La cara b de la Mostra habla castellano
Tres directores espa?oles, Oskar Alegr¨ªa, Rodrigo Sorogoyen y Th¨¦o Court, compiten en la secci¨®n Orizzonti
En realidad, no se dedica a la interpretaci¨®n. Ni tampoco su vida debe de parecerse mucho a la de Brad Pitt o Scarlett Johansson. Pero, a sus 80 primaveras, Jes¨²s Alegr¨ªa Armendariz tambi¨¦n tendr¨¢ su momento de gloria en el festival de Venecia. Y, adem¨¢s, justo al lado de su hijo: ambos desfilar¨¢n ma?ana viernes ante los focos de los fot¨®grafos. Oskar, en calidad de director, protagonista y productor de Zumiriki, su documental que se proyecta en la segunda secci¨®n m¨¢s importante de la Mostra, Horizontes. Y Jes¨²s, oficialmente, como actor. De alguna forma hab¨ªa que acreditarle: la categor¨ªa ¡°padre¡± no est¨¢ prevista; ¡°director de antiguas grabaciones que sirven como punto de partida del filme¡± tampoco, aunque ser¨ªa la m¨¢s apropiada. Al margen de las casillas, en todo caso, lo importante es que los Alegr¨ªa han llegado juntos hasta el festival de Venecia. Un d¨ªa para celebrar.
A saber si tambi¨¦n har¨¢n fiesta el s¨¢bado, jornada del anuncio del palmar¨¦s. En todo caso, la secci¨®n Horizontes ya ha regalado varias alegr¨ªas en castellano, durante el festival. En el concurso, ning¨²n director espa?ol participa desde Alex de la Iglesia y su Balada triste de trompeta, hace una d¨¦cada. En la competici¨®n alternativa, en cambio, este a?o hay hasta tres: adem¨¢s de Alegr¨ªa, Rodrigo Sorogoyen present¨® Madre y Th¨¦o Court ense?¨® Blanco en Blanco.
Las tres obras encierran cierta melancol¨ªa pero a cada una el festival ha ofrecido alguna sonrisa. Sorogoyen puede enmarcar y colgar la cr¨ªtica que hizo The Hollywood Reporter: ¡°Esta obra filmada e interpretada de manera impecable es un drama de autor que deber¨ªa ayudar a consolidar la reputaci¨®n del director como uno de los j¨®venes talentos espa?oles m¨¢s brillantes¡±. Eso s¨ª, tambi¨¦n puede tomar nota de las rese?as entre irregulares y negativas que la pel¨ªcula tambi¨¦n recibi¨®. La otra revista especializada de EE UU, Variety, considera que Madre est¨¢ ¡°tan llena de ideas y emociones interesantes pero quebradas que es imposible prever un final satisfactorio a medida que avanza¡±.
Lo cierto es que la obra se aleja, y mucho, de la adrenalina de El reino y Que Dios nos perdone. Del thriller, el cineasta pasa a un drama lento e introspectivo: Madre arranca con el corto hom¨®nimo candidato al Oscar. Elena (Marta Nieto) recibe la llamada de su hijo de seis a?os: el ni?o est¨¢ de vacaciones en Francia con su padre, pero le cuenta que se ha quedado solo en una playa. Y hay un hombre que se le est¨¢ acercando. Tras aquellos eventos, el largo retoma la historia 10 a?os despu¨¦s, cuando Elena vive en aquella playa francesa.No ha encontrado a su hijo pero cree reconocerle en un chico que visita su bar. Entre ambos empieza una ambigua relaci¨®n que la pel¨ªcula sigue con m¨¢s habilidad est¨¦tica y de estilo que narrativa.
Todav¨ªa m¨¢s extra?a, desde luego, es Zumiriki. El director del festival, Alberto Barbera, la anunci¨® como la obra ¡°m¨¢s indefinible¡± del certamen. Alegr¨ªa lo comparte, aunque ¨¦l prefiere bautizarla como ¡°una pel¨ªcula n¨¢ufraga¡±. El autor de La casa Emak Bakia rescata, a trav¨¦s de sus recuerdos y las filmaciones de su padre, la peque?a isla en medio de un r¨ªo donde sol¨ªa jugar en su infancia. La construcci¨®n de una presa sumergi¨® aquel lugar y, quiz¨¢s, tambi¨¦n su memoria. Alegr¨ªa decide as¨ª aventurarse hasta la otra orilla del r¨ªo e instalarse ah¨ª durante cuatro meses, en una caba?a en medio del bosque, solo con sus c¨¢maras y sus reflexiones. Y pide al p¨²blico el esfuerzo de acompa?arle por un sendero empinado: a muchos les resultar¨¢ desesperante; otros encontrar¨¢n en Zumiriki el camino hacia sus propios recuerdos y sus vivencias. Su proyecci¨®n oficial, ma?ana, ofrecer¨¢ un primer veredicto.
Th¨¦o Court tambi¨¦n sabe de orillas. Naci¨® en Ibiza, en 1980, de padres chilenos, de ah¨ª que sus ra¨ªces crucen el Atl¨¢ntico. El director se cri¨® y estudi¨® entre ambos lados del oc¨¦ano, pero escogi¨® Chile como ambientaci¨®n para Blanco en blanco. En la pel¨ªcula, el fot¨®grafo Pedro llega a la Tierra del Fuego para inmortalizar la boda del misterioso se?or Porter, un poderoso latifundista. Pero el creador termina atrapado por la futura esposa y por la sangre y la barbarie que habitan esos lares. Para la web Cineuropa, es un ¡°neowestern soberbio, sobre la perversi¨®n y el uso equivocado del arte, al servicio del genocidio de los ind¨ªgenas¡±. La rese?a de la Sociedad Cin¨¦fila Internacional se muestra menos entusiasta: ¡°Blanco en blanco por momentos es tan impenetrable como el pa¨ªs en el que est¨¢ ambientada. Ciertamente, pone a prueba la paciencia del espectador con sus tomas del vac¨ªo de la Tierra del Fuego y con sus secuencias estiradas y empapadas de la inercia y la desesperaci¨®n de sus personajes¡±. Tras las rese?as, que juzgue el palmar¨¦s. Hay hasta tres opciones de que hable espa?ol.
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