¡°El mito del cambio ha empeorado nuestras vidas¡±
Sandro Veronesi reflexiona en la novela ¡®El colibr¨ª¡¯ sobre la inutilidad de las grandes transformaciones y la conveniencia de saber gestionar el dolor
Sandro Veronesi (Florencia, 1959) apoya cuidadosamente la aguja en el primer surco del disco y empieza a sonar Led Zeppelin en su estudio, un peque?o anexo lleno de libros en la casa de un barrio residencial romano junto a los jardines de Villa Pamphili. El escritor recuper¨® hace poco un amplificador Marantz, un viejo tocadiscos Thorens y una pareja de altavoces AR-6 de su vieja casa toscana. El mismo equipo que conserva en la consulta Marco Carrera, un oftalm¨®logo que viaja a las entra?as del dolor...
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Sandro Veronesi (Florencia, 1959) apoya cuidadosamente la aguja en el primer surco del disco y empieza a sonar Led Zeppelin en su estudio, un peque?o anexo lleno de libros en la casa de un barrio residencial romano junto a los jardines de Villa Pamphili. El escritor recuper¨® hace poco un amplificador Marantz, un viejo tocadiscos Thorens y una pareja de altavoces AR-6 de su vieja casa toscana. El mismo equipo que conserva en la consulta Marco Carrera, un oftalm¨®logo que viaja a las entra?as del dolor y logra algo tan contracultural en estos tiempos como mantenerse durante 40 a?os inm¨®vil, usando toda su energ¨ªa contra el tiempo tal y como hacen esos diminutos p¨¢jaros capaces de aletear hasta 75 veces por segundo. Un h¨¦roe silencioso, corriente y discreto, metido de lleno en el ojo del hurac¨¢n de una tragedia contempor¨¢nea. El protagonista de El colibr¨ª (Anagrama y Edicions del Periscopi), el libro que revolucion¨® la escena literaria italiana el a?o pasado y le dio el premio Strega a su autor, es todo lo contrario de Veronesi. ¡°Sobre todo, es mejor tenista que yo¡±, sonr¨ªe detr¨¢s de la mascarilla.
El escritor y agitador pol¨ªtico, personaje clave en la escasa oposici¨®n intelectual a Matteo Salvini en los ¨²ltimos a?os, empez¨® a plantear la historia en 2014. Un tiempo en el que Italia se encaminaba hacia la tormenta populista que terminar¨ªa de barrer definitivamente la vieja pol¨ªtica del siglo XX mientras el resto de Europa tomaba apuntes. Fue un periodo en el que imagin¨® el viaje al infierno de un tipo sin ninguna ambici¨®n por trascender, pero que terminar¨ªa marcando, casi sin querer, el signo del futuro. Un relato absorbente y articulado en continuos saltos temporales, que desemboca exactamente en su desenlace biol¨®gico. Lo ten¨ªa todo listo. Y justo cuando se sent¨® a escribirlo, sucedi¨® algo. ¡°Ten¨ªa en mente este libro, con ese final, pero me diagnosticaron a un tumor y todo qued¨® congelado. Me pareci¨® conveniente curarse y luego ir a morir al libro, no al rev¨¦s¡±, bromea mientras se levanta a darle la vuelta al disco.
La historia de Carrera es la de un tipo que nunca termina de precipitarse hasta el fondo de su desgracia. Un tenista constante, que liquida a sus rivales manteni¨¦ndolos en el fondo de la pista sin arriesgar en puntos ganadores (lo contrario de lo que hace su autor en la vida real, dice ¨¦l mismo). Una personalidad que Veronesi construy¨® tras la lectura de A paso de cangrejo, una recopilaci¨®n de art¨ªculos de Umberto Eco donde en 2006 ya se planteaba la involuci¨®n sufrida en las ¨²ltimas d¨¦cadas en nombre del progreso y la irrupci¨®n del populismo medi¨¢tico. ¡°Soy un t¨ªo de los 70. Y en aquella ¨¦poca parec¨ªa que si pon¨ªas un poco de energ¨ªa en lo que hac¨ªas, pod¨ªas cambiar el mundo. Hab¨ªa un movimiento de verdad, no era pol¨ªtico, sino m¨¢s bien una idea. Pero en este nuevo siglo, el mito del cambio se ha desmoronado. Me di cuenta de que conservar empieza a ser m¨¢s valioso. El cambio est¨¢ empeorando nuestro sistema de vida¡±.
