Jean Michel Jarre une m¨²sica electr¨®nica e influencias orientales
El compositor franc¨¦s present¨® ayer en Madrid su nuevo disco, 'Metamorphoses'
El compositor e int¨¦rprete franc¨¦s Jean Michel Jarre pas¨® por Espa?a para promocionar su ¨²ltimo disco, Metamorphoses. Jarre, de 55 a?os e hijo del afamado compositor Maurice Jarre, confes¨® en rueda de prensa que el nombre escogido para el disco "refleja la situaci¨®n en la que me encontraba despu¨¦s de Oxyg¨¦ne 7-13", ¨²ltimo disco de temas nuevos en el que cerraba una larga etapa de experimentaci¨®n.
"Despu¨¦s de mi anterior trabajo sent¨ª deseos de cambiar, de metamorfosearme musicalmente en dos niveles: uno m¨¢s org¨¢nico, que tiene que ver con los ritmos y las percusiones, y otro m¨¢s mel¨®dico", explic¨® Jean Michel Jarre ayer en Madrid.El resultado de esta mutaci¨®n es un ¨¢lbum en el que por primera vez incorpora voces, y para el que han colaborado, entre otras, la siempre vanguardista, Laurie Anderson y la vocalista del grupo Transglobal Underground, la egipcia Natasha Atlas.
Esta ¨²ltima interpreta el primer sencillo, C'est la vie, un largo tema de casi siete minutos en el que Atlas susurra la letra en medio de arreglos orientales y bases tremendamente comerciales.
Acerca de la cantante, Jarre afirm¨®: "Para m¨ª es una int¨¦rprete que simboliza perfectamente la fusi¨®n entre los modernos conceptos musicales europeos y las ra¨ªces m¨¢s profundas del continente africano".
Jarre comenz¨® su carrera al frente de grupos pop, para pasar despu¨¦s a componer para otros artistas, como Fran?oise Hardy, Pierre Boulez o Patrick Juvet. Sin embargo, se instituy¨® como gran embajador de la incipiente m¨²sica electr¨®nica cuando en 1977 edit¨® Oxyg¨¦ne, un elep¨¦ que dejaba traslucir las enormes posibilidades comerciales de unos sonidos y ritmos de alta tecnolog¨ªa.
Exc¨¦ntricos
Jarre recuerda aquellos tiempos y los compara con los actuales: "Cuando empec¨¦ a hacer m¨²sica electr¨®nica, a la gente que nos dedic¨¢bamos a esto se nos tomaba por exc¨¦ntricos. Ahora este tipo de m¨²sica ha abierto caminos francamente interesantes y, aunque parece que todos llevan al dance, lo cierto es que hay multitud de estilos muy diferentes".
A esta voluntad experimental uni¨® Jarre una tremenda megaloman¨ªa esc¨¦nica, realizando grandiosos conciertos que asombraron por el despliegue de medios y efectos visuales y de sonido.
Algunos de los m¨¢s recordados son los de la Place de la Concorde parisiense, consiguiendo un mill¨®n de espectadores que le hicieron ingresar en el Libro Guiness de los r¨¦cords, o los celebrados en China. La pasada Nochevieja realiz¨® otro mastod¨®ntico ante las pir¨¢mides de Egipto, pero estuvo a punto de irse al traste por problemas climatol¨®gicos: "La idea de incluir antiguos ceremoniales egipcios fue del Gobierno de ese pa¨ªs. Yo no estaba muy de acuerdo, as¨ª que cuando tuvieron que cancelar esa parte del espect¨¢culo por la niebla respir¨¦ aliviado".
No obstante, este tipo de conciertos sigue siendo para Jean Michel Jarre "el veh¨ªculo m¨¢s apropiado para la difusi¨®n en vivo de mi m¨²sica. Sin embargo, para este disco hice una presentaci¨®n en un peque?o local de Par¨ªs, y la verdad es que qued¨¦ muy satisfecho. Puede que haga una peque?a gira en ese tipo de locales".
Otro dato a resaltar es la inclusi¨®n por primera vez en la portada de un disco suyo de una foto sin tocar del compositor. Para ¨¦l "esto es otro aspecto de la metamorfosis que supuso este disco. Eso y la inclusi¨®n de m¨¢s aspectos mel¨®dicos en mi m¨²sica. Esto ¨²ltimo es un camino en el que voy a profundizar en mis pr¨®ximos trabajos".
Babelia
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