Martirio: ¡°Son tiempos de libertad con ira¡±

Docenas de carteles con la emblem¨¢tica imagen del mo?o, las gafas de sol y la peineta que Martirio acu?ara en los ochenta han estado semanas ondeando en las farolas de la Gran V¨ªa madrile?a en anuncio de su pr¨®ximo concierto junto al pianista Chano Dom¨ªnguez. Un acto que ha estado literalmente en el aire por los caprichos de la pandemia y que finalmente se celebrar¨¢ la noche del domingo con todo el papel vendido. Unos d¨ªas antes, Martirio nos cita al raso en una cafeter¨ªa con estufas junto a su casa en ...

Docenas de carteles con la emblem¨¢tica imagen del mo?o, las gafas de sol y la peineta que Martirio acu?ara en los ochenta han estado semanas ondeando en las farolas de la Gran V¨ªa madrile?a en anuncio de su pr¨®ximo concierto junto al pianista Chano Dom¨ªnguez. Un acto que ha estado literalmente en el aire por los caprichos de la pandemia y que finalmente se celebrar¨¢ la noche del domingo con todo el papel vendido. Unos d¨ªas antes, Martirio nos cita al raso en una cafeter¨ªa con estufas junto a su casa en la plaza del Ni?o Jes¨²s, uno de esos barrios en los que Madrid parece un pueblo, solo que con El Retiro de fondo. El ministro Illa acaba de anunciar los rigores normativos de esta Navidad de la pandemia, as¨ª es que la primera pregunta se hace sola.

?C¨®mo afronta esta Navidad?

Veo una Navidad para dentro. Creo que el coraz¨®n va a estar muy palpitante y sensible. Con la gente con m¨¢s nostalgia y necesitando m¨¢s cari?o que nunca.

?Es creyente?

Tengo un sincretismo de creencias que me he hecho yo misma. Digo ¡®Dios m¨ªo¡¯, rezo. Pero no soy practicante, hay cosas con las que no estoy de acuerdo.

?Se ha cabreado alguna vez con Dios?

Me he cabreado con algunas formas que ha tenido la Iglesia de llevar las cosas. La intolerancia, la censura a seg¨²n qu¨¦ colectivos. Pero con Dios, nunca. De los reveses de la vida no le echo la culpa a nadie. Cuando vienen, hay que afrontarlos. Las cosas que te pasan son las que m¨¢s te hacen aprender, y todo pasa por algo.

Muy optimista la veo.

Ver¨¢s, soy muy sensible, y tengo bajones, pero soy fundamentalmente optimista. Creo much¨ªsimo en la fuerza de voluntad y en el amor en general, en los afectos, en el arte. No ya en mi arte, sino en lo que a m¨ª me produce el arte.

?Qu¨¦ le produce?

Alegr¨ªa, esperanza, un rel¨¢mpago instant¨¢neo de felicidad que luego trae una estela de reflexi¨®n y de poner las cosas en su sitio. Me enriquece much¨ªsimo. Y me consuela. El arte y el amor son los grandes agarraderos que se pueden tener en una situaci¨®n como esta.

?Cu¨¢nto cuesta erizar el vello ajeno cantando?

Eso es un flash que tiene que ver con tu conexi¨®n con la verdad. Cuando eres capaz de llegar con tu alma al alma de los dem¨¢s, porque est¨¢s en estado de gracia, sucede. Te transporta a otra dimensi¨®n, y a los dem¨¢s tambi¨¦n.

?Eso se busca o se encuentra?

Eso se persigue, pero es esquivo, como el duende. No hay billete para eso. Has de estar preparado, limpio, conectado, eso s¨ª. Porque est¨¢ por encima del inter¨¦s, del ego, del ¨¦xito. Pero cuando pasa, te transforma. Es lo que llevo buscando toda mi vida. Todos estos a?os han estado presididos por el af¨¢n y la voluntad de encontrar mi felicidad en el arte, que es lo que puedo hacer por la gente.

?Y la ha encontrado?

S¨ª. He encontrado que sirvo para algo, que tiene sentido mi vida.

?Por eso sigue?

S¨ª, y porque necesito trabajar para comer. Cuando se da eso es m¨¢s grande que yo. Cuando Martirio est¨¢ en postura, me sobrepasa. Martirio es mi mejor yo.

Hay que tener mucho aplomo para llevar 40 a?os cantando con gafas y peineta.

Ese aplomo lo tiene Martirio, no Maribel. Maribel necesita al personaje. Es dificil¨ªsimo encontrar una imagen tan definitoria, y Martirio lo ha logrado.

Empez¨® con Jarcha, cantando Libertad sin ira. Ahora, vamos sobrados.

Creo que hoy hay libertad con una ira enorme que nos est¨¢ afectando a todos, incongruente, antisocial, justo en el momento en el que, por encima de toda discrepancia, deber¨ªa haber un di¨¢logo y una tranquilidad y pensar en la gente y en sacar al pa¨ªs de esto.

