¡®No respires 2¡¯: bostezos en medio de las amputaciones
Un trabajo que intenta sostenerse en un inacabable n¨²cleo central de 45 minutos de acoso y derribo en una casa asaltada por cuatro maleantes
El torture porn probablemente sea el subg¨¦nero del terror que m¨¢s dependa de la puesta en escena. Malsano por naturaleza, y fiado fundamentalmente a la imaginaci¨®n en sus m¨¦todos de martirio, el modelo cinematogr¨¢fico de la pornograf¨ªa de la tortura se resquebraja si el rosario de iniquidades en que se basa no va acompa?ado de un especial manejo del tiempo y del espacio, del encuadre y del montaje. A una variante en principio limitad¨ªsima en su narrativa, en su relato y en su confecci¨®n de los personajes, y a¨²n m¨¢s en sus reducidos espacios, el convencionalismo y la falta de ingenio y d...
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El torture porn probablemente sea el subg¨¦nero del terror que m¨¢s dependa de la puesta en escena. Malsano por naturaleza, y fiado fundamentalmente a la imaginaci¨®n en sus m¨¦todos de martirio, el modelo cinematogr¨¢fico de la pornograf¨ªa de la tortura se resquebraja si el rosario de iniquidades en que se basa no va acompa?ado de un especial manejo del tiempo y del espacio, del encuadre y del montaje. A una variante en principio limitad¨ªsima en su narrativa, en su relato y en su confecci¨®n de los personajes, y a¨²n m¨¢s en sus reducidos espacios, el convencionalismo y la falta de ingenio y de garra m¨¢s all¨¢ de la crueldad sostenida en el tiempo lo llevan a la tumba de la creatividad. Y a No respires 2, secuela de la pel¨ªcula escrita y dirigida por el uruguayo Fede ?lvarez en 2016, le ocurre exactamente eso.
Para esta segunda entrega, ?lvarez ha dado un paso a un lado al encargarse ¨²nicamente del guion y de la producci¨®n, fiando la direcci¨®n a su compa?ero de escritura en la pel¨ªcula original: Rodo Sayagues, que debuta tras la c¨¢mara. En No respires 2 regresa el salvaje exmilitar ciego que interpreta Stephen Lang, dotado de una voz y un rostro inquietantes y, a sus casi 70 a?os, de unas particularidades f¨ªsicas y de unos movimientos corporales ideales para crear tensi¨®n por s¨ª mismo. Mientras, en un guion dominado por las mutilaciones y el sadismo f¨ªsicos, los creadores han encontrado seguramente la actitud moral m¨¢s abyecta que un ser humano pueda desplegar: una madre que pretende arrebatar la vida a su ni?a para poder salvar la suya.
Ahora bien, la presencia de Lang y el brote de ignominia son casi lo ¨²nico destacable de un trabajo que intenta sostenerse en un inacabable n¨²cleo central de 45 minutos (m¨¢s o menos entre el minuto 15 y la hora de metraje), de acoso y derribo en una casa asaltada por cuatro maleantes y defendida por el anciano invidente y su peque?a hija, que lo que acaba produciendo es tedio, repetici¨®n y bostezo, pese a las continuas amputaciones, hachazos y dedos sacando ojos de sus cuencas en primer plano. El problema, ya est¨¢ dicho, radica en la discutid¨ªsima capacidad de Sayagues para salirse del redil de lo obvio en estos casos.
NO RESPIRES 2
Direcci¨®n: Rodo Sayagues.
Int¨¦rpretes: Stephen Lang, Madelyn Grace, Brendan Sexton III, Adam Young.
G¨¦nero: terror. EE UU, 2021.
Duraci¨®n: 98 minutos.