Conjurar el miedo, defender la alegr¨ªa
En el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Ibiza, once j¨®venes artistas baleares prosiguen el consejo de Bertolt Brecht, ¡°tambi¨¦n hay que cantar en los tiempos oscuros¡±
Antes de que el mundo sintiera el miedo en los huesos, Enrique Juncosa, escritor, y Elena Ruiz Sastre, directora del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Ibiza, decidieron llamar Teor¨ªa de la alegr¨ªa a la exposici¨®n con la que este 9 de septiembre celebrar¨¢ los 50 a?os esa casa que corona la famosa colina ibicenca. Teor¨ªa de la alegr¨ªa ahora parece la pr¨¢ctica de un conjuro contra el miedo y, por decirlo con palabras de otro artista en cumplea?os, el centenario ...
Antes de que el mundo sintiera el miedo en los huesos, Enrique Juncosa, escritor, y Elena Ruiz Sastre, directora del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Ibiza, decidieron llamar Teor¨ªa de la alegr¨ªa a la exposici¨®n con la que este 9 de septiembre celebrar¨¢ los 50 a?os esa casa que corona la famosa colina ibicenca. Teor¨ªa de la alegr¨ªa ahora parece la pr¨¢ctica de un conjuro contra el miedo y, por decirlo con palabras de otro artista en cumplea?os, el centenario Mario Benedetti, en ¡°defensa de la alegr¨ªa¡±.
Se trataba de juntar bajo ese t¨ªtulo a once j¨®venes artistas baleares cuya obra, seg¨²n el curador Juncosa y la directora del museo, prosiguen el consejo de Bertolt Brecht, ¡°tambi¨¦n hay que cantar en los tiempos oscuros¡±. A¨²n m¨¢s atr¨¢s que el poeta alem¨¢n, recuerda Manuel Rivas que, en el vest¨ªbulo del infierno, Dante se encuentra con los tristes, que se lamentan as¨ª: ¡°Triste hicimos al aire dulce que del sol se alegra¡±. La alegr¨ªa amenazada luchando contra el infierno del dolor.
As¨ª pues, Teor¨ªa de la alegr¨ªa. Cuando se les ocurri¨® el t¨¦rmino, alegr¨ªa parec¨ªa una palabra sacada del aire de Ibiza, y de pronto, dice Ruiz Sastre, ¡°es como una luz que se proyecta sobre el otro lado de una sombra; como dir¨ªa Javier Mar¨ªas, la negra espalda del tiempo. Sobre esta realidad que da miedo aparece ese foco que todo lo ilumina, el arte de unos j¨®venes que toman la realidad en su plenitud y combaten as¨ª el desamparo y la desgracia¡±. Juncosa hab¨ªa pensado en otro t¨ªtulo, Tiempos de rabia, pero leyendo Los placeres y los d¨ªas de Proust dio con esa exigencia de alegr¨ªa que ahora es una puerta abierta. Proust, dice Juncosa, ¡°rescat¨® una frase de Ralph Waldo Emerson en la que reclamaba al poeta la alegr¨ªa, como nos alegramos ante un rayo de sol, ante la brisa o ante un vaso de agua refrescante y transparente¡¡±.
Once creadores j¨®venes llenan el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Ibiza de entusiasmo y energ¨ªa positiva
Juncosa considera que estos j¨®venes artistas son ¡°hijos de sucesivas crisis¡±, y ponerlos juntos a exponer su arte ¡°en medio de un momento tan horrible como el encierro¡± es un arma ¡°contra la vulnerabilidad y la fragilidad¡± que la humanidad afronta. Ruiz Sastre ve as¨ª el conjunto: ¡°Alumbran realidad con una luz que reflexiona sobre lo que pasa. Una visi¨®n entusiasta, vital, alentadora, consciente de la fragilidad del sistema. Muestran la injusticia, la desigualdad, el abuso, la contaminaci¨®n destructiva, la violencia del poder, las contradicciones de la vida¡±.
Los once artistas son Joan Benn¨¤ssar (Palma, 1991); Irene de Andr¨¦s (Ibiza, 1986); Marcel.la Barcel¨® (Mallorca, 1992); Lara Flux¨¢ (Palma, 1985); Bel Fullana (Palma, 1985); Albert Pinya (Palma, 1985); Juli¨¤ Panad¨¨s (Mallorca, 1981); Crist¨®bal Pons (Ciutadella, Menorca, 1981); Bartomeu Sastre (Palma, 1986). A los dos restantes, Stella Rahola (Barcelona, 1980) y Adri¨¢n Mart¨ªnez (Ibiza, 1984) les ped¨ª su personal visi¨®n de la alegr¨ªa. Stella: ¡°Representa la lucha por querer vivir con la m¨¢xima intensidad. Aferrarse a la vida. Querer vivir en este modo es, seguramente, uno de los mejores ant¨ªdotos para hacer frente al nihilismo moral, tan presente en la actualidad de nuestras sociedades¡±.
Adri¨¢n respondi¨® la llamada en medio de una ventolera, y prometi¨® responder por escrito m¨¢s tarde. Fue cuando explic¨®: ¡°Poni¨¦ndote en contexto: hoy mismo, al llamarme, iba al mar a llevar las cenizas de mi padre¡±. Y luego a?adi¨® su propia teor¨ªa de la alegr¨ªa: ¡°Ahora mi alegr¨ªa es llamarme para participar en este ba?o de cenizas y sal. Lo entiendo todo, pero nada tiene sentido. Estoy feliz¡±.