Ante el ritual de la masacre

En una de sus im¨¢genes m¨¢s potentes y misteriosas, un indio emplumado de blanco y con un capirote cruza el fin del mundo como un espectro abatido y condenado. La figura podr¨ªa parecer un delirio futurista pero en realidad responde a un documento etnogr¨¢fico sobre los ritos ancestrales de la tribu de los ona o selk¡¯man, cultura milenaria que antes de la colonizaci¨®n viv¨ªa junto a otras comunidades ind¨ªgenas en la remota Tierra del Fuego de Chile y Argentina. Al hombre emplumado le observa asustado el personaje principal de Blanco en blanco, un fot¨®grafo obligado a ser testigo de una barb...

En una de sus im¨¢genes m¨¢s potentes y misteriosas, un indio emplumado de blanco y con un capirote cruza el fin del mundo como un espectro abatido y condenado. La figura podr¨ªa parecer un delirio futurista pero en realidad responde a un documento etnogr¨¢fico sobre los ritos ancestrales de la tribu de los ona o selk¡¯man, cultura milenaria que antes de la colonizaci¨®n viv¨ªa junto a otras comunidades ind¨ªgenas en la remota Tierra del Fuego de Chile y Argentina. Al hombre emplumado le observa asustado el personaje principal de Blanco en blanco, un fot¨®grafo obligado a ser testigo de una barbarie que ¨¦l mismo ser¨¢ el encargado de congelar y perpetuar. Un personaje hura?o y huidizo, interpretado por el actor chileno Alfredo Castro, sobre el que recae el peso de este inquietante segundo largometraje del hispano-chileno Th¨¦o Court.

Un falso silencio que esconde una violencia que no necesita ser expl¨ªcita porque ya lo impregna todo

Vestido de neowestern solemne, entre glaciar y volc¨¢nico, Blanco en blanco se sit¨²a en la conquista de un territorio en el fronterizo final del siglo XIX y el XX. Hasta all¨ª llega este fot¨®grafo pionero para cumplir con el encargo de retratar a la futura esposa de un terrateniente, una ni?a a lo Pretty Baby, de Louis Malle, cuya belleza fascina a un personaje de moral difusa. Como un sue?o destinado a ser pesadilla, deudora de obras mayores como Jauja, de Lisandro Alonso, la pel¨ªcula discurre entre cuadros quietos donde la naturaleza devora los pausados planos.

Un falso silencio que esconde una violencia que no necesita ser expl¨ªcita porque ya lo impregna todo. Mr. Porter, el terrateniente al que todos nombran una y otra vez de forma compulsiva y al que nadie ve, es el verdadero protagonista en la sombra. Un poder omnipresente cuyas leyes permiten el matrimonio con ni?as o pisotear a las mujeres ind¨ªgenas, ultrajadas como ganado. Una tensi¨®n oscura y maniquea para un relato entre lo crepuscular y lo etnogr¨¢fico.