Del ¡®Ren¨¦¡¯ de Residente al ¡®Merichane¡¯ de Zahara: no es solo m¨²sica, es un trauma
El a?o de las desdichas y la visualizaci¨®n social de temas antes tab¨² han impulsado a los m¨²sicos a contar sus traumas en primera persona
A la cantante Zahara le apodaban ¡°puta¡± en el colegio. Utilizaban la palabra ¡°merichane¡±, pero quer¨ªan decir ¡°puta¡±. Merichane era el nombre real de la prostituta del pueblo. Zahara (Ja¨¦n, 37 a?os) public¨® su canci¨®n Merichane el 14 de enero y llor¨® de emoci¨®n tras una gran repercusi¨®n. Sobre todo por los testimonios de mujeres que hab¨ªan sufrido abusos y dec¨ªan sentirse reconfortadas por una letra que retrata la atm¨®sfera opresiva con la que vive una mujer en una sociedad patriarcal: ¡°Yo estaba ah¨ª con las llaves en l...
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A la cantante Zahara le apodaban ¡°puta¡± en el colegio. Utilizaban la palabra ¡°merichane¡±, pero quer¨ªan decir ¡°puta¡±. Merichane era el nombre real de la prostituta del pueblo. Zahara (Ja¨¦n, 37 a?os) public¨® su canci¨®n Merichane el 14 de enero y llor¨® de emoci¨®n tras una gran repercusi¨®n. Sobre todo por los testimonios de mujeres que hab¨ªan sufrido abusos y dec¨ªan sentirse reconfortadas por una letra que retrata la atm¨®sfera opresiva con la que vive una mujer en una sociedad patriarcal: ¡°Yo estaba ah¨ª con las llaves en la mano./ Acelerando el paso, fingiendo que hablaba con mi hermano./ Yo estaba ah¨ª dej¨¢ndome hacer, con tal de que acabase de una vez¡±. Residente (San Juan, Puerto Rico, 42 a?os) provoc¨® el llanto de millones de personas hace once meses (febrero de 2020), cuando vio la luz su canci¨®n y v¨ªdeo Ren¨¦, un relato de un artista acorralado por el monstruo de la fama. Tanto, que valor¨® lanzarse por la ventana de un hotel. Hasta que realiz¨® una llamada telef¨®nica salvadora a su madre. Hoy, ese v¨ªdeo de siete minutos y medio suma 165 millones de visualizaciones en YouTube. Hay que tener una piedra por coraz¨®n para no emocionarse mientras se ve.
Entre aquel Ren¨¦ y este Merichane han ocurrido muchas cosas en el mundo. La mayor¨ªa desdichas, encabezadas por una pandemia que todav¨ªa est¨¢ causando miles de muertes. Este periodo de derrota ha sido fundamental para que algunos m¨²sicos hayan decidido mirar a su interior y decidir desnudarse en unas letras donde sus traumas quedar al descubierto. Sin met¨¢foras, sin rodeos.
El barcelon¨¦s Marc Ros, cantante y compositor de Sidonie, ten¨ªa un apodo en el colegio: ¡°La ni?a fea¡±. Gastaba melenilla tipo beatle y ten¨ªa la dentadura retorcida. Fueron tres a?os de acoso intensivo. ¡°No era a m¨ª solo, pero hab¨ªa algunos que se defend¨ªan. Yo no. Llegu¨¦ a pensar que ten¨ªan raz¨®n, que yo en realidad era tonto¡±, explica hoy. Los padres de Ros le llevaron al psic¨®logo, que afortunadamente detect¨® unas aptitudes art¨ªsticas en el chaval. ¡°Eso me salv¨®, porque empec¨¦ a refugiarme en la escritura, la m¨²sica, la lectura¡±, se?ala. Ros se ha atrevido a contar esta historia en la canci¨®n Mi vida es la m¨²sica, de su disco de 2020 con Sidonie, El regreso de Abba, donde canta: ¡°En la escuela sufr¨ªa acoso escolar. / Si fuiste t¨², amigo, no te voy a culpar. / En esta fea historia todos acabamos mal¡±.
¡°Yo siempre he cantando en primera persona del singular, pero nunca hab¨ªa contado lo del acoso. Pero tom¨¦ el hip hop espa?ol como ejemplo, m¨²sicos como Tote King, que te cuentan su vida sin trabas¡±, explica el cantante de Sidonie. Hay m¨¢s motivos: ¡°Cuando empec¨¦ ten¨ªa 20 a?os y cantaba en ingl¨¦s y con todo tipo de met¨¢foras. Ahora tengo 46. Soy m¨¢s valiente. Tambi¨¦n me pill¨® en una ¨¦poca de angustia, que propicia escribir de una forma m¨¢s bestia¡±.
