La saga de f¨²tbol que anima a leer a 2,5 millones de ni?os
¡®Los Futbol¨ªsimos¡¯, la serie de aventuras creada en 2013 por Roberto Santiago, se ha convertido en un fen¨®meno internacional con traducciones a 15 idiomas
Roberto Santiago?ten¨ªa 13 a?os cuando vivi¨® su gran momento de gloria. Era un domingo soleado y el equipo de f¨²tbol de su colegio gan¨® una medalla con ¨¦l como defensa central. ¡°Por encima de cualquier logro, es lo que m¨¢s ilusi¨®n me ha hecho en mi vida. El terreno era de arena por aquel entonces y ganamos 4-3. Yo no marqu¨¦. Med¨ªa 1,91, una barbaridad, y era mal¨ªsimo. Solo me dejaban pasar de medio campo para rematar en los c¨®rners¡±, rememora Santiago (Madrid, 1968) en el mismo lugar, ahora de hierba, que ocupa sus sue?os, esa inmensa extensi¨®n de terreno que tiene el colegio San Agust¨ªn para hacer actividades deportivas, a pocos metros del estadio Santiago Bernab¨¦u.
Los Futbol¨ªsimos se remonta a esta ¨¦poca, cuando ten¨ªa 10, 11 o 12 a?os y me preguntaba por qu¨¦ no hab¨ªa ning¨²n libro que mezclara mis dos grandes pasiones: la lectura y el f¨²tbol
Volver al San Agust¨ªn es ir al germen doble de Los Futbol¨ªsimos?(SM), un fen¨®meno de la literatura infantil que acumula m¨¢s de dos millones y medio de libros vendidos en sus 15 entregas, que ha sido traducido a 15 idiomas y que el a?o pasado se convirti¨® en una pel¨ªcula y un musical, que ha estado en el teatro de la Latina hasta el pasado 28 de abril. Ese mismo mes se public¨® el ¨²ltimo de los libros, El misterio de la 101 calaveras, con una tirada inicial de 70.000 ejemplares. ¡°No s¨¦ decir exactamente el momento, pero sin ninguna duda Los Futbol¨ªsimos se remonta a esta ¨¦poca, cuando ten¨ªa 10, 11 o 12 a?os y me preguntaba por qu¨¦ no hab¨ªa ning¨²n libro que mezclara mis dos grandes pasiones: la lectura y el f¨²tbol¡±, explica Roberto Santiago, emocionado como si fuera de nuevo el joven de 14 a?os al que le explot¨® la cabeza cuando un profesor del San Agust¨ªn le dio a leer Los santos inocentes.
La apuesta de Los Futbol¨ªsimos es sencilla, que no simple. Un equipo de f¨²tbol de chicos y chicas que, adem¨¢s, resuelven un misterio en cada entrega. La pandilla vive en el id¨ªlico Soto Alto, aunque cada cierto tiempo sus aventuras les llevan al extranjero. ¡°Tambi¨¦n hay valores como la amistad y el trabajo en equipo. Y humor y un contexto con el que los ni?os se identifican¡±, defiende Santiago. ¡°Trato de que siempre haya una voz, una trama, una historia. Los personajes son como los de Los Simpson, siempre tienen 11 a?os, no envejecen pero s¨ª evolucionan. Se trata de no ser expl¨ªcitos ni ?o?os, de hablar al ni?o de t¨² a t¨². Pero, claro, nadie conoce la f¨®rmula porque si no la estar¨ªa haciendo todo el mundo¡±, explica este guionista de televisi¨®n desde los 19 a?os, director de cine (El penalti m¨¢s largo del mundo) y autor del thriller Ana (Planeta) al que no le molesta ser reconocido como Roberto, el de Los Futbol¨ªsimos. ¡°Me parece fenomenal, si me quedo as¨ª 20 a?os, pues feliz de la vida¡±.
