Una porcelana vendida como baratija en un mercadillo de Connecticut es una rara vasija de la dinast¨ªa Ming
El objeto chino, comprado por 35 d¨®lares en un garaje, se subastar¨¢ por un valor de entre 300.000 y 500.000 d¨®lares
Un asiduo de las antig¨¹edades se encontr¨® el a?o pasado con una pieza que le llam¨® la atenci¨®n en una venta de garaje en New Haven, en Connecticut. Era un peque?o cuenco de porcelana blanco con flores y figuras pintadas en azul cobalto. Lo adquiri¨® por 35 d¨®lares (28,9 euros). El comprador, que intuy¨® que era algo especial, no esperaba que se tratara de un objeto chino del siglo XV valorado entre 300.000 y 500.000 d¨®lares. ...
Un asiduo de las antig¨¹edades se encontr¨® el a?o pasado con una pieza que le llam¨® la atenci¨®n en una venta de garaje en New Haven, en Connecticut. Era un peque?o cuenco de porcelana blanco con flores y figuras pintadas en azul cobalto. Lo adquiri¨® por 35 d¨®lares (28,9 euros). El comprador, que intuy¨® que era algo especial, no esperaba que se tratara de un objeto chino del siglo XV valorado entre 300.000 y 500.000 d¨®lares. La casa de subastas Sotheby¡¯s de Nueva York pondr¨¢ a la venta la ¡°rara y excepcional¡± vasija de la dinast¨ªa Ming el 17 de marzo, como parte de su colecci¨®n destacada de arte chino en la ¡°Semana de Asia¡±.
El comprador con el privilegiado olfato para las antig¨¹edades permanece en el anonimato. Despu¨¦s de comprar la pieza de aproximadamente 16 cent¨ªmetros de di¨¢metro, le envi¨® fotos por correo electr¨®nico a Sotheby¡¯s en el que les ped¨ªa una evaluaci¨®n del objeto. Cuando los expertos de la casa de subastas en cer¨¢mica y arte chino, Angela McAteer y Hang Yin, revisaron las im¨¢genes, sab¨ªan que era algo ¡°muy, muy especial¡±. No se equivocaban. El ¡°cuenco de loto¡±, por su forma de capullo de loto, result¨® ser uno de los siete de su tipo que se sabe que existen en el mundo, seg¨²n Sotheby¡¯s, la mayor¨ªa de ellos expuestos en museos, como en el de Londres o Taiw¨¢n. Ninguno en Estados Unidos.
¡°El estilo de la pintura, la forma del cuenco, incluso el color azul, es bastante caracter¨ªstico de ese per¨ªodo de la porcelana de principios del siglo XV¡±, explic¨® McAteer, vicepresidente senior de Sotheby¡¯s y director de su departamento de obras de arte en China, a Associated Press. Aunque no hay pruebas cient¨ªficas que lo confirmen, los ojos entrenados de los expertos confirmaron cuando vieron el cuenco en vivo que se trataba de una pieza realizada durante el reinado del emperador Yongle, el tercero del linaje de la dinast¨ªa Ming, que gobern¨® desde 1403 hasta 1424, un per¨ªodo conocido por sus distintivas y c¨¦lebres t¨¦cnicas de porcelana.
¡°En todos los aspectos, este delicado cuenco es un producto por excelencia de Yongle, hecho para la corte, que muestra la sorprendente combinaci¨®n de material soberbio y pintura con un dise?o ligeramente ex¨®tico que caracteriza a la porcelana imperial de este per¨ªodo¡±, describe la casa de subastas. McAteer describi¨® en la CNN que el cuerpo de la porcelana es ¡°incre¨ªblemente suave¡± con un ¡°esmalte sedoso realmente untuoso¡±, algo que seg¨²n sus investigaciones nunca se repiti¨® en reinados o dinast¨ªas posteriores.
Las cer¨¢micas de la dinast¨ªa Ming son famosas por su porcelana blanco titanio, uno de los mejores pigmentos blancos que han utilizado los artistas en la historia del arte, y azul cobalto. Estas piezas se produc¨ªan con frecuencia en las f¨¢bricas de Jingdezhen, en el sur de China, que durante siglos suministr¨® sus delicadas porcelanas a los emperadores Ming y Qing. Entre 1368 y 1644 se produjo un auge en la fabricaci¨®n de cer¨¢mica. El emperador Yongle encarg¨® una amplia gama de objetos para su corte, ejerciendo un mayor control gubernamental sobre los hornos en Jingdezhen.
Del per¨ªodo del emperador Yongle se conocen cuatro dise?os de cuencos m¨¢s peque?os, dos de ellos en forma de capullo de loto. Los cuatro ejemplos se encuentran en el Museo del Palacio, en Pek¨ªn. El misterio de c¨®mo lleg¨® una pieza oriental tan ¨²nica a una cochera de una ciudad de menos de 130.000 habitantes a¨²n no se ha descubierto y es poco probable que se llegue a una respuesta porque hay poca documentaci¨®n. Los expertos de Sotheby¡¯s, frustrados por no saber con certeza c¨®mo fue a parar a Connecticut, suponen que pas¨® de generaci¨®n en generaci¨®n en una misma familia, que no sab¨ªan que entre sus cacharros decorativos ten¨ªan un objeto chino del siglo XV y que su valor era hasta 14.300 veces superior al que lo pusieron en la venta de garaje.