El terremoto en los C¨¦sar abre una grieta en el poder cultural franc¨¦s
La direcci¨®n de los premios de cine dimite tras las cr¨ªticas de 400 profesionales por opacidad y falta de paridad. Es el ¨²ltimo episodio de un creciente cuestionamiento al ¡®establishment¡¯
En Francia, las cosas se hac¨ªan de otra manera. Esto no era EE UU. Este fue, a fin de cuentas, el pa¨ªs en el que, en plenas revelaciones sobre los abusos del productor Harvey Weinstein y en plena ola del Me Too, un grupo de veteranas feministas, encabezadas por el icono cinematogr¨¢fico Catherine Deneuve, defendi¨® en una tribuna en la prensa el ¡°derecho a ser importunadas¡± por los hombres. Este era el pa¨ªs que agasajaba a Roman Polanski mientras que en la otra orilla del Atl¨¢ntico se le trataba como un apestado. Era el pa¨ªs con el n¨²cleo m¨¢s exquisito de la ¨¦lite literaria: las editoriales, los escritores, los cr¨ªticos... El cogollo de Saint-Germain-des-Pr¨¨s proteg¨ªa y jaleaba a un escritor como Gabriel Matzneff, que durante d¨¦cadas cont¨® con todo lujo de detalle en sus diarios sus experiencias con ni?as de 14 y 15 a?os en Par¨ªs o con ni?os a¨²n menores en Manila.
Todo esto empieza a cambiar. Matzneff deber¨ªa ser juzgado en 2021. Y la crisis en el cine franc¨¦s, que en dos semanas celebrar¨¢ el kerm¨¦s anual de los premios C¨¦sar, es el ¨²ltimo ejemplo, el caso m¨¢s reciente de una instituci¨®n cultural cuyos cimientos tiemblan. La direcci¨®n de la Academia del Cine present¨® el jueves por la noche su ¡°dimisi¨®n colectiva¡±.
La renuncia, una convulsi¨®n en el sector, llega d¨ªas despu¨¦s de una carta en la que casi medio millar de actores y realizadores reclamaban una reforma profunda en los m¨¦todos de gobierno de la organizaci¨®n, criticaba la opacidad de las cuentas y las decisiones, y se?alaba la flagrante falta de paridad entre hombres y mujeres. A esto se a?ade la estupefacci¨®n, entre un sector del cine y entre grupos feministas, por las 12 nominaciones a los C¨¦sar de El oficial y el esp¨ªa, la ¨²ltima pel¨ªcula de Roman Polanski, requerido por la Justicia de EE UU por el caso, en 1977, de Samantha Geimer, que ten¨ªa 13 a?os, y enfrentado ahora a nuevas acusaciones de violaci¨®n.
¡°Para honrar a aquellas y aquellos que han hecho el cine en 2019, para recuperar la serenidad y hacer que la fiesta del cine siga siendo una fiesta, el Consejo de Administraci¨®n para la Promoci¨®n del Cine, la Academia de las Artes y T¨¦cnicas del Cine ha tomado la decisi¨®n un¨¢nime de dimitir¡±, dec¨ªa el comunicado. La gala est¨¢ prevista el 28 de febrero.
La carta de protesta, publicada el lunes en Le Monde, lleva la firma de actores como B¨¦r¨¦nice Bejo, Chiara Mastroianni u Omar Sy y realizadores como Michel Hazanavicius, Bertrand Tavernier, Agn¨¨s Jaoui, Jacques Audiard o C¨¦line Sciamma. Las quejas sobrepasaban la cuesti¨®n del sexismo. El contencioso tiene una parte de lucha de poder y de discusi¨®n gremial, as¨ª como de pulso entre el cine m¨¢s popular y el elitista. Tambi¨¦n de lucha generacional, en la que estaba en cuesti¨®n el presidente de la Academia, el productor Alain Terzian.
