Sean Penn se despe?a, otra vez, con ¡®Flag Day¡¯
El cineasta regresa al festival donde hace cinco a?os fue lapidada su anterior pel¨ªcula como director. Esta vez, su hija es protagonista. ¡°Me siento muy orgulloso de estar aqu¨ª con ella¡±, asegura
Por ¨¦l cambiaron las normas del festival de Cannes. Hace cinco a?os, Sean Penn entr¨® con el coraz¨®n encogido a la sesi¨®n de gala de Dir¨¦ tu nombre, un drama amoroso en mitad del ?frica de las crisis humanitarias, tras leer las cr¨ªticas de su quinto largometraje como realizador. Nunca ha habido una pel¨ªcula con una puntuaci¨®n tan baja en las parrillas de votaciones de cr¨ªticos en Cannes en revistas como ...
Por ¨¦l cambiaron las normas del festival de Cannes. Hace cinco a?os, Sean Penn entr¨® con el coraz¨®n encogido a la sesi¨®n de gala de Dir¨¦ tu nombre, un drama amoroso en mitad del ?frica de las crisis humanitarias, tras leer las cr¨ªticas de su quinto largometraje como realizador. Nunca ha habido una pel¨ªcula con una puntuaci¨®n tan baja en las parrillas de votaciones de cr¨ªticos en Cannes en revistas como Le Film Fran?ais o Screen Internacional. Desde ese momento, los pases de las pel¨ªculas para prensa se realizan a la misma hora que sus sesiones de gala (solo unos pocos cr¨ªticos la ven antes y sus comentarios est¨¢n embargados como el resto, hasta el final de la proyecci¨®n oficial). As¨ª que el retorno de Penn (Santa M¨®nica, California, 60 a?os) a La Croisette provocaba mucho morbo y un pu?ado de interrogantes: ?por qu¨¦ vuelve al lugar del crimen? ?De verdad le merece al cineasta la pena? ?C¨®mo ser¨¢ Flag Day?
El resultado es desalentador. Penn es el responsable de Extra?o v¨ªnculo de sangre (1991), Cruzando la oscuridad (1995) o El juramento (2001), pel¨ªculas f¨¦rreas, con aplomo. Si Dir¨¦ tu nombre se ahogaba en alm¨ªbar, Flag Day fallece por inanici¨®n del director. Y por una obsesi¨®n de Penn: dirigir a su hija Dylan, regalarle un papel que lance su balbuceante carrera (tambi¨¦n aparece su hijo Hopper, pero de forma m¨¢s anecd¨®tica). Flag Day se basa en un libro de la periodista Jennifer Vogel, que recoge la tortuosa relaci¨®n que mantuvo con su padre, un timador y mentiroso compulsivo que dej¨® abandonados a sus dos hijos con una madre alcoh¨®lica. Embaucador, adulador, excesivo (lleg¨® a cerrar un cine para que su hija viera sola Rocky un d¨ªa de Navidad), due?o de un pico de oro, John Vogel iba rascando dinero en distintos negocios, todos fuera de la ley. A?os despu¨¦s de varias entradas y salidas en su vida, la entonces adolescente Jennifer intent¨® reconducir la vida de su progenitor, que acab¨® en la c¨¢rcel tras un desastroso atraco a un banco. Vogel ya se ganaba la vida como periodista cuando su padre finaliz¨® su condena, volvi¨® a la calle y a las andadas, y en 1995 intent¨® colocar billetes falsos: lleg¨® a fabricar a mano hasta 22 millones de d¨®lares. Pero le pillaron r¨¢pidamente.
¡°No quer¨ªa dirigirme a m¨ª mismo; sin embargo, quer¨ªa sacar adelante el proyecto¡±
En ese enfrentamiento paternofilial Sean Penn arranc¨® su aproximaci¨®n al guion. ¡°Me lleg¨® y pens¨¦ que hab¨ªa un buen papel para m¨ª y los productores y yo pensamos en un director como Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. El proyecto se fue retrasando, llegu¨¦ incluso a enviar el libreto a Matt Damon para que lo protagonizara ¨¦l, y me dijo que ser¨ªa est¨²pido que no lo hiciera yo. Y en ese tiempo me di cuenta de que siempre ver¨ªa el rostro de mi hija en la actriz que la encarnara; ya me pas¨® en la primera lectura del libro¡±, cuenta Penn en Cannes. As¨ª que, ?por qu¨¦ no contratar a su hija? Sean Penn es hijo del director Leo Penn y de la actriz Ellen Ryan, hay por tanto una tradici¨®n cinematogr¨¢fica familiar. ¡°Puede, pero Dylan dudaba, ten¨ªa un miedo l¨®gico, y con el tiempo descubr¨ª que la soluci¨®n era que la dirigiera yo. Nunca lo tuve claro porque no quer¨ªa dirigirme a m¨ª mismo; sin embargo, quer¨ªa sacar adelante el proyecto¡±. Penn asegura que ¨¦l ya vio que Dylan (hija de su matrimonio con Robin Wright) ser¨ªa actriz ¡°antes de que ella lo supiera¡±, desde que de ni?a llegaba del colegio y le contaba su d¨ªa en la escuela escenificando diversos personajes. ¡°Tambi¨¦n s¨¦ que nunca volver¨¦ a actuar y dirigir a la vez¡±.
Lo que rechaza taxativamente Penn es que esta pel¨ªcula sirva como un exorcismo a posibles ausencias suyas en la infancia de Dylan. ¡°Cuando mis hijos eran peque?os decid¨ª aceptar trabajos sencillos y r¨¢pidos que me permitieran seguir a su lado¡±, afirmaba en la rueda de prensa. Sobre su paso por Cannes, la noche anterior hab¨ªa subrayado que le fascina un certamen ¡°que representa mejor que ninguno la pasi¨®n por el cine, por pel¨ªculas nacidas para la gran pantalla, de poderosas reflexiones¡±. Como actor o jurado, Sean Penn ha participado hasta en once ediciones del certamen.
La obscenidad de la Administraci¨®n de Trump
Una charla con Penn nunca pasa de puntillas por la actualidad pol¨ªtica. En la rueda de prensa previa a la entrevista, habl¨® del trabajo de su ONG CORE, que fund¨® en 2010 tras el terremoto de Hait¨ª. ¡°La humanidad est¨¢ pagando un precio enorme por la falta actual de empat¨ªa. Y lo hemos visto clar¨ªsimo desde hace a?o y medio. Corremos el riesgo de seguir as¨ª¡±. Y por eso habl¨® de la etapa presidencial de Donald Trump. ¡°Su Administraci¨®n fue obscena e inaceptable. Emiti¨® mucha informaci¨®n falsa, medias verdades, insultos¡±, aseguraba. CORE se ha dedicado durante la pandemia a realizar test y suministrar vacunas. ¡°Y mientras o¨ªamos en los medios noticias absolutamente inaceptables, como si hubiera alguien con una ametralladora disparando a la gente desde la Casa Blanca¡±. Por eso, para el cineasta, con el triunfo de Joe Biden, ¡°tenemos la impresi¨®n de que sale el sol¡±.
En entrevista posterior, un muy feliz Sean Penn, calmado, relajado, incluso algo t¨ªmido (sensaci¨®n que subraya su tartamudeo incidental), asegura: ¡°Ayer fue uno de los d¨ªas m¨¢s felices de mi vida. Poder pasar por la alfombra roja con Dylan, que ella estuviera all¨ª para recibir los elogios que merece... Como cineasta y como padre no puedo estar m¨¢s orgulloso. Del resto, mira, ni me preocupo. Son chorradas¡±.