Los textos del m¨²sico madrile?o Marw¨¢n (41 a?os) siempre han sido expl¨ªcitos, contando al detalle tanto rupturas sentimentales como sus visitas al psic¨®logo. En su ¨²ltimo trabajo, El viejo boxeador (2020), cuenta de forma furibunda un linchamiento, el suyo, digital. Se llama Cinco gramos de resentimiento y dice as¨ª: ¡°El problema es que sabes qui¨¦n soy, pero yo no qui¨¦n eres. / Un juego tan desigual./ Es lo que sucede si juntas envidiosos, crueles y una red social./ Es cierto, mi resentimiento tiene cinco gramos, me quito el bozal¡±.
¡°Es muy importante la visualizaci¨®n social de temas que antes eran tab¨², como el patriarcado o el acoso. Los artistas tenemos que estar con la sociedad. Lo que hago yo no deja de ser canci¨®n social. Por otra parte, se ha democratizado la intimidad. Ya no existe lo privado. Si ves la televisi¨®n o miras las redes sociales compruebas que la gente expone sus miserias sin pudor. Creo que esto ha contagiado tambi¨¦n a los artistas. La clave, creo, es que no hagamos el exhibicionismo por el exhibicionismo. Nosotros tenemos que aportar algo. Por ejemplo, me suele escribir gente d¨¢ndome las gracias por decir que voy a psic¨®logo, porque ellos tambi¨¦n lo hacen y les alienta la canci¨®n¡±, explica Marw¨¢n.
El m¨²sico afirma que el a?o pand¨¦mico ha acentuado estos desnudos emocionales. ¡°Todo el mundo est¨¢ acumulando pesar mental. Y esto provoca catarsis, que en el caso de los artistas llevan a estas confesiones¡±, dice Marw¨¢n.
Fernando Madina (54 a?os), cantante de los roqueros Reincidentes, tiene un hijo transexual. Quer¨ªa escribir sobre ello, pero pens¨® que quiz¨¢ deb¨ªa plante¨¢rselo a Jon, su hijo (27 a?os), que tambi¨¦n tiene un grupo. Y as¨ª surgi¨® Agarrar la vida, escrita por Jon, que se incluye en el ¨²ltimo disco de Reincidentes. ¡°Cuanto m¨¢s interioricemos la normalidad de estos procesos m¨¢s influiremos en la sociedad para que avance¡±, se?ala Madina.
Ampara S¨¢nchez (Ja¨¦n, 51 a?os), Amparanoia, public¨® en 2020 un disco tan crudo como terap¨¦utico, La ni?a y el lobo, la banda sonora de un libro del mismo t¨ªtulo donde narra los maltratos que sufri¨® durante a?os por una pareja. ¡°Siempre ha habido letristas valientes, pero s¨ª es verdad que ahora hay m¨¢s sinceridad. Seguramente es por el efecto de las redes sociales, donde abundan la exposici¨®n de las intimidades, y por la ¨¦poca que vivimos, de recogimiento, de tener tiempo para mirarnos a nosotros mismos. Creo que si algo positivo ha tra¨ªdo la pandemia es que hemos tenido tiempo para estar con la gente que queremos y para reflexionar. Se acab¨® la era del consumismo: hay que mirarse adentro y curar las heridas¡±, reflexiona.
Dani Mart¨ªn (Madrid, 43 a?os) public¨® en 2020 Lo que me d¨¦ la gana, con unos textos donde describe sus traumas, paranoias e inseguridades. ¡°Quiero ser sincero conmigo y lo expongo en las letras¡±, se?ala. Martin invita en este disco a todo el que quiera a una de sus sesiones con el psic¨®logo. El aficionado se sienta, en silencio, y escucha a su psique en canciones como Empieza la funci¨®n o La mentira.
Ya antes existieron artistas espa?oles que afrontaron sus letras de forma sincera y dolorosa. En el hip hop, donde Tote King proclam¨® que padece un s¨ªndrome obsesivo compulsivo; o Kase.O, que cont¨® su depresi¨®n en la canci¨®n Basureta. Tambi¨¦n existen francotiradores como Javier ?lvarez, que despu¨¦s de sobrepasarle el ¨¦xito decidi¨® romper la vinculaci¨®n con la industria. Su canci¨®n autobiogr¨¢fica Padre empezaba as¨ª: ¡°Padre, soy pajillero, maric¨®n y drogadicto¡±.
Pero seguramente la demostraci¨®n m¨¢s conmovedora la protagoniz¨® Pau Dones, que escribi¨® Humo cuando ve¨ªa que el c¨¢ncer le devoraba: ¡°Ahora, que ya no me creo que la vida sea un sue?o./ Ahora, que solo el ahora es lo ¨²nico que tengo. / Ahora, que solo me queda esperar a que llegue la hora¡±. Una honestidad brutal: muri¨® tiempo despu¨¦s con 53 a?os.