?Se deval¨²an las palabras a fuerza de usarlas en vano?

S¨ª, si se usan fuera de contexto. Con las palabras se labra el aire. Las palabras son la clave de todo y tienen m¨²sica dentro. Cada vez que escojo canciones que no son m¨ªas, tienen que decir las cosas justas. Si no, no las canto.

Muchos se han pasado el confinamiento en ch¨¢ndal, como su hero¨ªna de los 80 que iba as¨ª, ¡°arregl¨¢ pero informal¡±, a comprar al s¨²per.

Eso se lo oy¨® Ana, la mujer de Kiko Veneno, a una se?ora en el s¨²per y lo metimos en la canci¨®n. Aquello era del pueblo y volvi¨® al pueblo. A m¨ª nunca me ver¨¢s en ch¨¢ndal, tampoco en casa. El confinamiento ha trastornado a una gente m¨¢s que a otra. Y eso tiene que ver con saber o no estar solo.

?Usted sabe estarlo?

S¨ª. Soy a la que m¨¢s le gusta una reuni¨®n y una fiesta, pero necesito la soledad para vivir. No me aburro nunca. Me faltan horas.

?No ser¨¢ esta pandemia el ¡°muro de metacrilato¡± que no nos deja olernos ni manosearnos del que hablaba Kiko Veneno?

Algo de eso hay. Este virus es muy antisocial. Nos impide juntarnos, abrazarnos, besarnos. Parece pensado para separarnos. Parece hecho queriendo, porque la fuerza de la gente unida nunca ser¨¢ vencida, y sin embargo no podemos juntarnos. Qu¨¦ cosa, ?no? Y qu¨¦ bien le viene a los grandes poderes que se vayan los m¨¢s d¨¦biles, para as¨ª no tener que cuidarlos. Es un virus clasista y separador de humanidades.

Hablaba antes de los afectos. ?Ha renunciado al amor-amor?

Mira, yo he amado much¨ªsimo. El amor ha sido siempre mi fuente de inspiraci¨®n para todo: el amor, el desamor, el enamoramiento. Mi historia amorosa es bastante nutrida. Me han querido mucho. Pero ha llegado un momento en que, si no me suma, prefiero estar sola. Si cada uno tiene distintos caminos, si tiene celos profesionales, si hay diferencias vitales, si yo estoy m¨¢s triste que alegre, si no le gusta el flamenco...

Menudo filtro. As¨ª no s¨¦ yo...

Me parece, sobre todo, que lo m¨¢s fundamental es tener una pasi¨®n en la vida, que alguien tenga una vida independiente de la tuya y despu¨¦s juntarse. Si no llega eso, prefiero estar sola.

?Vivir sin pasi¨®n no es vida?

No creo que sin pasi¨®n, sea el trabajo, una afici¨®n, los dem¨¢s, algo, se pueda vivir una vida plena. Se puede tener una vida de bur¨®crata triste. Porque tambi¨¦n hay bur¨®cratas alegres y apasionados.

Confiese un placer culpable.

Ver¨¢s t¨², yo lo que no me perdono es acostarme sin haber hecho algo, lo que sea. Entonces, me doy con la porra de pinchos. Ante la queja, acci¨®n. Ante la depresi¨®n, acci¨®n. Antes de quejarme, me pregunto si he hecho todo lo que pod¨ªa. Tengo una sensaci¨®n de autoexigencia brutal

?Conoce bien la depresi¨®n?

Mucho. Alguna vez he ido a terapia y me ha servido. Pero yo me la he quitado con la acci¨®n, con el arte. Cuando he tenido un desamor fuerte, o un problema de salud, cuando sal¨ª como Martirio y fue tal monta?a rusa que hasta yo me di cuenta de que estaba perdida y me qued¨¦ sola en Madrid sin saber qu¨¦ hacer...

?El famoso peaje del ¨¦xito?

S¨ª, se paga. Y tienes que tener la cabeza muy bien amueblada. Yo la tengo, pude salir de eso y elegir mi camino, aunque no fuera comercial. El camino que me enriquec¨ªa y que me hac¨ªa feliz. Y en ese camino sigo.

?Cu¨¢nto duele el desamor?

Yo creo que solo te parten el coraz¨®n una vez. El resto son mordiscos, grandes o peque?os. Pero esa cosa de ca¨¦rsete la ilusi¨®n, la esperanza. Eso de la comuni¨®n de las almas, en la que yo creo desde que me acuerdo. Cuando te rompen eso es muy dif¨ªcil levantarse y volverte a enamorar y volv¨¦rtelo a creer.

?Pero se puede?

S¨ª, se puede, pero hace falta pasar el duelo, reconstruirse y, una vez reconstruido, intentar volver a encontrar a alguien para crecer. Si no, todo son anclas, y se vuelve a repetir la historia. No puedes ir a medio t¨² a buscar a alguien que te llene la mitad. Tienes que estar pleno para poder dar y recibir pleno. Y, entre pleno y pleno, dar el golpe.