Que todo es m¨¢s complicado lo demuestra el hecho de que uno de los firmantes, el actor Mathieu Amalric, es actor en la pel¨ªcula de Polanski y pr¨®ximo a este, como recuerda en un art¨ªculo publicado el viernes Michel Guerrin, cronista de Le Monde. Pero Guerrin a?ade: ¡°Sin duda, es la cuesti¨®n feminista la que domina. Porque, si los rebeldes salen ahora a la luz, y no ayer, es ante todo porque solo hay un 35 % de mujeres entre los votantes de los C¨¦sar¡±. Es m¨¢s, de los 47 miembros de la asamblea general de la instituci¨®n, solo ocho son mujeres, y en su consejo de administraci¨®n son seis de 21. Un detonante de la crisis fue el veto a dos mujeres consagradas, la escritora Virginie Despentes y la directora Claire Denis, como madrinas de dos actores en la gala dedicada a las ¡°j¨®venes revelaciones¡± de los C¨¦sar, el 13 de enero.
En el caso de los C¨¦sar y el en de Matzneff, pese a las diferencias evidentes, coinciden un cambio de las normas morales, el cuestionamiento de instituciones fundamentales en la fabricaci¨®n del canon en los premios cinematogr¨¢ficos o literarios, y la tensi¨®n entre lo que muchos en Francia perciben como una ¡°americanizaci¨®n¡± de las normas morales y lo que otros, al contrario, ven como un neopuritanismo que acabar¨¢ coartando la libertad creativa.
El periodista Bernard Pivot, presentador durante d¨¦cadas de programas literarios de ¨¦xito en televisi¨®n, resumi¨® la incomodidad en un mensaje en Twitter a fines de diciembre. ¡°En los a?os 70 y 80, la literatura prevalec¨ªa ante la moral; hoy, la moral prevalece ante la literatura. Moralmente es un progreso. Somos m¨¢s o menos productos intelectuales y morales de un pa¨ªs y, sobre todo, de una ¨¦poca¡±. Pivot reaccionaba a la publicaci¨®n de El consentimiento, el libro en el que la editora Vanessa Springora reconstruye su relaci¨®n con Matzneff cuando ella ten¨ªa 14 a?os y ¨¦l, 50, as¨ª como las secuelas que le dej¨®. El libro no es tanto una revelaci¨®n ¡ªcasi todo lo que Springora cuenta lo cont¨® Matzneff en sus diarios¡ª como un acta de acusaci¨®n a una parte de las ¨¦lites culturales y pol¨ªticas que ampararon al autor.
El mi¨¦rcoles se celebr¨® una primera audiencia ante el Tribunal Correccional de Par¨ªs. Matzneff, que se encuentra en Italia y estaba representado por su abogado, fue acusado de apolog¨ªa de la violaci¨®n infantil. El mismo d¨ªa, los investigadores registraron la sede de Gallimard en busca de textos in¨¦ditos. La editorial ha retirado los libros m¨¢s pol¨¦micos de las librer¨ªas.
Francia sigue siendo Francia, pero la idea de que al artista se le permite todo ¡ªsea uno de los m¨¢s brillantes de su ¨¦poca, como Polanski; o un oscuro diarista, como Matzneff¡ª empieza a cuestionarse. Una excepci¨®n francesa que, en parte una excepci¨®n sexual, muestra signos de fragilidad.
M¨¢s protestas contra Polanski
Las 12 nominaciones de El oficial y el esp¨ªa, de Roman Polanski, que lidera la carrera por los premios C¨¦sar, han agravado a¨²n m¨¢s la crisis de la Academia del cine franc¨¦s. En los ¨²ltimos d¨ªas, varias asociaciones feministas han llamado a los acad¨¦micos a no votar por el filme de Polanski. La pel¨ªcula, inspirada en el caso Dreyfus, se ha visto acompa?ada por la pol¨¦mica desde su presentaci¨®n en la Mostra de Venecia, cuando la presidenta del jurado, la argentina Lucrecia Martel, se neg¨® a asistir al estreno de gala en se?al de protesta por su inclusi¨®n en la secci¨®n oficial. A comienzos de noviembre, cinco d¨ªas antes de su estreno en Francia, la fot¨®grafa Valentine Monnier acus¨® a Polanski de haberla violado en 1975, cuando ella ten¨ªa 18 a?os. La llegada de la pel¨ªcula a los cines franceses se ha visto desde entonces envuelta en protestas.
Babelia
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