Los dibujantes dan la nota
El c¨®mic vive un aluvi¨®n de biograf¨ªas inspiradas en leyendas de la m¨²sica con vidas creativas y complejas como Miles Davis, Patti Smith, Camar¨®n o David Bowie
Los artistas se atreven cada vez m¨¢s con un reto colosal: dibujar la m¨²sica. No paran de multiplicarse, en los ¨²ltimos a?os, las novelas gr¨¢ficas que trazan en sus p¨¢ginas el talento, la fama y las sombras de leyendas de la canci¨®n. Desde David Bowie hasta Camar¨®n, de Patti Smith a Nick Cave, los grandes iconos del jazz, el flamenco y el rock salen, no ya a escenarios, sino en vi?etas y relatos ilustrados. El c¨®mic intenta explicar, a su m...
Los artistas se atreven cada vez m¨¢s con un reto colosal: dibujar la m¨²sica. No paran de multiplicarse, en los ¨²ltimos a?os, las novelas gr¨¢ficas que trazan en sus p¨¢ginas el talento, la fama y las sombras de leyendas de la canci¨®n. Desde David Bowie hasta Camar¨®n, de Patti Smith a Nick Cave, los grandes iconos del jazz, el flamenco y el rock salen, no ya a escenarios, sino en vi?etas y relatos ilustrados. El c¨®mic intenta explicar, a su manera, las emociones que estas figuras y sus melod¨ªas provocan. No hay l¨ªmites a la fantas¨ªa de un l¨¢piz.
¡°Y hab¨ªa biograf¨ªas escritas y libros sobre la mayor¨ªa de estos int¨¦rpretes. Pero un ensayo visual es mucho m¨¢s accesible. Alguien que no se leer¨ªa un texto de 400 p¨¢ginas, tal vez s¨ª se plantee leer un c¨®mic de 60 p¨¢ginas. Es una forma de ampliar la pasi¨®n por ciertos iconos y acercarse a los sentimientos que producen¡±, defiende Salva Rubio, coautor junto con Sagar de Miles en Par¨ªs (Norma). Los creadores de estas biograf¨ªas ilustradas reciben historias complejas, llenas de notas que nunca desafinan: pasi¨®n, dinero, drogas, traiciones y gloria. Las editoriales tambi¨¦n sonr¨ªen: saben que los ¨ªdolos del escenario hacen sonar la caja, porque los fans siempre est¨¢n dispuestos a escuchar cualquier nuevo acorde que hable de sus mitos. B¨¢sicamente, esto c¨®mic son m¨²sica para los o¨ªdos de todos.
¡°El punto de partida es el aspecto visual. Para m¨ª, tiene que haber im¨¢genes fuertes tanto en la vida como en la obra del personaje. Nunca podr¨ªa hacer un libro sobre Justin Bieber¡±, explica Reinhardt Kleist, todo un veterano en este campo, que tras sendos c¨®mics sobre Nick Cave y Johnny Cash (editados por ECC), prepara uno sobre Bowie. El creador cuenta que dibuja escuchando temas de los artistas, a menudo incluso en directo, en medio de alg¨²n concierto.
¡°Visualizar la m¨²sica es un reto intrigante. Con Johnny Cash decid¨ª ilustrar las canciones como peque?os relatos. Con Nick Cave, opt¨¦ por mezclar lo que cuenta la letra con la parte de su vida que refleja¡±, agrega Kleist. As¨ª, un aluvi¨®n sumerge a Cave cuando se arranca a cantar Tupelo en el c¨®mic Mercy On Me; y en Johnny Cash. I See A Darkness, el r¨ªo y sus melanc¨®licos recuerdos rodean al mito mientras toca Big River. El fuego, en cambio, abraza a Miles Davis en la visi¨®n de Rubio y Sagar: las notas endiabladas que toc¨® en Par¨ªs en 1949 hacen arder, literalmente, el escenario.
¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil fue resumir a Patti Smith en 170 p¨¢ginas¡±, confiesa Ana M¨¹shell, autora de la biograf¨ªa ilustrada de la madrina del punk She Has the Power (Lunwerg). Tanto que, tras ver su primer guion, la editorial le pidi¨® que no abarcara demasiado. ¡°Para elegir, me gui¨¦ por la intuici¨®n y el sentimiento¡±, aclara la creadora. Y por la documentaci¨®n: ?ramos unos ni?os, las memorias de la cantante, resuenan de fondo en el c¨®mic. Y en los textos y dibujos caben la Patti Smith poeta y la fot¨®grafa, su infancia y sus ¨²ltimos conciertos, la huida a Nueva York y Horses.
Tambi¨¦n desfilan por el libro de Patti Smith otros artistas como Bob Dylan, Janis Joplin o Sam Shepard. Al igual que por Miles en Par¨ªs se asoman Charlie Parker, Duke Ellington, Boris Vian y hasta Pablo Picasso. El arranque de esta obra, adem¨¢s, narra la crisis del jazz a finales de los cuarenta, el surgimiento del bebop y la fuga del trompetista hacia un nuevo sonido. Es decir: de alguna manera, adem¨¢s de la historia de legendarios int¨¦rpretes, estos c¨®mics pretenden contar la de la m¨²sica. ¡°Se trata de encontrar un equilibrio entre la divulgaci¨®n y una buena trama¡±, resume Rubio, que tambi¨¦n es autor de Django, mano de fuego, dedicado al c¨¦lebre guitarrista gitano, que se editar¨¢ pr¨®ximamente en Espa?a.
Leyendas y licencias creativas se funden en una partitura que tiene como nota principal los hechos. En I See Darkness, Kleist recorre el ascenso y ca¨ªda del protagonista mientras narra la evoluci¨®n del country o el nacimiento del rockabilly en las plantaciones de algod¨®n. Y el mundo cambia junto con el aspecto y el estilo de David Bowie en otro c¨®mic sobre el artista, subtitulado Polvo de estrellas, pistolas de rayos y fantas¨ªas de la era espacial, escrito por Michael Allred, Steve Horton y Laura Allred y editado por Norma.
A partir de la investigaci¨®n, cada cual escoge libremente su camino para acercarse a los ¨ªdolos. E imprime a su obra ritmo y tintes m¨¢s apropiados. Una explosi¨®n de colores y dibujos de p¨¢gina entera muestran a Bowie en el c¨®mic. Espacios claustrof¨®bicos y en blanco y negro comprimen el dif¨ªcil avance de Cash en I See the Darkness. Y Sagar dibuj¨® Miles en Par¨ªs como si fuera una jam session de jazz. ¡°Atacas con la tinta sin saber lo que va a ocurrir sobre la marcha¡±, aclara Rubio. Se trata, en el fondo, de pintar una historia coherente y que est¨¦ a la altura de la leyenda. Kleist confiesa abiertamente su admiraci¨®n por Bowie: ¡°Me cri¨¦ en una ciudad peque?a y sab¨ªa que era diferente a los dem¨¢s. En esa ¨¦poca ¨¦l signific¨® mucho para m¨ª, y quiero rendir homenaje a eso. De alguna forma, me salv¨®¡±. Eso es lo que hacen los mitos. Adem¨¢s de tocar canciones.