El c¨®mic redime a Nick Cave
El dibujante Reinhard Kleist recrea el proceso creativo del m¨ªtico l¨ªder de The Bad Seeds, aficionado a los tebeos
A veces la destrucci¨®n se busca y a veces llega sola. El m¨²sico australiano Nick Cave se trabaj¨® a fondo la suya durante a?os y, cuando al fin encontr¨® cierta quietud interior en una vida de apariencia convencional, le sobrevino lo inesperado: la muerte de un hijo de 15 a?os. Lo que diferencia a Nick Cave y a otros artistas de los dem¨¢s es que en esos ramalazos destructivos encuentran energ¨ªa para construir algo nuevo. Indagar en ese proceso creativo es el principal objetivo de Nick Cave. Mercy On Me (ECC), el primer c¨®mic sobre el l¨ªder de The Bad Seeds, escrito y dibujado por el alem¨¢n Reinhard Kleist (H¨¹rt, 1970). Antes, Kleist abord¨® las biograf¨ªas de Fidel Castro y Hertzko Haft, un boxeador jud¨ªo que sobrevivi¨® a los campos de concentraci¨®n gracias a sus peleas contra otros presos (ambos publicados en Espa?a por Norma). El dibujante confiesa que le fascinan los personajes donde lo oscuro y lo luminoso pugnan con fuerza pareja. A Cave le sobran ambas cosas.
Hasta alcanzar cierta paz existencial, Nick Cave (Warracknabeat, 1957) vivi¨® d¨ªas sin piedad con el mundo, con el p¨²blico y consigo mismo. Con sus primeras bandas (The boys next door y The birthday party) se sumergi¨® en todo el viacrucis maldito que se le presupone a una futura estrella de rock: precariedad, violencia, alcohol, drogas y dem¨¢s excesos. De fondo, la b¨²squeda de una voz propia, el deseo de ser alguien ¨²nico. ?l fue y regres¨® del lado oscuro. Un buen atajo para la mitificaci¨®n. Antes de cumplir los 60 a?os y despu¨¦s de tres bandas y dos novelas, a Cave se le trata en cada concierto como una leyenda. Una leyenda aficionada al tebeo, as¨ª que cuando recibi¨® la propuesta de Reinhard Kleist para trasladar su vida al c¨®mic, respondi¨® de inmediato que s¨ª. ¡°?l hab¨ªa le¨ªdo mi ¨¢lbum sobre Johny Cash y le hab¨ªa gustado¡±, recordaba el s¨¢bado durante una entrevista en la H¨¦roes Comic Con de Valencia el dibujante alem¨¢n.
Bienvenido el entretenimiento
La primera edici¨®n de la convenci¨®n H¨¦roes Comic-Con de Valencia se clausur¨® el domingo. Un ¨¦xito de p¨²blico, a la vista de las colas que se formaron para acceder al recinto de la Fira de Valencia o para lograr una firma ¡ªprevio pago de 25 euros, seg¨²n la Cadena SER¡ª de Gatten Matarazzo, el joven actor de Stranger Things, la serie de Netflix, o para asistir a algunas charlas de autores internacionales como Emile Bravo, el dibujante franc¨¦s de origen espa?ol. Los organizadores confirmaron la asistencia de 23.000 personas, la mayor¨ªa atra¨ªdas por el esp¨ªritu de los superh¨¦roes, los videojuegos, las sagas como Star Wars o el tir¨®n de dibujantes internacionales como Hermann o Aim¨¦e de Jongh. Algo arrinconado qued¨® el c¨®mic de autor, con poco p¨²blico en algunas charlas ¡ªalgunas tan alejadas de la nave principal y tan poco se?alizadas que costaba encontrarlas-, aunque con notable demanda en las colas para conseguir una firma.Las exposiciones estuvieron un tanto relegadas, pese a su inter¨¦s, como la de Exilio, dedicada a una treintena de intelectuales y pol¨ªticos desterrados tras la Guerra Civil, dibujados por otros tantos autores. Dicen los organizadores que aspiran a convertir esta feria, inspirada en la Comic Con de San Diego, en el festival de Angulema espa?ol, pero lo que triunf¨® en Valencia est¨¢ lejos del poso cultural de la cita francesa.
Kleist tiene tres obsesiones como autor: los seres duales, los m¨²sicos y los boxeadores. Cave casi cumple las tres (indaguen en sus d¨ªas juveniles). ¡°Y, al igual que Cash, es un gran narrador que cuenta muchas historias en sus canciones¡±. Por ah¨ª tir¨® Kleist. ¡°Tuvimos una conversaci¨®n despu¨¦s de que yo le enviara un resumen con su biograf¨ªa, al que hab¨ªa respondido con un simple ¡®Est¨¢ bien¡¯. En esa conversaci¨®n me dijo que en un c¨®mic pod¨ªa hacer lo que me diera la gana, llevarlo a la Luna si quer¨ªa. Y casi lo hice¡±, r¨ªe el dibujante, que env¨ªa a Cave al espacio en una p¨¢gina.
El libro es m¨¢s una b¨²squeda de la pulsi¨®n art¨ªstica del australiano y una exploraci¨®n de los mundos de ficci¨®n de sus letras o libros antes que un relato cronol¨®gico de su vida. ¡°Me di cuenta pronto de que ten¨ªa que dejar a un lado los hechos para contarlo como artista. Mi idea ha sido centrarme en sus personajes, hacerlos revivir y enfrentarlos a su creador. Cuando eres un artista, creas mundos narrativos y personajes que de alguna manera te convierten en una especie de dios. Creo que eso fue lo que le gust¨® del c¨®mic¡±, a?ade. Estructurado en cinco cap¨ªtulos que llevan el t¨ªtulo de canciones o libros, el ¨¢lbum muestra los diferentes tumbos de Cave cuando aportan pistas sobre su trabajo, como los d¨ªas de encierro en Berl¨ªn mientras escrib¨ªa en un estado de trance ¡ªfalta de sue?o y exceso de sustancias¡ª su primera novela, Y el asno vio al ¨¢ngel (Pre-Textos, 2005), que se entremezclan con secuencias imaginarias a partir de canciones como The Mercy Seat o Higgs Boson Blues.
Muerte de su hijo
Cave y Kleist mantuvieron una comunicaci¨®n fluida durante los tres a?os que el dibujante dedic¨® a la novela gr¨¢fica. En julio de 2015, en pleno trabajo, falleci¨® uno de los mellizos de Cave y de la dise?adora Susie Bick al caer por un acantilado de Brighton despu¨¦s de haber consumido LSD. ¡°Al enterarme me asust¨¦ porque no sab¨ªa qu¨¦ har¨ªa Nick, si querr¨ªa seguir colaborando conmigo. Pero ten¨ªa claro que no iba a tocar esa tragedia en el c¨®mic, no estar¨ªa bien¡±.
Seis meses despu¨¦s, mientras Cave grababa en Londres Skeleton Tree, donde conjuraba parte del duelo, se reencontraron. El dibujante, nervioso y el m¨²sico, amable. ¡°Vio el trabajo, incluso se rio con algunos dibujos. Me pregunt¨® si la muerte de su hijo iba a formar parte del libro y le dije que no. Respondi¨® que eso estaba bien y me dio un abrazo¡±.
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