¡®La vida de los dem¨¢s¡¯, el verdugo en casa

La vida de los dem¨¢s circula en torno a la pena de muerte o, mejor dicho, en torno a cuatro hombres encargados de ejecutarla, esos verdugos que Berlanga inmortaliz¨® en la piel de Pepe Isbert y Nino Manfredi, cuyo cuerpo descompuesto ante la idea de aplicar el garrote vil se evoca aqu¨ª en un joven soldado incapaz de asumir su papel en la misma infernal maquinaria. No hay, con todo, humor negro en la pel¨ªcula del iran¨ª Mohammad Rasoulof, un drama que arranca con enorme tensi¨®n y crudeza, ...

La vida de los dem¨¢s circula en torno a la pena de muerte o, mejor dicho, en torno a cuatro hombres encargados de ejecutarla, esos verdugos que Berlanga inmortaliz¨® en la piel de Pepe Isbert y Nino Manfredi, cuyo cuerpo descompuesto ante la idea de aplicar el garrote vil se evoca aqu¨ª en un joven soldado incapaz de asumir su papel en la misma infernal maquinaria. No hay, con todo, humor negro en la pel¨ªcula del iran¨ª Mohammad Rasoulof, un drama que arranca con enorme tensi¨®n y crudeza, golpeando al espectador con la mec¨¢nica rutina de un funcionario de prisiones. La espesa grisura con la que Rasoulof retrata una jornada cualquiera del funcionario ¡ªsu familia, sus horarios, el interminable tr¨¢fico de Teher¨¢n¡ª planea sobre una pel¨ªcula que abiertamente defiende la insumisi¨®n dentro de un r¨¦gimen que impone a sus soldados rasos participar de su infierno.

Rasoulof propone cuatro historias que funcionan de manera independiente, aunque componen un mismo cuadro. La primera, la del funcionario, se completa con otras tres que tendr¨¢n como eje a soldados que en alg¨²n momento de sus vidas se han enfrentado a la orden de matar, su decisi¨®n ante esa orden y sus consecuencias.

La vida de los dem¨¢s corta la respiraci¨®n hasta el final de su segunda historia, cuya cat¨¢rtica resoluci¨®n abre un camino de esperanza al espectador que conectar¨¢ con el cuarto y ¨²ltimo relato. El tercero, en el que el drama carcelario se abre paso al melodrama, incidir¨¢ en la responsabilidad de ese ¨²ltimo eslab¨®n, el encargado de empujar hacia la muerte ¡°el taburete¡± de los ahorcados.

La nueva pel¨ªcula del director de Un hombre ¨ªntegro logr¨® el Oso de Oro en la Berlinale 2020, en la que hab¨ªa candidatas de la altura de Days, de Tsai Ming-Liang; Nunca, casi nunca, a veces, siempre, de Eliza Hittman, o First Cow, de Kelly Reichardt. Un premio discutible, que seguramente responde al acoso que sufre Rasoulof por las autoridades de su pa¨ªs, pero que no desmerece a una pel¨ªcula muy s¨®lida cuya crudeza y valent¨ªa cuesta menospreciar.