Dos libros y un gran pretexto: el espa?ol

Deber¨ªa corroernos la verg¨¹enza ¨Co al menos la autoestima- al ver que el ingl¨¦s sigue siendo predominante en la Uni¨®n Europea a pesar de que su principal hablante se ha ido y ya solo es lengua oficial en dos pa¨ªses, Malta e Irlanda, que ni siquiera lo eligieron como tal al entrar en la UE. Lo entendemos: es idioma universal, el m¨¢s utilizado con terceros y el esperanto de facto que se ha ido imponiendo en nuestra comunicaci¨®n global. Comprendido. Pero de ah¨ª a comprender c¨®mo la lengua de m¨¢s de 500 millones de hablantes, mate...

Deber¨ªa corroernos la verg¨¹enza ¨Co al menos la autoestima- al ver que el ingl¨¦s sigue siendo predominante en la Uni¨®n Europea a pesar de que su principal hablante se ha ido y ya solo es lengua oficial en dos pa¨ªses, Malta e Irlanda, que ni siquiera lo eligieron como tal al entrar en la UE. Lo entendemos: es idioma universal, el m¨¢s utilizado con terceros y el esperanto de facto que se ha ido imponiendo en nuestra comunicaci¨®n global. Comprendido. Pero de ah¨ª a comprender c¨®mo la lengua de m¨¢s de 500 millones de hablantes, materia prima de Cervantes, Borges o Garc¨ªa M¨¢rquez para los platos que m¨¢s nos nutren y creciente en Estados Unidos, sigue estando arrinconada en los grandes premios va, no un trecho, sino un abismo.

El Nobel de Literatura, de gran inclinaci¨®n norte y centroeuropea, ha premiado proporcionalmente a m¨¢s suecos (7), alemanes (10) o polacos (5) que espa?oles (5) o escritores de habla hispana en general (11). Y no es que los elegidos no lo merecieran o que haya de primarse la proporcionalidad pero, al igual que en la habitual disparidad de reconocimiento entre mujeres y hombres, las elecciones lo suelen decir todo de sus jurados.

Hay un premio de enorme prestigio y repercusi¨®n, el Booker Internacional, que ha sido bastante m¨¢s equilibrado en sus elecciones. En or¨ªgenes y en g¨¦nero: Ismael Kadare (Albania), Chinua Achebe (Nigeria), Alice Munro (Canad¨¢), Philip Roth (EE UU), Lydia Davis (EE UU), Laszlo Krasznahorkai (Hungr¨ªa), Han Kang (Corea del Sur), David Grossman (Israel) y Olga Tokarczuk (Polonia) han sido sus ganadores, en unas rondas en que no han faltado finalistas hispanohablantes, desde Antonio Mu?oz Molina a Samanta Schwebblin, C¨¦sar Aira, Juan Goytisolo, Vargas Llosa, Garc¨ªa M¨¢rquez o Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez. Cinco hombres y cuatro mujeres, en resumen, de todos los continentes y lenguas muy diversas. Salvo espa?ol.

Deber¨ªa corroernos la verg¨¹enza ¨Co al menos la autoestima- al ver que el ingl¨¦s sigue siendo predominante en la Uni¨®n Europea a pesar de que su principal hablante se ha ido

Hoy, dos libros excepcionales y escritos en espa?ol compiten entre seis finalistas por un galard¨®n que este a?o se ha retrasado por la pandemia: Las aventuras de la China Iron, de la argentina Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara, y Temporada de huracanes, de la mexicana Fernanda Melchor, ambos de Literatura Random House.

El primero es puro brillo: un viaje de descubrimiento, de encantamiento, de una chiquilla ya madre que deja a sus hijos y miserias a cambio de acompa?ar a un perro alegre y a una inglesa luminosa. ?Qui¨¦n dijo Huckleberry Finn o Tom Sawyer? Las aventuras de esta china de la Pampa que, por reinventarse, se reinventa hasta su nombre, desbordan como los r¨ªos que describe en un marasmo de manadas ahogadas. Gran candidata.

El segundo es un m¨²sculo joven en m¨¢xima tensi¨®n. Temporada de huracanes rodea una historia de agravios y desigualdad desde ¨¢ngulos distintos, circulando en todo momento en una negritud que sobrecoge y de la que sales, sin embargo, con color propio. Gran candidata, tambi¨¦n.

Qu¨¦ buenos los dos. Qu¨¦ representativos de una corriente que viene fluyendo con potencia desde Argentina y M¨¦xico. Y qu¨¦ enorme ocasi¨®n para saldar la deuda del Booker con el espa?ol.