tama?o, construido sobre la entrada principal entre los siglos XV y XVII est¨¢ a salvo, aunque la estructura ha sufrido debido a la ca¨ªda de algunos escombros, polvo y agua. El instrumento, cuenta con una caja adornada con aut¨®matas. Hab¨ªa sido restaurado en 2014.
6. Lo que se salv¨®
El sistema de los arquitectos medievales trasladaba el empuje de la nave central al exterior a trav¨¦s de los arbotantes (arcos) hasta los contrafuertes (muros exteriores). Ello ha favorecido la resistencia de la estructura.
El fuego no pudo alcanzar los grandes cuadros de los siglos XVI y XVII, conocidos como Mays, que colgaban de las paredes de la nave, el coro y las capillas. Pero quedaron da?ados por el agua, seg¨²n admiti¨® el ministro franc¨¦s de Cultura. Sus grandes dimensiones impidieron que fueran descolgados a tiempo. Esas escenas religiosas, que recuerdan la vida de los ap¨®stoles, fueron obsequios del gremio de orfebres parisinos entre 1630 y 1707. Llegaron a existir 66, de los que 13 segu¨ªan expuestos al p¨²blico hasta ayer. Entre sus autores figuran pintores de renombre en la ¨¦poca, como Charles Le Brun y Jacques Blanchard.
Las 16 estatuas de cobre situadas en la base de la aguja en 1860, durante la ampliaci¨®n de Notre Dame en el siglo XIX, se salvaron al haber sido desmontadas el pasado 11 de abril para su restauraci¨®n. En el momento del incendio acababan de llegar a un almac¨¦n de la ciudad de P¨¦rigueux, al suroeste del pa¨ªs, donde van a ser renovadas.
El altar tambi¨¦n estar¨ªa a salvo, seg¨²n una fotograf¨ªa difundida en redes sociales por el padre Pierre-Herv¨¦ Grosjean, de la di¨®cesis de Versalles. La gran pieza de m¨¢rmol y la cruz que lo presiden seguir¨ªan en su lugar. La monumental Piedad del escultor Nicolas Coustou colocada en el ¨¢bside, permanece aparentemente intacta.