La Catedral de Santiago abre sus puertas a 50 personas para visitas guiadas nocturnas

La Catedral de Santiago est¨¢ siempre llena. Reservar una visita para uno de sus numerosos recorridos puede tardar hasta una semana. La alta demanda de turistas y las restricciones son la combinaci¨®n ideal para que las filas de peregrinos y visitantes se acumulen a las afueras del templo compostelano. Ante esto, la Fundaci¨®n Catedral de Santiago ha decidido ofrecer una alternativa: recorridos nocturnos, a puerta cerrada, a las 22.30 y las 23.30. Este nuevo formato permite a l...

La Catedral de Santiago est¨¢ siempre llena. Reservar una visita para uno de sus numerosos recorridos puede tardar hasta una semana. La alta demanda de turistas y las restricciones son la combinaci¨®n ideal para que las filas de peregrinos y visitantes se acumulen a las afueras del templo compostelano. Ante esto, la Fundaci¨®n Catedral de Santiago ha decidido ofrecer una alternativa: recorridos nocturnos, a puerta cerrada, a las 22.30 y las 23.30. Este nuevo formato permite a los visitantes tener acceso a espacios normalmente cerrados como la tribuna o la zona de la capilla mayor, adem¨¢s de conocer al detalle la restauraci¨®n interior de la iglesia, perfectamente resaltada por la nueva iluminaci¨®n. Cada turno, para grupos de hasta 25 personas, dura 90 minutos y se hace de forma cronol¨®gica de acuerdo a las fechas de construcci¨®n de los elementos del edificio.

¡°Queremos que la gran protagonista sea la catedral. No la informaci¨®n que damos los gu¨ªas¡±, explica Pedro Rey-Alvite, mientras dirige la primera visita con este formato. No ser¨¢ dif¨ªcil, la catedral rom¨¢nica, disfrazada de barroca, sobrecoge a quienes la recorren, con una atm¨®sfera ¨ªntima. ¡°Vinimos porque no hab¨ªa m¨¢s entradas, pero ha valido la pena¡±, explica Nuria, de 40 a?os, mientras espera a su marido ya fuera del edificio, en la plaza de Plater¨ªas. Sus hijos de ocho y 11 a?os han resistido apenas, pero no se arrepiente de haber apostado por el nuevo formato. ¡°Es mucho mejor que el recorrido diurno, porque puedes acceder a todas las zonas que normalmente no se puede¡±.

Durante el recorrido, los visitantes tendr¨¢n la oportunidad de descubrir los detalles m¨¢s curiosos que la restauraci¨®n de casi una d¨¦cada desvelo sobre el templo: figuras de reyes con las cabezas cambiadas, detalles arquitect¨®nicos que las reparaciones antiguas intentaron tapar o los rastros hist¨®ricos de las amenazas del pirata Drake... La intimidad de las puertas cerradas permite visitar estas peque?as sorpresas escondidas en la estructura de m¨¢s de 800 a?os de antig¨¹edad. Atraviesa el renovado P¨®rtico de la Gloria, la tribuna, la capilla de las reliquias ¡ªmuchas de ellas recogidas durante el c¨¦lebre p¨ªo latrocinio, cuando el arzobispo Diego Xelm¨ªrez rob¨® los tesoros de Braga¡ª y finaliza en el altar mayor, debajo del botafumeiro. Antes de irse, el grupo puede acercarse para ver los detalles del platal barroco.

Las entradas para la nueva visita guiada tienen un coste de 25 euros y pueden reservarse con hasta 15 d¨ªas de antelaci¨®n en la web del museo. Fuentes de la Fundaci¨®n explicaron que los recorridos para las pr¨®ximas dos semanas est¨¢n casi llenos, al igual que la mayor¨ªa de opciones para visitar el templo. El a?o Xacobeo en medio de la pandemia ha supuesto una tormenta perfecta para la organizaci¨®n, que tambi¨¦n se ha visto en la necesidad de acoger una misa del Peregrino a las 7.30 de la ma?ana, desde el pasado lunes. Con eso, el rito se celebra en cuatro ocasiones durante el d¨ªa ¡ªtambi¨¦n a las 9.30, 12.00 y 19.30¡ª y el horario de apertura se ampli¨® una hora.

Al salir del primer recorrido nocturno de la Catedral de Santiago, el grupo de visitantes se dispers¨® r¨¢pidamente por las vac¨ªas calles de la capital gallega. Con el ocio nocturno cerrado debido a las restricciones de la pandemia, la ciudad no cuenta con muchas alternativas despu¨¦s de la puesta de sol. ¡°Estas visitas tienen muchos prop¨®sitos¡±, explic¨® Rey-Alvite, ¡°uno de ellos tambi¨¦n es aportar una actividad cultural a las noches compostelanas, que muchas veces se quedan un poco cortas¡±.