El sue?o de Barenboim que choc¨® con la pol¨ªtica espa?ola
Un ensayo recuerda el proyecto truncado de una orquesta israel¨ª-palestina con sede en Sevilla
El West-Eastern Divan ha sido una gran arma por la paz que, por ahora, apenas ha conseguido nada constructivo en la pol¨ªtica de la regi¨®n. Pero s¨ª entre buena parte de sus gentes y en la sensibilizaci¨®n global del conflicto. Quiz¨¢s lo ilustre esta an¨¦cdota. Cuando Daniel Barenboim se empe?¨® en llevar la orquesta de israel¨ªes, ¨¢rabes y palestinos creada por ¨¦l y el intelectual...
El West-Eastern Divan ha sido una gran arma por la paz que, por ahora, apenas ha conseguido nada constructivo en la pol¨ªtica de la regi¨®n. Pero s¨ª entre buena parte de sus gentes y en la sensibilizaci¨®n global del conflicto. Quiz¨¢s lo ilustre esta an¨¦cdota. Cuando Daniel Barenboim se empe?¨® en llevar la orquesta de israel¨ªes, ¨¢rabes y palestinos creada por ¨¦l y el intelectual Edward Said a Ramala, Cisjordania, una ni?a le dijo que estaba muy contenta. ¡°?Por qu¨¦?¡±, pregunt¨® el m¨²sico. ¡°Porque es lo primero que viene de Israel que no es un soldado o un tanque¡±, respondi¨® la chiquilla.
Esa iniciativa por la paz, durante a?os, tuvo sede activa y principal en Espa?a, como cuenta y recuerda Ana Arambarri en M¨²sica contra los muros (Galaxia Gutenberg). Esa sede ahora ha pasado a sucursal de la Fundaci¨®n Barenboim-Said, que persiste mermada a la espera de ser reactivada en Sevilla. Lejos quedan las concentraciones en Pilas, donde cada verano entre 2002 y 2014 decenas de ni?os y j¨®venes entre ocho y 25 a?os se reun¨ªan para preparar las giras mundiales.
Arambarri cuenta con detalle esa peripecia dentro de su libro, as¨ª como otras iniciativas musicales que han surgido y resisten en medio de aquel polvor¨ªn de Oriente Medio. Despu¨¦s de su biograf¨ªa de Ataulfo Argenta, M¨²sica interrumpida, la autora ha trazado el rastro de una regi¨®n que sobrevive a sus dramas con ecos de orquestas e interpretes muy dados al sacrificio. Entre la geopol¨ªtica y la m¨²sica se mueve la nueva obra de Arambarri, con Barenboim como uno de sus m¨¢ximos referentes en talento y rebeld¨ªa.
Aquella acogida en Espa?a a una iniciativa genuinamente n¨®mada dur¨® mientras detentaron el poder algunos servidores p¨²blicos que entendieron su relevancia internacional, caso del diplom¨¢tico Bernardino Le¨®n. Fue, entre otros, ¨¦l quien logr¨® el traslado de la sede a Andaluc¨ªa en el a?o 2002, cuando era presidente de la Fundaci¨®n Tres Culturas y antes de pasar a ser secretario de Estado de Exteriores en 2004.
¡°La salida fue un pat¨¦tico ejemplo de escasa visi¨®n¡±, asegura Arambarri. Se refiere a ese contraste de c¨®mo se gestion¨® la llegada del West-Easter Divan al desastre y la falta de apoyos y generosidad que oblig¨® despu¨¦s a su traslado cuando gobernaba Susana D¨ªaz. La crisis de 2008 se lo llev¨® por delante cuando redujeron sus tres millones de euros de presupuesto a menos de 500.000. Entonces entr¨® en acci¨®n Angela Merkel. Seg¨²n Le¨®n, ¡°le hizo a Barenboim una oferta que no pudo rechazar". 20 millones de euros para establecer su sede en Berl¨ªn. Hoy existen conversaciones entre Barenboim, la Junta y el Gobierno estatal para reactivar el proyecto en Espa?a. No de la forma con que tuvo presencia antes, pero s¨ª de manera m¨¢s atractiva y comprometida con Andaluc¨ªa.
Cuando el director de orquesta y Said comenzaron a poner en pr¨¢ctica la idea en el a?o 1999 en Weimar, impactaron. En 2002, el Gobierno espa?ol, por medio de Bernardino Le¨®n y la Junta de Andaluc¨ªa, con Elena Angulo, entonces directora general de Promoci¨®n Cultural, le presentaron una propuesta de colaboraci¨®n que inclu¨ªa sede y manutenci¨®n con su presupuesto, a cambio, entre otras cosas, de que seleccionara tambi¨¦n m¨²sicos espa?oles en la orquesta. El n¨²mero fluctuaba cada a?o, pero llegaron a ser 25 en alguna edici¨®n.
Con el tiempo, un deficiente entendimiento de la dimensi¨®n internacional de la iniciativa fue socav¨¢ndola. Hizo que perdiera apoyos y las amenazas se sent¨ªan en el entorno. En pol¨ªticos de todos los bandos: ¡°Que sepas que vamos a ganar en Andaluc¨ªa y vamos a cerrar ese chiringuito de Barenboim¡±, cuenta Arambarri que le llegaron a decir a Le¨®n. Un extremo que ¨¦l confirma. Fue un mensaje de Antonio Garrido, entonces portavoz de Cultura del PP en el parlamento auton¨®mico. Finalmente el PSOE se ocup¨® de reducir la actividad de la orquesta.
La crisis y una evidente falta de ambici¨®n cultural del anterior Gobierno andaluz se adelantaron a los actuales responsables de la Junta. La Fundaci¨®n Barenboim-Said sigue con sede en Sevilla pese a que la mayor parte de sus fondos va a sostener una escuela en Ramala. No sirve ya de base para la orquesta, como lo fue hasta 2014, pero s¨ª puede convertirse en otra plataforma que refuerce en Espa?a el papel de una iniciativa como el West-Eastern Divan. Hoy existe, seg¨²n Le¨®n, ¡°voluntad de enmendar en parte aquel error".