¡°Lo moderno hoy en d¨ªa es tratar bien la tierra donde vivimos¡±
El colibr¨ª de Veronesi nunca decidi¨® serlo. Simplemente reacciona a las decisiones de los otros y a los golpes del destino. Es un hombre normal que vive del bienestar de su familia. Y eso tambi¨¦n le permite no estar expuesto a los pensamientos sociopol¨ªticos de los dem¨¢s. ¡°No es v¨ªctima de este mecanismo. Ni siquiera es consciente de que su modo de hacer es el s¨ªmbolo de una visi¨®n conservadora de la vida. ?l no es un hombre pol¨ªtico, pero ese modo de vida es hoy tambi¨¦n una ideolog¨ªa ambientalista. La vanguardia busca ahora conservar el planeta, no quiere colonizar la Luna o Marte. Lo moderno es tratar bien la tierra donde vivimos¡±.
El libro de Veronesi, que se sienta en el div¨¢n de su psicoanalista cada martes a las 12.20 desde hace 20 a?os (hoy lo har¨¢ tras la entrevista), es tambi¨¦n un retrato sobre la gesti¨®n del dolor en los tiempos del Orfidal y las terapias alternativas. Un relato construido con elementos del propio psicoan¨¢lisis por el que asoma una sociedad que ha terminado demonizando el sufrimiento. ¡°Soportar el dolor ha sido el arma definitiva de las sociedades para imponerse sobre el resto. Mire el cristianismo, el primero en convertirse bajo la cruz fue el centuri¨®n romano, porque vio morir a Jescucrito en una situaci¨®n de dolor extremo sin suplicar ni pedir piedad¡±.
¡®El colibr¨ª¡¯ ha dado por segunda vez a su autor el premio Strega
Carrera, capaz tambi¨¦n de soportar esas descargas en gran intensidad (pierde a una hermana y a una hija), reh¨²ye el an¨¢lisis psicol¨®gico, pero figura en todas las terapias de sus allegados. Un fumador pasivo de los efluvios de Lacan, Freud y Wilfred Bion que han marcado tambi¨¦n a fuego el pensamiento de Veronesi. ¡°El psicoan¨¢lisis ha ocupado hoy el lugar de la filosof¨ªa, ha sustituido a la formulaci¨®n de nuevos pensamientos. Pero debemos aceptar que el mundo ha empeorado. Es como decir: ¡®Guardiola, es un grand¨ªsimo entrenador, pero si le quitas a Messi. ?Qu¨¦ ha ganado?¡¯. S¨ª... ya s¨¦ que sois todos guardiolistas, yo tambi¨¦n. Pero el Madrid se ha llevado tres champions seguidas sin tanta filosof¨ªa. De modo que en el interior de esta bola en la que vivimos, hay algo que no funciona. Hoy somos peores: tenemos una clase dirigente escasa, renacen las ideolog¨ªas fascistas¡ Acept¨¦moslo, este es un tiempo de fracasos¡±. Aunque puede que no tanto para el propio Veronesi, que ha ganado con este libro y por segunda vez el premio literario m¨¢s importante de Italia.
La voz de los intelectuales contra la pol¨ªtica de Salvini
Cuando Matteo Salvini lleg¨® al poder en 2018 encontr¨® un camino asfaltado para llevar a cabo sus pol¨ªticas. Muy pocos intelectuales, artistas o m¨²sicos antiguamente vinculados a la izquierda levantaron su voz contra algunos de los atropellos humanitarios que cometi¨®. Sandro Veronesi fue el primero y desat¨® toda una corriente, a la que se apuntaron figuras como Roberto Saviano o Michela Murgia. ¡°Lo que se tra¨ªa entre manos Salvini iba contra un argumento b¨¢sico de la historia, el del mutuo socorro, y si eso no existe no hay civilizaci¨®n en la que creer¡±.
Veronesi ech¨® de menos algunos cantantes, o ¡°celebrities' que habr¨ªan sido muy ¨²tiles como testimonio popular para combatir el populismo¡±. ¡°Se pusieron de perfil, porque habr¨ªan perdido una parte importante del p¨²blico. Pero si yo fuera un m¨²sico y me hubieran gritado que cantase y callase, habr¨ªa perdido la cabeza. Le habr¨ªa dicho: ¡®Devu¨¦lveme los besos que te diste con tu novia escuchando mis canciones! ?Vete a tomar el por el culo!'. Pero muchos optaron por el aspecto mercantil del tema¡±.