Muere Patrick Juvet, rey ef¨ªmero de la m¨²sica ¡®disco¡¯ de los setenta
Grandes ¨¦xitos como ¡®O¨´ sont les femmes¡¯ o ¡®I Love America¡¯ encumbraron a un artista que luego pas¨® al ostracismo y la decadencia. Ha fallecido en Barcelona a los 70 a?os
El cantante suizo Patrick Juvet fue encontrado muerto a los 70 a?os el pasado jueves en su apartamento de Barcelona y en circunstancias todav¨ªa por esclarecer. Juvet fue uno de esos artistas que mejor ejemplifican el peligro de disfrutar durante un par de a?os de un ¨¦xito colosal, encaramado en lo alto de las listas musicales internacionales, y la mala asimilaci¨®n de un posterior fracaso. Una vertiginosa ca¨ªda sin paraca¨ªdas del cielo al infierno, que desemboc¨® en abuso de drogas y alcohol, una imagen extravagante.
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El cantante suizo Patrick Juvet fue encontrado muerto a los 70 a?os el pasado jueves en su apartamento de Barcelona y en circunstancias todav¨ªa por esclarecer. Juvet fue uno de esos artistas que mejor ejemplifican el peligro de disfrutar durante un par de a?os de un ¨¦xito colosal, encaramado en lo alto de las listas musicales internacionales, y la mala asimilaci¨®n de un posterior fracaso. Una vertiginosa ca¨ªda sin paraca¨ªdas del cielo al infierno, que desemboc¨® en abuso de drogas y alcohol, una imagen extravagante.
Nacido en Montreux (Suiza) en 1950, represent¨® sin mucho ¨¦xito a su pa¨ªs en Eurovisi¨®n en 1973. Fue en Francia donde desarroll¨® su carrera, con un pu?ado de ¨¦xitos internacionales dentro de la escena de m¨²sica disco que a finales de los a?os setenta se impon¨ªa en todo el mundo. Primero con O¨´ sont les femmes (1977), un tema coescrito junto a su amigo, productor y m¨²sico electr¨®nico Jean Michel Jarre, que curiosamente se ocup¨® de la letra, dejando que el artista compusiera la pegadiza melod¨ªa. Luego, triunfaron Got a Feeling y, sobre todo, I Love Am¨¦rica, temas compuestos en ingl¨¦s y pensados para el mercado internacional, con la producci¨®n de Jacques Murali y Henri Belolo. Esta ¨²ltima canci¨®n se convertir¨ªa en su mayor ¨¦xito, una producci¨®n cuya versi¨®n original se iba nada menos que a los catorce minutos, ideal para amenizar las sesiones disco e interpretada en ese falsete que por la ¨¦poca ya hab¨ªan canonizado, como una de las se?as de identidad del g¨¦nero, los Bee Gees.
Juvet se asomaba a los plat¨®s de las televisiones de todo el mundo con una potente imagen: melena rubia al viento, cuerpo embutido en cuero y gui?os al David Bowie en su etapa m¨¢s glam. A ese fugaz triunfo le seguir¨ªa inmediatamente el ostracismo de una carrera que, salvo alg¨²n anecd¨®tico y puntual ¨¦xito que ya no traspasar¨ªa las fronteras francesas (lo m¨¢s remarcable, su participaci¨®n en la sensual y hermosa banda sonora de la pel¨ªcula de David Hamilton Laura, les ombres de l?¨¦t¨¦), caer¨ªa inmediatamente en el olvido. Sus pocas apariciones se reservar¨ªan para las p¨¢ginas de la prensa amarillista. En estas entrevistas, relat¨® su desgraciada y tortuosa vida amorosa (en la que tendr¨ªan cabida desde su colega Jean Michel Jarre hasta la actriz Melanie Griffith), su ca¨ªda en la depresi¨®n y el alcoholismo, y los estragos de aquel rostro que cautiv¨® a hombres y mujeres y que fue dilapidando en las repetidas operaciones est¨¦ticas que delataban su incapacidad para asumir el paso del tiempo.
Durante los ¨²ltimos a?os, se le ver¨ªa pasear por Barcelona, sin que apenas nadie reconociese la figura de aquel estelar cantante, visitando con cierta frecuencia algunas galer¨ªas de arte en busca de j¨®venes pintores a los que pretend¨ªa ayudar a conseguir sus sue?os tirando de una vieja agenda que, sin embargo, parec¨ªa completamente resignada a aceptar que sus mejores d¨ªas nunca regresar¨ªan.