??La Phillips Collection de Washington celebra su centenario de la mano del artista espa?ol Daniel Canogar
El fot¨®grafo crea una pieza inspirada en la ¡®Amalgama en el Prado¡¯ para el aniversario del primer centro de arte moderno de EE UU
La Phillips Collection, que se precia de ser el primer centro de arte moderno que abri¨® en Estados Unidos, ha invitado a la celebraci¨®n de su centenario al artista del algoritmo Daniel Canogar (Madrid, 1964). En el muro que bordea la escalera la galer¨ªa, una casa de cuatro pisos de ladrillo rojo ubicada en el barrio de las embajadas de Washington, e...
La Phillips Collection, que se precia de ser el primer centro de arte moderno que abri¨® en Estados Unidos, ha invitado a la celebraci¨®n de su centenario al artista del algoritmo Daniel Canogar (Madrid, 1964). En el muro que bordea la escalera la galer¨ªa, una casa de cuatro pisos de ladrillo rojo ubicada en el barrio de las embajadas de Washington, est¨¢ proyectada la Amalgama Phillips: Im¨¢genes de las 550 obras expuestas en el centro aparecen de manera incesante y aleatoria, dando la sensaci¨®n a trav¨¦s del movimiento de que se derriten hasta esfumarse al fondo del muro. Una catarata de colores y formas que evoca a Dal¨ª. El objetivo de Canogar es que el p¨²blico reflexione sobre la ¡°obsolescencia acelerada¡± y la nueva realidad digital donde ¡°todo pasa y nada queda¡±.
Los organizadores del centenario de la Phillips invitaron a Canogar despu¨¦s de ver su trabajo en el bicentenario del Museo del Prado en 2019: la Amalgama en el Prado, que tambi¨¦n consiste en la proyecci¨®n de im¨¢genes transformadas por un algoritmo que convierten las pinturas cl¨¢sicas en abstracciones. La Oficina de Cultura de la Embajada de Espa?a en Washington ha inaugurado el mi¨¦rcoles esta exposici¨®n, que llega por primera vez a Estados Unidos y que estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 5 de noviembre.
?Las amalgamas intentan ser una cr¨ªtica a los tiempos actuales o abrir una discusi¨®n? ¡°Nunca lo veo como una cr¨ªtica¡±, afirma Canogar en el centro cultural de la embajada espa?ola. ¡°Lo que intento con mi trabajo es entender la nueva realidad, su ritmo, su pulso, sus tendencias. Es como intentar entenderlo para m¨ª mismo, sobre todo yo, como persona confusa y aturdida por la realidad, por el bombardeo sensorial, por el exceso de noticias...¡±. Los espectadores, apunta el artista, son los que deben sacar sus conclusiones sobre c¨®mo lo ef¨ªmero est¨¢ afectando nuestra relaci¨®n con lo material.
En una de las principales salas de la antigua residencia del embajador espa?ol se proyecta la obra. Sin embargo, los muros est¨¢n desnudos y las persianas bajadas. Para apreciar la metamorfosis de las 900 obras de El Prado hay que elevar la mirada al ¨®culo del otrora sal¨®n de baile. Ah¨ª se proyecta un v¨ªdeo circular en el que obras como Las Meninas y El jard¨ªn de las delicias giran en una especie de torbellino que acaba aspirando las pinturas a un agujero negro hasta hacerlas desaparecer.
Las amalgamas no son v¨ªdeos que tengan un principio y un fin. Nunca se repite la misma secuencia. Un algoritmo se encarga de darle ¡°vida propia¡± a las obras, algo que tiene fascinado a Canogar desde hace a?os. ¡°El arte generativo me parece que es una liberaci¨®n increible. Ya estoy adicto¡±, sostiene. ¡°Es como menos ego. Dejas algo que es casi como una performance, una actuaci¨®n, me parece muy po¨¦tico¡±, agrega. El madrile?o reconoce que supone un cambio fundamental en el arte. Aunque remarca la paradoja de la idea de que el ser humano ha cambiado mucho en los ¨²ltimos siglos, cuando en realidad, apunta, lo distinto son las herramientas, los medios, la tecnolog¨ªa, ¡°pero los dilemas existenciales siguen siendo los mismos¡±.