La madre muerta

En tiempos de Donald Trump y de promesas de construcci¨®n de un muro f¨ªsico, llama la atenci¨®n la facilidad de transmisi¨®n de la cultura vecina y el tratamiento del folclore mexicano en el cine de Hollywood, en una operaci¨®n que quiz¨¢ diga tanto del ¨¢mbito comercial, con la b¨²squeda del cada vez m¨¢s numeroso mercado latino, como del entorno social e incluso ling¨¹¨ªstico, con la normalizaci¨®n de la convivencia e incluso con la mezcla de idiomas. Y del mismo modo que Disney-Pixar se acerc¨® al folclore mexicano con Coco, la productora Atomic Monster de James Wan se adentra ahora en la terror¨ªfica leyenda sobrenatural de La Llorona, versi¨®n local de nuestro Hombre del Saco: mujer que aterroriza ni?os con sus l¨¢grimas y sus sollozos, en busca de sus propios hijos, a los que siglos antes ahog¨® con sus propias manos en un r¨ªo.

Dirigida por el novel Michael Chaves, y con el amparo comercial de formar parte del universo de Expediente Warren, con sus spin-off y sus secuelas (la mu?eca Annabelle tiene una aparici¨®n en forma de c¨®mico gui?o autorreferencial, y el personaje del padre P¨¦rez regresa con un rol secundario), La Llorona est¨¢ ambientada en los a?os setenta, quiz¨¢ como tentativa de que sea el cine de terror de esa d¨¦cada el que se convierta en referente formal y narrativo. En parte lo consigue con una hermosa fotograf¨ªa de textura dura, que recuerda a los tratamientos con la luz de Owen Roizman, no s¨®lo en la m¨ªtica El exorcista sino tambi¨¦n con sus fotograf¨ªas para el cine policial de la ¨¦poca (French connection, Pelham 1,2,3), con el que tanto tiene que ver tambi¨¦n la trama de La Llorona.

Sin embargo, a pesar del buen trabajo de puesta en escena de Chaves, la pel¨ªcula queda devaluada por un guion excesivamente b¨¢sico, en el que, expuestos el antecedente de la leyenda, el conflicto y la presentaci¨®n de personajes, todo puede adivinarse desde el minuto 20 de metraje hasta el desenlace. Y aunque Chaves sepa crear tensi¨®n con la c¨¢mara y sus angulaciones, la pel¨ªcula provoca m¨¢s miedo por los estallidos de m¨²sica que por la presencia de La Llorona, que no lleva al escalofr¨ªo ni con su mera presencia f¨ªsica ni con su desaprovechado llanto.