¡°Robeeerto. Robeeerto¡±, vitorean unos ni?os que lo ven a lo lejos durante la sesi¨®n de fotos. Otros le han parado a la entrada del cole para preguntarle cu¨¢ndo sale el pr¨®ximo. Las muestras de reconocimiento se repiten en las horas que este peri¨®dico pasa con ¨¦l. ¡°Come bien, que todav¨ªa tienes que escribir muchos libros¡±, le dice un camarero en su restaurante de referencia, no lejos del colegio. Santiago sonr¨ªe y asiente. Sabe que juega en casa y le gusta.
Demasiado ritmo
Pero la moneda del ¨¦xito tienen una cara y una cruz que el escritor maneja como puede. ¡°Mi temporada va con el calendario escolar, pero este a?o me he encontrado un poco sobrepasado al final del curso. En la editorial me apretaron y he entregado dos futbol¨ªsimos, tres de Forasteros del tiempo [otra serie con una familia de Moratalaz que viaja a distintas ¨¦pocas]. Adem¨¢s, ten¨ªa el musical, un proyecto para una serie¡¡±. ?Harto? ¡°No, pero voy a tener que bajar el ritmo¡±, reconoce algo m¨¢s reflexivo, dejando salir sensaciones ambivalentes. ¡°Tengo que dejar algunas cosas. La promoci¨®n, las presentaciones, viajar y estar fuera de casa es lo que m¨¢s me cansa, aunque tambi¨¦n me alimenta. En C¨¢ceres reunimos hace poco a m¨¢s de 1.100 ni?os en un auditorio. Al terminar se me acerc¨® una ni?a, me cogi¨® de la mano y me dijo: ¡®Me gusta Helena con H [la protagonista] porque es una chica fuerte¡¯. Y yo no me quiero perder eso¡±, cuenta un hombre acostumbrado a alimentarse del encuentro con sus lectores, interpelarlos, hacerles part¨ªcipes.
Mi temporada va con el calendario escolar, pero este a?o me he encontrado un poco sobrepasado al final del curso
Pero lo que no va a cambiar es el ritmo de trabajo, admite, ese que lleva desde que debut¨® con 20 a?os escasos con El ladr¨®n de mentiras (Barco de Vapor). Es decir, de lunes a domingo para entregar cada tres meses un manuscrito de 200 p¨¢ginas, que con las ilustraciones de Enrique Lorenzo llegan a las 300. ¡°Mi chica est¨¢ un poco frita porque no tengo vida personal¡±, reconoce.
Santiago solo se queda sin respuesta cuando se le pregunta por el futuro de Camu?as, Marilyn y compa?¨ªa, los protagnistas de Los Futbol¨ªsimos. ¡°El musical se los imagina 10 a?os despu¨¦s, pero m¨¢s all¨¢ de eso, no s¨¦¡±, responde tras una pausa. ¡°Las series tienen un final siempre. No me gustar¨ªa empachar. Tengo miedo todo el rato. ?Y si llego al precipicio y no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s contar?. Pero eso no es lo que noto ahora¡±.
La igualdad y los "libros para ni?as"
Cuando Roberto Santiago entreg¨® en 2013 los dos primeros manuscritos de Futbol¨ªsimos lo ¨²nico que ten¨ªa claro es que quer¨ªa que "fuera una colecci¨®n". Hubo ciertas reticencias con la extensi¨®n pero el autor confiaba en los lectores y el tiempo le ha dado la raz¨®n. Se puede decir que los libros fueron triunfando solos, sin campa?as de promoci¨®n de la editorial, con los ni?os como grandes prescriptores. Luego llegaron la pel¨ªcula y el musical. Seis a?os y 13 n¨²meros despu¨¦s de aquel debut doble, la serie ha sido traducida a una quincena de idiomas y est¨¢ triunfando en Francia, Polonia o Ir¨¢n, donde los ni?os pueden leer una historia protagonizada por un equipo en el que juegan chicos y chicas con total normalidad. "Estoy muy orgulloso de eso. El traductor al farsi ha hecho un trabajo excelente y los libros se est¨¢n publicando sin cambios", cuenta Santiago. Y, sin embargo, en Espa?a todav¨ªa alguna profesora, tras alg¨²n acto en un colegio pregunta: "?Y cu¨¢ndo vas a escribir un libro para ni?as?".
Babelia
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