Entre la soledad y la multitud
El pintor Abraham Lacalle rememora al Juan Genov¨¦s de los a?os sesenta y setenta
Juan Genov¨¦s (que ha fallecido el 15 de mayo de 2020) es El abrazo. No el monumental de la calle Atocha de Madrid, ni tampoco el que est¨¢ colgado (su r¨¦plica) en el Parlamento como glorificaci¨®n de los Pactos de la Moncloa. O, como ¨¦l dec¨ªa, ¡°el de la enga?osa Constituci¨®n del 78 que bajo la amenaza y el ruido de las espadas de los militares sobre nu...
Juan Genov¨¦s (que ha fallecido el 15 de mayo de 2020) es El abrazo. No el monumental de la calle Atocha de Madrid, ni tampoco el que est¨¢ colgado (su r¨¦plica) en el Parlamento como glorificaci¨®n de los Pactos de la Moncloa. O, como ¨¦l dec¨ªa, ¡°el de la enga?osa Constituci¨®n del 78 que bajo la amenaza y el ruido de las espadas de los militares sobre nuestras cabezas, hizo lo que se pudo y poco m¨¢s¡±. Es ese abrazo que se utiliz¨® para un p¨®ster editado por la Junta Democr¨¢tica que presenci¨® la matanza de Atocha. El cartel de Amnist¨ªa Internacional. El que se?ala que, m¨¢s que una alegor¨ªa de la reconciliaci¨®n, estamos m¨¢s bien ante una constataci¨®n del horror.
Desde ese icono cultural a su pintura reciente, hay un Genov¨¦s pr¨¢cticamente desconocido que conviene recordar. Es el que se esconde tras su obra de los a?os sesenta y setenta. Una obra que hizo durante la dictadura y en oposici¨®n al r¨¦gimen franquista y que divulg¨® principalmente, por Europa. A eso que la cr¨ªtica llam¨® crisis pict¨®rica le llev¨® a pensar en dos cosas: en la soledad y en la multitud. Viajar a esa ¨¦poca de su pintura es como llegar a ¨¦l de golpe: a la historia de un pintor convencido del poder transformador del arte y a la de una persona con un car¨¢cter inquieto, preocupada siempre por cierta idea de renovaci¨®n.
Un d¨ªa me cont¨® algo sobre sus ¨²ltimas multitudes, las mat¨¦ricas y coloristas, que me viene a la cabeza hoy. Hablaba de esas cosas aparentemente nimias que le dan sentido a todo, como ese d¨ªa, al atardecer, que asomado a su balc¨®n, me explicaba que vio pasar a un grupo grande de gente cuyas sombras se proyectaban alargadas sobre el asfalto, como si esas manchas de personas fueran pegotitos de pintura en el suelo. De esa imagen, me cont¨®, hab¨ªan nacido sus ¨²ltimos cuadros. No estaba lejos de otro artista, Aleksandr R¨®dchenko quien, con una buena dosis de iron¨ªa frente a los pintores futuristas que sobrevolaban la ciudad en avi¨®n para luego pintar lo que ve¨ªan desde arriba, dec¨ªa que en el constructivismo ruso hac¨ªan lo mismo, pero desde un edificio alto. Ponerse de puntillas para pintar es lo que tiene. Ni sobrevolando por los aires el recuerdo de Genov¨¦s desvanece esa idea de jerogl¨ªfico tan suya y tan dif¨ªcil de desentra?ar.
Abraham Lacalle es pintor.