Rescatadores de r¨®tulos comerciales para actuar contra la gentrificaci¨®n
Valencia, Capital Mundial del Dise?o, se suma con el proyecto TiposQueImportan a la Red Ib¨¦rica en Defensa del Patrimonio Gr¨¢fico, una forma singular de devolver la sensibilidad a las ciudades y sus vecindarios
Los r¨®tulos comerciales son m¨¢s que soportes publicitarios cuando poseen un especial valor est¨¦tico, sentimental o hist¨®rico. A veces, son el ¨²ltimo rescoldo de un mundo que acaba. La gentrificaci¨®n de las ciudades y la conversi¨®n de los centros hist¨®ricos en parques tem¨¢ticos de franquicias y multinacionales suelen comportar la marcha de los vecinos de siempre, el encarecimiento de la vivienda y la desaparici¨®n de los el...
Los r¨®tulos comerciales son m¨¢s que soportes publicitarios cuando poseen un especial valor est¨¦tico, sentimental o hist¨®rico. A veces, son el ¨²ltimo rescoldo de un mundo que acaba. La gentrificaci¨®n de las ciudades y la conversi¨®n de los centros hist¨®ricos en parques tem¨¢ticos de franquicias y multinacionales suelen comportar la marcha de los vecinos de siempre, el encarecimiento de la vivienda y la desaparici¨®n de los elementos m¨¢s singulares, como los comercios locales. Contra la inexorabilidad de este proceso se han articulado desde hace unos a?os movimientos sociales que cuentan tambi¨¦n con un correlato gr¨¢fico: los rescatadores de r¨®tulos comerciales, letreros, carteles que han jalonado el devenir de un barrio.
El dise?ador Miguel Maestro es uno de esos rescatadores. Acaba de presentar en el marco del programa de Valencia Capital Mundial del Dise?o 2022, el proyecto TiposQueImportan, ¡°un espacio para lo cotidiano, para la conservaci¨®n y puesta en valor de la creatividad que se encuentra en cada calle de Valencia¡±, asegura. ¡°Hemos emprendido una ambiciosa revisi¨®n de nuestra historia a trav¨¦s del r¨®tulo comercial. Valencia permite admirar ese arte y oficio en estado puro al alcance de cualquiera que levante la mirada, sin necesidad de entrar en un museo. La mayor¨ªa de esos carteles han sido creados por personas an¨®nimas que, de forma m¨¢s o menos consciente, han contribuido de una manera determinante a la construcci¨®n de la personalidad de nuestras ciudades¡±, se?ala el tambi¨¦n tip¨®grafo.
Cualquiera puede ejercer de rescatador de r¨®tulos pintados. Solo tiene que tener sensibilidad y un m¨®vil para fotografiar sus letreros favoritos, los que le llamen la atenci¨®n por alg¨²n motivo y enviarlos a la web de TiposQueImportan, que pretende formar un corpus, catalogarlo y conservarlo, adem¨¢s de proporcionar un mapa con la localizaci¨®n de los desaparecidos y conservados en Valencia. El proyecto forma parte de la Red Ib¨¦rica en Defensa del Patrimonio Gr¨¢fico, una asociaci¨®n fundada el pasado a?o con una creciente implantaci¨®n en 12 autonom¨ªas y que cuenta cada vez con m¨¢s rescatadores y m¨¢s r¨®tulos. En principio, el perfil del usuario se centraba en dise?adores, arquitectos, escen¨®grafos, profesionales de la cultura, pero se ha ido ampliando a personas de distinta condici¨®n conforme se va conociendo la iniciativa, que ofrece tambi¨¦n almacenar las piezas si hace falta, explica Rosa L¨®pez. Esta representante de la Red Ib¨¦rica, que tambi¨¦n particip¨® el mi¨¦rcoles en el acto, relata c¨®mo una cadena de llamadas entre el amigo de un amigo de un activista del r¨®tulo y el due?o del bar m¨¢s pr¨®ximo a d¨®nde hab¨ªa sido arrojado un curioso letrero permiti¨® salvarlo en Madrid.
El dise?ador Juan Nava lleva tiempo inmortalizando r¨®tulos en Valencia y tambi¨¦n creando nuevas tipograf¨ªas a partir de ellos, un trabajo que sintetiza en el libro Letras recuperadas. El prop¨®sito no es solo recuperar los r¨®tulos de mayor valor art¨ªstico, sino aquellos que remiten tambi¨¦n a la memoria personal, vivencial o colectiva de un barrio, como puede ser un bar, una ferreter¨ªa, una tienda de m¨¢quinas de coser, de ultramarinos, espacios de socializaci¨®n. Todo ello redunda en la concienciaci¨®n patrimonial de los elementos que conforman un espacio compartido, la ciudad, que tiende a difuminarse bajo el yugo de la uniformidad. La crisis del coronavirus, adem¨¢s, ha acelerado el cierre de establecimientos locales.
Conservar los r¨®tulos en sus lugares originales de emplazamiento es lo ideal. Y si el comercio cierra o se reconvierte, intentar rescatarlos o mantenerlos incorporados. Cada vez hay m¨¢s ejemplos de esa coexistencia, pero tampoco es una pr¨¢ctica generalizada. En este sentido, la normativa es muy diversa en las ciudades espa?olas. En Valencia, desde 2015 hay un cat¨¢logo de protecci¨®n de dos centenares de establecimientos tradicionales en Ciutat Vella, que incluye tambi¨¦n sus r¨®tulos hist¨®ricos, seg¨²n recuerda Marta Garc¨ªa Pastor, jefa del Servicio de Patrimonio Hist¨®rico y Art¨ªstico del Ayuntamiento de Valencia. En la ciudad es conocido el indulto del mural cer¨¢mico de un popular anuncio de Philips, que deber¨¢ ser restaurado por la empresa encargada de la rehabilitaci¨®n del edificio.
La defensa de este a menudo ignorado patrimonio gr¨¢fico empieza a tomarse en serio. Ya apenas quedan artesanos, se lamenta Ricardo Moreno, uno de esos profesionales autodid¨¢cticas an¨®nimos que han contribuido con sus letras pintadas a mano a marcar la memoria colectiva de un vecindario.